El regreso al Gobierno del exembajador Armando Benedetti es casi inminente.
SEMANA conoció que el dirigente barranquillero, quien fue clave en la campaña de Gustavo Petro, ingresaría en el remezón ministerial que contempla el jefe de Estado a mediados de enero y con el que promete darle un nuevo viraje a su administración, que enfrenta unos índices de impopularidad superiores al 66 %.
Una fuente de alto nivel le sostuvo a este medio que la relación entre Benedetti y Petro atraviesa su mejor momento. De hecho, se escriben constantemente vía WhatsApp, pese a los audios del exembajador de Colombia en Venezuela, en los que se le escuchó a él hablar de 15.000 millones de pesos que, al parecer, ingresaron a la campaña y que no fueron reportados a las autoridades.
Benedetti ha sido prudente frente al tema. En el Consejo Nacional Electoral que investiga el tema, por ejemplo, él se amparó bajo el derecho que le permite guardar silencio y no ha pronunciado una sola palabra en contra o a favor del presidente Petro. Al contrario, se alejó del escenario mediático y se refugió con su familia en Barranquilla y en el ejercicio físico.
De hecho, desde el ejercicio y sus redes sociales ha enviado más de un mensaje subliminal que ha puesto a reflexionar.
En una fotografía que publicó en Instagram, en la que él aparece con guantes de boxeo, escribió: “Azárense”. No entregó más detalles, pero sus amigos y contradictores se plantearon más de un interrogante. En otra imagen, escribió: “Asústense”.
En una más, mientras practicaba boxeo, dijo: “En guardia para todo”.
En otra imagen confesó: “Volver, volver, volver…”.
Ahí más de uno de sus seguidores comprendió que desde agosto de 2023, cuando el excongresista escribió esa publicación en Instagram, tenía claro que retornaría al gobierno de Petro.
Este lunes 18 de diciembre, se especuló que el regreso de Benedetti era un hecho y se informó que llegaría al Ministerio del Interior en reemplazo de Luis Fernando Velasco.
SEMANA estableció que, aunque Benedetti tiene el pulso, la habilidad y el conocimiento para manejar el Congreso porque lo conoce como pocos, si nada extraordinario ocurre, iría a otro despacho, incluso, a una entidad descentralizada.
Al fin y al cabo, el ministro del Interior ha logrado avanzar, así sea a paso lento, con las reformas estructurales del Gobierno y su estrategia del menudeo y de abordar congresista por congresista le ha funcionado, aunque ha sido demorada y desgastante.
Con la reforma a la salud aprobada en la plenaria de la Cámara, y la laboral en estudio en la Comisión Séptima de la Cámara, ya hay un trabajo adelantado por parte del Velasco.
Sin embargo, no se sabe qué está pensando el presidente, que también conoce las dinámicas del Congreso.
Si Benedetti ingresa nuevamente al Gobierno, habría que examinar cómo será su relación con Laura Sarabia, la hoy directora del DPS, quien será la nueva secretaria privada del Gobierno. Recordemos que ella, después de ser su asesora, se convirtió en una de sus más acérrimas contradictoras.