Este martes, después de mucha anticipación, el presidente Gustavo Petro se reunió con Nicolás Maduro, su homólogo venezolano, en Caracas. El mandatario colombiano, mediando a favor de las instituciones, volvió a pedirle a Venezuela que se reintegre al sistema interamericano de Derechos Humanos (SIDH).
Luego del deterioro de la democracia en Venezuela, durante el mandato de Hugo Chávez, el país vecino tomó la decisión de abandonar el sistema interamericano de justicia. Se fue, además, dejando desprotegida a su población y sin cumplir 16 sentencias condenatorias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).
Ahora, después de nueve años desvinculados, el mandatario venezolano dijo que toma en consideración la propuesta de su homólogo y que esta se resolverá en las próximas semanas.
“Sobre los pasos en función de una reconsideración del sistema interamericano de Derechos Humanos. He sido muy receptivo y así será en el transcurso de las próximas semanas en relación de este interesante tema planteado por el presidente Gustavo Petro”, dijo Maduro tras la reunión.
El sistema interamericano de Derechos Humanos, que nació en 1959, fue creado por los países del continente para que, en ejercicio de su soberanía y en el marco de la Organización de Estados Americanos (OEA), se protejan los derechos de forma efectiva en todos los territorios.
Todo esto, regido por la Convención Americana sobre Derechos Humanos, aprobada en 1969 y la cual entró en vigencia en 1978. Este documento fue ratificado en Argentina, Barbados, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Dominica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
Bajo esta convención, los países miembros se comprometen internacionalmente a respetar los derechos humanos ahí citados y dar garantías para que sean respetados.
Este sistema está conformado por dos instancias: la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, con sede en Washington, y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en San José de Costa Rica.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) es la institución cuya función es promover la observancia y la defensa de los derechos humanos, convirtiéndose en un órgano consultivo de la OEA en la materia.
Una de las tres funciones de la CIDH es el sistema de petición individual, el cual procesa denuncias o quejas de violación de la convención por un Estado. Además, debe monitorear la situación de derechos humanos en estados miembros y atender líneas temáticas prioritarias. Todo esto, en pro de las protección de derechos dentro de los límites de la jurisdicción.
Por otro lado, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) es uno de los tribunales regionales de protección de los derechos humanos, junto a las cortes en Europa y África. Se trata de una institución judicial autónoma con el objetivo de aplicar la Convención Americana que rige la creación del sistema.
Este tribunal ejerce una función contenciosa en la que resuelve casos contenciosos y adelanta el mecanismo de supervisión de sentencias. Al mismo tiempo, tiene funciones consultivas y la potestad de dictar medidas provisionales.
Esta corte está integrada por siete jueces, nacionales de los estados miembros de la OEA. Los países presentan hasta tres candidatos para ocupar estos cargos y son elegidos por votación secreta entre las mismas naciones.
En muchos casos, la corte determinará si un Estado ha incurrido en responsabilidad internacional por violación de alguno de los derechos consagrados en la Convención Americana o en otros tratados aplicables a la región.
El tribunal puede imponer indemnizaciones y hasta medidas provisionales en casos de emergencia. Además, también tiene la función de supervisar el cumplimiento de sus sentencias en cada uno de los países.
Nicolás Maduro, con deudas pendientes con el tribunal, decidió considerar reintegrarse al sistema que, como ministro de Relaciones Exteriores de Hugo Chávez, acordó abandonar.
Gustavo Petro, quien a nombre propio se benefició de una sentencia favorable de la Corte IDH, hizo que su homólogo pensara unirse nuevamente a la institución, la cual podrá reanudar el ejercicio de vigilancia en derechos humanos en Venezuela y atender las múltiples denuncias de violaciones a la Convención Americana.