En un agitado discurso que dio desde Cali el presidente de la República, Gustavo Petro, en las movilizaciones de la minga indígena, el jefe de Estado lanzó una pulla en contra de los banqueros.
El primer mandatario, en una radical intervención, aseguró que su administración del llamado cambio no está para “limpiarles las botas a los ricos banqueros”.
De la misma manera, el mandatario colombiano, con furia, lanzó un fuerte llamado de atención a su equipo de trabajo.
“Al que no le guste en el Gobierno eso, pues que se vaya, no nos haga perder el tiempo. Aquí no vinimos para robar, aquí no vinimos para limpiarles las botas al rico banquero del país”, sostuvo Petro.
También detalló desde el Valle del Cauca: “Podemos hablar con él de tú a tú, pero él tiene que saber que tiene al frente un ser humano igual, que está expresando los intereses del pueblo y de nadie más, no los de sí mismo, esos quedan aparte para otro momento, son los intereses del pueblo. Nosotros nacimos de esta plaza y de ese monumento”.
Petro lanza amenaza si sus reformas no son aprobadas por el Congreso
Desde ese lugar, el presidente Gustavo Petro advirtió que si no se aprueban las reformas sociales que le planteó al Congreso de la República, convocará a una Asamblea Nacional Constituyente.
Frente a la minga indígena, el mandatario colombiano descartó por completo el diálogo nacional que propuso al principio de su administración.
“Diálogo sí, concertación sí, pero con el pueblo en las calles. Si las instituciones que hoy tenemos en Colombia no son capaces de estar a la altura de las reformas sociales que el pueblo, a través de su voto, decretó, demandó, mandó y ordenó, entonces no es el pueblo el que se va arrodillado hacia su casa, derrotado. Son las transformaciones de esas instituciones las que se tienen que presentar”, indicó el mandatario.
Además, dijo que el pueblo no debe “irse”, sino que deben cambiar las instituciones: “Esa es la historia de la democracia y de los pueblos libres”.
“Por tanto, si esta posibilidad de un gobierno electo popularmente en medio de este Estado y bajo la Constitución de Colombia no puede aplicar la Constitución porque lo rodean para no aplicarla y le impiden, entonces Colombia tiene que ir a una Asamblea Nacional Constituyente”, advirtió el mandatario.
Agregó: “Colombia no se tiene que arrodillar. El triunfo popular del 2002 se respeta. La Asamblea Nacional Constituyente debe transformar las instituciones para que le obedezcan al pueblo el mandato de paz y justicia, que es fácil de lograr”.
Petro encendió la polémica: pidió al MinCultura que en un grito de rebeldía declare a Puerto Resistencia monumento nacional
Por otro lado, el presidente desató la controversia al pedir al Ministerio de Cultura que, en un grito de rebeldía, declare a Puerto Resistencia como un monumento nacional, estructura que se construyó en el estallido social por la primera línea.
El jefe de Estado indicó que se debe homenajear a las personas que participaron en las movilizaciones que se registraron en contra del gobierno del expresidente Iván Duque.
“Si los monumentos nacionales se decretan materiales porque son parte de nuestra historia, muchos de los conquistadores son monumentos. No de los conquistados, como una imagen como el Belalcázar esclavista derribado. Le costó tanto a la oligarquía ver, no se sentía representada (por) los indígenas que tumbaban al conquistador y la esclavitud. Se sentían representados eran (por) el esclavista blanco que caía con su caballo por la fuerza del pueblo”, sostuvo Petro.
Y agregó desde ese polémico lugar en la capital del Valle del Cauca: “¿Dónde estaba el corazón de ellos? No era con el indígena, era con el esclavista. Bueno, a mí me gustaría que si esos lugares históricos son monumentos y el conquistador con su caballo debe ser respetado porque es parte de la historia, que nos enseñe que aquí nos pisotearon con los caballos”.
“Que si hay monumentos nacionales que tienen que ver –dicen inmateriales– con la música hermosa, con nuestra cultura, que si hay monumentos de la historia porque por aquí pasó Bolívar o allá hubo una de las tantas batallas de las guerras internas de Colombia, aquí también hay una historia”, dijo.
Expresó: “Aquí tiene también una sensibilidad. Aquí un poco de muchachos se aprestaron para decirle a la oligarquía que no podía pasar, que se acababa la ignominia y que basta ya de la humillación, que era necesario tener un momento de esperanza, una ilusión”.
“Entonces, ¿no es aquí, este lugar, un monumento histórico? ¿No hay un concejalillo allí que le gusta con las pistolas apuntar a la gente pobre creyendo derribarlo? ¿Quieren lo mismo que el conquistador a caballo llegar aquí con sus pistolas para tumbar el Monumento de la Resistencia? Bueno, ¿y por qué el Ministerio de Cultura del Gobierno de Cambio no declara este monumento, monumento nacional? ¿Así o no se hace? ¿O somos simplemente espuma? ¿O somos huracán en la historia?”.