Aida Merlano estaba dispuesta a hacer muchas cosas si la devolvían a Colombia. La excongresista temía por su posible extradición hacia el país desde Venezuela, donde permaneció durante por lo menos tres años luego de protagonizar una cinematográfica fuga en Colombia. En unos audios conocidos por SEMANA, en los que ella habla con Armando Benedetti, queda claro que la conversación con el Gobierno siempre fue en tono de amenaza.
Merlano es categórica en decir que está dispuesta a contar todo lo que sabe y que tiene muchas verdades guardadas: “A mí me extraditan de una manera sorpresiva, si a mí me hacen una cosa a mis espaldas, te lo juro por Dios que llego yo a Colombia y saco la artillería y comienzo a atacar”.
“Le saco la artillería y comienzo, y en la artillería le sumo los votos que le restarían pa’ que perdieran”. Benedetti trata de frenarla en seco: “No amenaces, no amenaces a nadie más (…)”, agrega.
La excongresista estaba en Venezuela tras su fuga de un consultorio odontológico. En ese país duró un poco más de tres años. Sin embargo, desde allá siempre dejó claro que sabía muchas cosas y que estaba dispuesta a contarlas. Merlano rindió dos declaraciones ante las autoridades (4 de marzo de 2020 y 31 de enero de 2022), así como una entrevista con la directora de SEMANA, Vicky Dávila, el 17 de febrero de 2020, en las cuales hizo menciones sobre la participación del clan Char en la compra de votos y su propio plan de fuga que se llevó a cabo el primero de octubre de 2019.
Cuando Merlano llega a Colombia, vuelve a hablar con Benedetti, en ese entonces embajador en Venezuela. Ante los reclamos de la excongresista, que se sintió traicionada con su intempestiva deportación, Benedetti le dijo: “Mira, mi amor, yo no sé cómo decírtelo, y tienes que creerme, hijueputa, que yo no me enteré de tu deportación, sino el día, hijueputa, que te deportaron; por favor, créeme, hijueputa. ¿Yo por qué te voy a decir mentiras? Y si hubiera sabido algo, te llamo, maricona, y si hubiera sabido algo voy allá y hago un consenso contigo de qué hay que hacer y de qué no hay que hacer, así que a mí también me cogió por sorpresa. Yo estuve el día anterior con el presidente y ya, yo soy la persona que te puede ayudar, ya yo hablé con Laura, ya yo hablé con el presidente, si no pasa nada, dime qué culos quieres que haga, si quieres los mando a comer mierda de parte tuya…”.
En sus conversaciones con Benedetti, la política condenada asegura que no está retando al primer mandatario. “No, es que yo no lo estoy amenazando, te lo estoy diciendo a ti, porque tú tienes contacto, para que se lo digas en su cara”. Merlano cierra así su frase, mientras habla del presidente: “Yo no le tengo miedo”.
Luego, Benedetti y Merlano hablan sobre quiénes fueron los responsables de su sorpresiva deportación. Merlano le menciona a una mujer, pero Benedetti es enfático: “Que no fue ella, hombre”. En cambio, culpa a Laura Sarabia, mano derecha de Petro.
“Que no fue ella, es la hijueputa Laura, que viene aquí a mamar gallo y tal, que tiene una estrategia, y no me la comentaron y yo me emputé. ¿Cómo así que una estrategia con Aida Merlano? ¡Cómo no me dicen un culo! Eso es la imbécil que se cree mejor que uno, ella lo que pasa es que está ahí, y ella quiere que yo no haga falta y se las tira de inteligente y no sé qué mondá”.
Benedetti le cuenta a Merlano que transmitió plenamente su amenaza. “Y esa persona (en referencia a Merlano) es capaz de todo, hijueputa (…) y además yo le dije a ella, pero por qué para joder a Petro con Uribe y tal. ¿Sabe qué me contestó la señora?, que ella dirá las cosas y que el país diga lo que le dé la puta gana (…)”.