En una decisión histórica, el Congreso de la República prohibió las corridas de toros en Colombia. La iniciativa fue aprobada en su cuarto debate en la plenaria de la Cámara de Representantes, con 93 votos a favor.
La práctica, que en algunas ciudades es considerada tradición, se prohibirá de forma paulatina, con tiempo de transición y programas para quienes se sostienen económicamente de estos espectáculos.
Esmeralda Hernández, senadora del Pacto Histórico y autora del proyecto de ley, explicó en SEMANA cómo se implementará la prohibición de las corridas de toros en el país, la cual deberá pasar por varias etapas.
“Hoy queda expresa la prohibición de las corridas de toros en todo el país. Hay un proceso de transición porque por supuesto tendríamos que darles garantías a las familias taurinas, que todavía subsisten de esta actividad”, dijo Hernández.
El proceso de transición es de tres años, con un programa de reconversión laboral para que estas familias transiten hacia otras actividades: “Que no involucren la violencia, que no involucren la tortura y el sacrifico de animales simplemente para nuestro placer”.
Además, Hernández asegura que una novedad es que las plazas de toros serán reconvertidas.
“Los escenarios, que hoy son de sangre y de tortura, se van a convertir en escenarios para la vida, para el arte, para las ferias y conciertos. Esto va a reactivar la economía de los municipios y las regiones. Va a permitir a las familias taurinas que ingresen a este programa, a este proceso de transformación de las plazas”, contó.
Y agregó: “Vamos a lograr que por fin la cultura sea algo que nos representen como colombianos”.
En síntesis, la senadora explicó que después de todo este proceso, en 2027 estarán finalmente prohibidas las corridas de toros en Colombia.
“Después de esta fecha se tendrá un año para implementar el programa de transformación de las plazas de toros”, explicó.
En concreto, el proyecto aprobado plantea en uno de sus siete artículos la “transformación cultural que se fundamente en el reconocimiento y respeto por la vida animal, y que contribuya al avance de la cultura de la paz, mediante la prohibición de las corridas de toros, rejoneo, novilladas, becerradas y tientas, así como de los procedimientos utilizados en estos espectáculos enmarcados en tradiciones culturales, que socavan la integridad de formas de vida no humana”.
En medio de la transición de tres años, los ministerios de las Culturas y de Ambiente deberán determinar las condiciones de realización de corridas de toros durante el periodo de transición.
Al mismo tiempo, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) será el encargado de realizar “un diagnóstico para determinar el número de personas que dependen directa y exclusivamente de las actividades a las que hace referencia este artículo. Así mismo, determinará el número de personas que, aunque no dependan directamente de estas actividades, se ven beneficiados con su realización”.
La siguiente cita del proyecto de ley, iniciativa de la senadora Hernández y apoyado por la bancada animalista en el Congreso, podría pasar por la Corte Constitucional en caso de ser demandado por quienes se oponen a la prohibición.