El embajador de Colombia ante la FAO, Armando Benedetti, le mostró los dientes al gobierno de Gustavo Petro señalando que es necesario defenderse de aquellos que son amigos.
Esa aseveración la hizo en una publicación en su cuenta de X a propósito de la denuncia que fue interpuesta en su contra por violencia de género. La denunciante es su esposa, Adelina Guerrero, y el proceso está en los tribunales de Madrid.
Ese caso se conoció el 23 de julio y, desde entonces, el político colombiano no ha sido convocado a Bogotá para rendir cuentas ante la Cancillería colombiana por el mal comportamiento que habría protagonizado en su calidad de diplomático.
“A día de hoy, a esta hora, no he recibido ninguna notificación, ni verbal, ni escrita, ni por ningún canal oficial, para que me presente en Bogotá. Como siempre, estaré dispuesto a dar la cara y responder ante cualquier autoridad que lo requiera”, sostuvo el exembajador de Colombia en Venezuela y ahora diplomático ante la FAO.
Después de que se conoció la denuncia, circularon versiones que indicaban que el político había sido convocado a las oficinas del Ministerio de Relaciones Exteriores, pero desde entonces no se ha concretado un posible regreso a Colombia de Benedetti.
Ese comentario lo cerró diciendo que la posible citación al Palacio de San Carlos le “parece un buen escenario para responder por todo lo que se ha dicho y demostrar mi inocencia. Como decía un viejo amigo mío, hay que defenderse siempre de los amigos y no de los enemigos”.
Solo pasaron 22 minutos desde la publicación de ese mensaje para que el diplomático escribiera otro más en el que confirmaba que acaba de recibir una notificación de parte de la Cancillería en la que le confirmaban la investigación disciplinaria en su contra.
La denuncia por violencia de género contra Armando Benedetti solo trascendió a la luz pública una semana después. Lo que se conoce hasta ahora es que su esposa acudió a las autoridades de España en la noche del 30 de junio a través de un llamado a la Policía en el que manifestó haber sido víctima, presuntamente, del accionar de Benedetti.
Pero, al tratarse de un diplomático colombiano que funge como embajador ante la FAO, la delegación diplomática en España certificó ante las autoridades ese título de Benedetti y este no fue detenido. Así las cosas, el político ahora tiene un expediente abierto en España.
Cuando se conoció la denuncia, el mismo embajador confirmó que está en medio de un proceso de divorcio y sostuvo que la situación por la que pasa su familia corresponde a un asunto de su “esfera privada”.
“Lo que se ha dicho sobre una supuesta agresión no es cierto y no se ajusta al hecho en España. La verdad se demostrará en el tribunal español. En este momento me encuentro en medio de un proceso de divorcio que responde a la esfera privada y familiar y, por el bien de mis hijos, seré prudente”, escribió Benedetti en su cuenta de X en una publicación del 23 de julio.
Adelina Guerrero, la pareja de Benedetti, tampoco se ha pronunciado sobre los hechos. Empero, el 21 julio compartió una publicación en su cuenta de X en la que hablaba sobre la sociopatía, con una imagen en la que se lee que las personas sociópatas “suelen mostrar una incapacidad para sentir remordimientos por sus acciones, incluso cuando dichas acciones causan daño a sí mismos o a otros”.