El embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, habló con SEMANA sobre su gestión diplomática en el territorio bolivariano. Y aunque trató de conservar la prudencia, no escapó al comentario sobre Juan Guaidó, el presidente interino del vecino país.
“Juan Guaidó no existe ni acá ni en Venezuela”, respondió Benedetti cuando esta revista le preguntó si contemplaba reunirse con el líder opositor a Nicolás Maduro.
Aunque en la entrevista el exsenador no se centró en hablar del líder venezolano, el colombiano lanzó un par de pullas en su contra.
“Monómeros pasará al gobierno de Nicolás Maduro, eso quedó estipulado desde que el gobierno de Gustavo Petro reconoció al presidente Maduro. Eso es de Venezuela, no es de Juan Guaidó, porque Guaidó no es nadie”, manifestó.
El pronunciamiento contra Guaidó por parte del embajador Benedetti se produjo justo cuando la oposición a Nicolás Maduro pretendía que el gobierno de Gustavo Petro buscara acercamientos con el régimen y con Juan Guaidó y su asamblea nacional.
Recientemente, el presidente interino cuestionó el reconocimiento de Colombia a Maduro. “Hubiese esperado que su primera decisión no hubiese sido acercarse a quien hoy ampara el terrorismo mundial en Venezuela”, declaró.
“Hubiese esperado que Petro empezara por la atención a los migrantes y refugiados que huyen de la dictadura, de la violación de los Derechos Humanos y del hambre (...)”, añadió.
Lea la entrevista completa:
“Nada de lo que hagamos con Venezuela tomará por sorpresa a Estados Unidos”: embajador Armando Benedetti.
En diálogo con SEMANA, el embajador Armando Benedetti reveló que Nicolás Maduro busca venderle a Colombia la empresa Monómeros. Además, recomendó importar desde ya gas venezolano.
SEMANA: ¿Cuál es su primer balance como embajador de Colombia en Venezuela?
Armando Benedetti (A. B.): El balance es muy positivo. Gustavo Petro no tiene un mes de posesionado y yo ya estaba en Venezuela como embajador, lo cual manda un mensaje de confianza al país vecino debido a la cercanía que tengo con el presidente. Si revisan, en menos de 24 horas hice algo que no ha hecho ningún embajador: me reuní con el presidente Nicolás Maduro; la vicepresidenta, Delcy Rodríguez; el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, y el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, entre otros.
SEMANA: ¿Cuál ha sido la principal dificultad para abrir totalmente la frontera?
A. B.: Eso tiene que hacerse paulatinamente, de forma conjunta, con base en unos requisitos y requerimientos.
SEMANA: ¿Y cuáles son los requerimientos de Venezuela?
A. B.: Por ejemplo: ellos hablan del tema de seguridad, cómo se pudiera coordinar para impedir el paso de narcotraficantes en la zona de frontera de ambas naciones, entre otras cosas…
SEMANA: Ustedes tienen una hoja de ruta. ¿Cuáles son los pasos por seguir?
A. B.: Está el tema de la seguridad de frontera, la paz, el restablecimiento de los vuelos aéreos, la migración y los colombianos presos en Venezuela. Hay muchos nacionales presos allá, muchos de ellos sin garantías. No hay datos oficiales, pero eso hay que probarlo.
SEMANA: ¿En cuánto tiempo cree que estarán normalizadas las relaciones entre Colombia y Venezuela?
A. B.: Mis cálculos no funcionan porque yo soy bastante acelerado. Lo que hay que buscar es que mis tiempos hagan un clic con los de ellos. Mi objetivo es que en enero de 2023 las relaciones estén normalizadas.
SEMANA: ¿Cómo le fue con Maduro?
A. B.: Muy bien, la reunión duró 45 minutos, esas presentaciones oficiales no tardan más de 10 minutos. Lo que nosotros hemos querido hacer con Nicolás Maduro y la prensa es no ideologizar las relaciones diplomáticas, las relaciones deben ser de Estado a Estado. Yo he querido ‘deselenizar’ las relaciones.
SEMANA: ¿Quedó algún compromiso?
A. B.: Hay una propuesta de Nicolás Maduro de que algunos empresarios, los más importantes de Colombia, vayan a hablar directamente con él. Yo he dialogado con algunos y les preocupa, según dijeron, que vayan a validar algunas faltas que se han cometido contra los Derechos Humanos. Yo les dije que es bueno ir. Si van, lo que hay que hacer es hablar de Derechos Humanos y, al mismo tiempo, mirar a qué acuerdo comercial se puede llegar con los empresarios venezolanos (...). Maduro me lanzó de forma jocosa una pulla tres veces. Me dijo que no debía hablar como congresista, sino como embajador. Le dijo a mi esposa amárrale la lengua (risas).
SEMANA: Maduro insistió en una comunicación más fluida con Petro. ¿Acaso no han hablado varias veces por teléfono?
A. B.: Juan Manuel Santos y Maduro, en los momentos más álgidos, hablaban dos y hasta tres veces a la semana. Aquí se trata de hacerlo igual.
SEMANA: Usted dice que Maduro fue insistente en la seguridad de la frontera y el narcotráfico, pero en Colombia está claro que quien esconde a las Farc y al ELN es el presidente de Venezuela. ¿Ese tema lo tocó con el mandatario?
A. B.: No, yo no quise meterme en ese tema. No quiere decir que no lo vaya a hacer, pero no lo podía hacer el primer día. Si no, se empieza a contaminar el proceso. Yo lo que quiero es lograr un lenguaje de ambos lados de optimismo y alegría. Yo tengo que trazar una agenda para ver todos los temas y que en la conversación se incluya el de las Farc. Eso tiene que ser una agenda aparte. Ahora, quiero invitar a la gente que habla y dice que las Farc tienen dos campamentos en Venezuela, pero nosotros tenemos 70. ¿Por qué no se preocupan por los 70? ¿Por qué solo por los otros dos? Si inteligencia de Colombia tiene dos en la mira, faltan otros 70 aquí en el país. Quieren que Nicolás Maduro haga lo que el país no ha hecho, ¿por qué?
SEMANA: Conclusión: ¿el tema de las Farc se tocará, pero no de entrada?
A. B.: Me imagino que sí, pero por estrategia no empecé por ahí.
SEMANA: ¿Venezuela jugará un papel en los diálogos del Gobierno con el ELN?
A. B.: Creería que, más allá de quererlo o no, el hecho de que entre las dos fronteras estén las disidencias y el ELN, pensaría que Venezuela sí va a estar presente. No por la ideología del Gobierno, sino porque es un país fronterizo y hay muchos campamentos del ELN y la guerrilla, es obligado que pasará. No es una decisión que dependa de nosotros.
SEMANA: ¿En qué quedó la propuesta de reunir a Nicolás Maduro y Gustavo Petro en la frontera?
A. B.: Este lunes voy a hablar del tema con el presidente Gustavo Petro. Por agenda podría hacerse en octubre, quizá la segunda semana. El presidente Nicolás Maduro está dispuesto, él me dijo que hablaba con Juan Manuel Santos dos o tres veces a la semana, a pesar de que la relación estuviera mal. Creo que el encuentro debería ser en la frontera, un momento distensionado, que ninguno de los mandatarios lleve puntos en la agenda, sino solamente reconocerse de Estado a Estado.
SEMANA: Por otro lado, ¿Gustavo Petro contempla quitarle a Venezuela la denuncia en su contra ante la Corte Penal Internacional?
A. B.: No, yo no tengo conocimiento de eso.
SEMANA: ¿Pero se lo recomendaría a Petro?
A. B.: Creo que se podría estudiar. Tengo que mirar a ver qué se le propone al presidente.
SEMANA: ¿Cómo cree que ve EE. UU. la cercanía de Colombia con Venezuela?
A. B.: Yo me reuní con los encargados de los negocios de Estados Unidos y Venezuela y con el embajador de Estados Unidos en Venezuela. Yo empecé la conversación afirmando que cualquier cosa que se vaya a hacer tiene que ir de la mano de Estados Unidos. Nada de lo que nosotros vayamos a hacer los va a coger por sorpresa. Reiteré que los canales estaban abiertos de forma directa para hablar conmigo cuando quieran, a la hora que quieran y del tema que sea.
SEMANA: En cuanto a Monómeros, ¿pasará definitivamente al gobierno de Nicolás Maduro?
A. B.: Sí, eso quedó estipulado desde que el Gobierno de Gustavo Petro reconoció al presidente Nicolás Maduro. Eso es de Venezuela, no es de Juan Guaidó, porque Guaidó no es nadie.
SEMANA: ¿Y cuál es el proceso que se dará para que Monómeros pase a manos de Maduro?
A. B.: El que dice la ley. La seguridad alimentaria de este país depende de Monómeros. Por eso, nosotros tenemos que seguir con los ojos encima y mirar qué pasa con el sector financiero y de producción de esta empresa. A los Estados Unidos, seguramente, no le gustará que hayamos devuelto muy rápido a Monómeros, pero la rapidez no depende de mí, sino que si Gustavo Petro reconoce a Nicolás Maduro lo que es obvio y claro es que es de ellos. Nos estamos rigiendo por los tiempos de ley, ellos tienen que hacer eso ante la Cámara de Comercio de Barranquilla.
SEMANA: ¿Por qué devolvieron tan rápido Monómeros?
A. B.: Primero, porque es de ellos; segundo, nos rebajarán en un 40 % la urea, nos darán fórmulas que tienen para el crecimiento del maíz como lo hicieron en México. Además, tendremos un descuento del casi 30 % en fertilizantes. Eso ayudará muchísimo a bajar los productos agrícolas.
SEMANA: Si cambia el control de la compañía, ¿cuál será su futuro y qué pasará con la sanción que le impuso Estados Unidos?
A. B.: Es una buena pregunta y es una responsabilidad que yo le he hecho entender a Estados Unidos. Esta es una empresa venezolana, pero está en Colombia y sus empleados son colombianos. Por eso, por estar castigando al Gobierno de Venezuela, terminarán afectando la seguridad alimentaria de Colombia. Hay un ejemplo: el Gobierno de Estados Unidos hoy manda 40.000 millones de dólares a la guerra en Ucrania, pero se pone de acuerdo con Ucrania y Rusia para sacar el trigo, y aquí, que tenemos a Guaidó, quieren venir a poner problema. Conclusión: las sanciones contra Monómeros impactarán a Colombia, no a Venezuela.
SEMANA: ¿El Gobierno ha pensado tener participación en Monómeros?
A. B.: Sí, claro, es una propuesta que está sobre la mesa. Es un mensaje que dio el presidente Maduro y la idea es que nosotros nos quedemos con esa empresa.
SEMANA: Es decir, ¿Maduro tiene la intención de venderle Monómeros a Colombia?
A. B.: La propuesta está en la mesa. No hay cifra porque los balances que yo he escuchado son muy sobrevalorados, pero esa será otra historia: la compra de Monómeros.
SEMANA: En otra arista, ¿es posible que Colombia le compre gas a Venezuela como lo sugirió la ministra de Minas?
A. B.: Es necesario porque Colombia se quedará sin gas en los próximos siete años. Ellos ya tienen el gasoducto que sale del golfo de Maracaibo. Tienen la explotación, el gasoducto, habría que buscar unos 30, 40 kilómetros para que se pueda empezar a comercializar desde Colombia.
SEMANA: Entonces, ¿la ministra Irene Vélez tenía razón cuando dijo que hay que comprarle gas a Venezuela cuando acabe la existencia?
A. B.: Se equivoca, hay que hacerlo desde ya, hay que prever para guardar, siete años no es nada.
SEMANA: Volviendo a su ‘lobby’ diplomático, Luis Ernesto Gómez dijo que no se podía caer en la melosería, y Jaime Bayly lo criticó por su encuentro con Nicolás Maduro. ¿Qué opina?
A. B.: Yo estoy cumpliendo las funciones de embajador, represento al Estado, pero se equivocan quienes dicen que soy lambón porque esa no es mi personalidad. Nos tratamos de igual a igual con el presidente Maduro. Lo de Bayly no me merece ninguna respuesta.
SEMANA: No puedo despedirlo sin preguntarle si se reunirá con Juan Guaidó.
A. B.: Juan Guaidó no existe ni aquí ni allá (...).