Un golpe sobre la mesa dio el presidente de la República, Gustavo Petro, en el primer discurso que dio como jefe de Estado en la Asamblea General de la ONU. Cada una de las tesis que defendió en ese escenario multilateral en Nueva York retumbaron en Colombia y en otras latitudes. SEMANA recopiló las frases más impactantes del discurso que tuvo una duración de cerca de 20 minutos.
La declaración desató una ola de comentarios en el país de diferentes sectores sociales y orillas políticas. Quizás una de las frases que causó mayor impacto fue relacionada con la lucha contra el narcotráfico. “Ha fracasado la guerra contra las drogas y lucha contra la crisis climática”, atinó a señalar el presidente Petro en la ONU.
Destacó la belleza que tiene Colombia, pero recordó la historia violenta que ha teñido de sangre varias regiones del territorio nacional: “Mi país no solo es bello, es también violento. ¿Cómo puede conjugarse la belleza con la muerte? ¿Cómo puede erupcionar la biodiversidad de la vida con las danzas de la muerte y el horror? ¿Quién es el culpable de romper el encanto con el terror? ¿Quién o qué es el responsable de ahogar la vida en las decisiones rutinarias de la riqueza y del interés?”.
Otras de las más fuertes frases que acompañaron su discurso eran relacionadas con la lucha contra las drogas, aspecto en que se vio a un presidente bastante agudo.
“Allí, en esas selvas, se emana oxígeno planetario y se absorbe el CO2 atmosférico. Una de esas plantas que absorbe el CO2, entre millones de especies, es una de las más perseguidas de la tierra. A como dé lugar, se busca su destrucción: es una planta amazónica, es la planta de la coca, planta sagrada de los incas. Como en un cruce de caminos paradójico. La selva que se intenta salvar es, al mismo tiempo, destruida”.
“Para destruir la planta de coca arrojan venenos, glifosato en masa que corre por las aguas, detienen a sus cultivadores y los encarcelan”, en esa frase el jefe de Estado arremetió en contra de sustancias para la erradicación de cultivos ilícitos de coca, fenómeno que ha sido uno de los dolores de cabeza que ha tenido Colombia durante décadas.
Otra de las frases más contundentes que dio el jefe de Estado fue: “Para ustedes, mi país no les interesa sino para arrojarles venenos a sus selvas, llevarse a sus hombres a la cárcel y arrojar a sus mujeres a la exclusión”.
Y atinó a señalar en otra frase conectando la idea anterior: “No les interesa la educación del niño, sino matarle su selva y extraer el carbón y el petróleo de sus entrañas. La esponja que absorbe los venenos no sirve, prefieren arrojarle más venenos a la atmósfera”.
En el desarrollo de su intervención ante la ONU volvió a hablar de desincentivar el carbón y el petróleo pese a los dividendos que su exportación ha dejado a las finanzas del país para la ejecución de proyectos de infraestructura: “¿Qué es más venenoso para la humanidad, la cocaína, el carbón o el petróleo? El dictamen del poder ha ordenado que la cocaína es el veneno y debe ser perseguida, así ella solo cause mínimas muertes por sobredosis, y más por las mezclas que provoca su clandestinidad dictaminada,”.
Así mismo, en una de las frases envió un mensaje directo a las autoridades de Estados Unidos: “Si no corregimos el rumbo y esta se prolonga otros 40 años, Estados Unidos verá morir de sobredosis a 2.800.000 jóvenes por fentanilo”.
También tuvo oportunidad para hacer una aguda referencia a la pandemia del coronavirus y el comercio de vacunas para la salud mundial: “El desastre climático nos llena de virus que pululan arrasándonos, pero ustedes hacen negocios con las medicinas y convierten las vacunas en mercancías”.