El máximo comandante del ELN, Antonio García, respondió al presidente Gustavo Petro, tras el anuncio del cierre del proceso de paz con el ELN por atentado en Arauca que dejó dos muertos y 25 militares heridos.

El dirigente del grupo criminal dio un giro a su discurso en redes sociales y ahora es partidario de que la negociación continúe, sin importar el cese al fuego bilateral. “Aun en medio de las operaciones militares pueden continuarse los procesos de paz”, dijo.

Sin embargo, intentó justificar el accionar criminal de ese grupo que está dedicado a la delincuencia y al asesinato de colombianos en varias regiones del país: “Eso han hecho en varios momentos diferentes gobiernos, ahora no puede ser la excepción”.

Llama la atención que para García, a pesar de que los diálogos están congelados desde hace meses, nunca se pensó en la suspensión de las negociaciones. “Nunca hemos dicho que el proceso de paz esté roto. Quien rompe es el presidente @petrogustavo con sus declaraciones”.

Según el comandante de este grupo criminal, el Gobierno Petro fue el que incumplió con varios puntos que se pactaron en la mesa de diálogo y eso llevó al congelamiento de la mesa. No obstante, no hizo referencia directa a las acciones criminales de ese grupo, que tienen cansados a los colombianos.

El jueves 19 de septiembre los negociadores de paz del Gobierno Petro se refirieron a la situación y anunciaron formalmente que la mesa quedaba suspendida: “Nuestra delegación de paz manifiesta su absoluto rechazo al ataque perpetrado por el ELN a la base militar de Puerto Jordán, Arauca. Durante estos meses el gobierno ha hecho llegar múltiples propuestas”. En el comunicado agregan: “Hoy el proceso de diálogos queda suspendido. Su viabilidad está severamente lesionada”.

Sin embargo, dejan abierta una puerta para seguir negociando más adelante. “Su continuidad solo puede ser recuperada con una manifestación inequívoca de la voluntad de paz del ELN”.

El comunicado de los negociadores del Gobierno Petro resulta paradójico porque realmente las negociaciones estaban suspendidas desde hace meses por cuenta de las exigencias del grupo criminal y por esa razón los ciclos estaban congelados. Los guerrilleros lanzaron ultimátums al Ejecutivo y fueron los que pusieron condiciones para seguir en la negociación y dejaron vencer la vigencia del cese al fuego bilateral.

Antonio García, máximo comandante del ELN. | Foto: AFP or licensors

Por esa razón, la comunicación del Ejecutivo sencillamente matiza lo que ya había ocurrido y era una suspensión del diálogo y un aprovechamiento por parte de los criminales para fortalecerse militarmente en todo el territorio nacional y continuar con sus actividades delictivas.

Por ahora, no se conoce si la delegación de paz del Gobierno Petro será desintegrada o si continuará labores a la espera de manifestaciones de paz de dicha guerrilla.

Fuentes del gobierno señalaron que los negociadores del Ejecutivo explorarán caminos para determinar si más adelante se puede retomar el diálogo con el grupo criminal, pero se pediría una muestra de paz que, por ahora, se desconoce cuál sería.

Antes de que se congelaran los diálogos, el ELN anunció la reanudación de los secuestros con fines económicos y esa fue otra situación que generó malestar en la mesa de diálogo.

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