Este martes la reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro empezó sus debates en el Congreso y un día después Cambio Radical, el partido que lidera el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, anunció que votará negativo la inicativa.

En un comunicado de dos páginas, la casa política argumentó las razones que la llevaron a tomar la decisión.

Entre ellas, destaca que la reforma genera un incremento del 10 % o más en los precios de muchos de los productos básicos de la canasta familiar que consumen las personas de más bajos ingresos, como gaseosas, cereales, las sopas, el chocolate de mesa, los zumos, chorizos, morcillas, las salchichas, los roscones, ponqués, los bizcochos y dulces.

Según Cambio Radical, el proyecto del ministro José Antonio Ocampo grava con 10 % las bolsas y empaques de plástico de un solo uso en los que se envasan alimentos (arroz, fríjol, lenteja, sal, azúcar, entre otros). “Esto afecta la capacidad adquisitiva de las personas de más bajos ingresos económicos”, se lee en el documento.

La tributaria- según el comunicado- “grava con un impuesto del 20 % la mayoría de las importaciones que realiza el país: alimentos, abonos, prendas de vestir y maquinaria”. Es decir, se afectan todos los consumidores, especialmente las personas de bajos recursos económicos que sentirán un incremento en el precio de los bienes de primera necesidad que consumen.

Después de varias lecturas al proyecto, el partido concluyó que la reforma, tal como está elaborada, también pone en riesgo la estabilidad de más de 500.000 familias cafeteras del país porque les eliminarían la deducción del 40 % de los costos de la mano de obra. “La reforma deroga los incentivos otorgados para el desarrollo del campo colombiano”, añade.

Además, Cambio Radical insiste en que la reforma elimina las exenciones para los proyectos de vivienda de interés social “que hicieron posible el desarrollo de cientos de proyectos de vivienda para las personas de más bajos ingresos de Colombia”.

Otro de los aspectos que no gustó a la colectividad es que el proyecto además grava las pensiones mensuales de más de nueve millones de pesos, “obligando al pensionado a destinar entre una y tres mesadas al año para el pago del impuesto sobre la renta”. También elimina los incentivos al ahorro voluntario en fondos de pensiones y en cuentas AFC, dice el comunicado.

El listado de razones es largo: se destaca “que la reforma eleva el impuesto de renta de los alasariados de ingresos mensuales de más de diez millones de pesos hasta en 68 %; castiga los pagos en especie que realizan las empresarios en favor de sus trabajadores, por conceptos como salud y educación; grava con un uimpuesto de hasta un 39% las herencias de valor superior a los 123 millones y eleva el costo de los combustibles para los departamentos ubicados en zonas de frontera”.

Cambio Radical se llenó de argumentos para oponerse a la tributaria, entre ellos, que el proyecto no plantea un plan de choque contra los 80 billones de pesos de evasión y contrabando.

Además, estiman que la iniciativa no dice en qué se gastará el Gobierno los 25 billones de pesos que pretende recaudar por parte de los contribuyentes.

Cambio Radical se convirtió en el primer partido político en anunciar su voto negativo al proyecto. Por su parte, La U ya pidió más argumentación sobre el tema, mientras el Partido Conservador redactó una carta contundente en la que dejaron expuestas sus propias objeciones.