SEMANA conoció un fallo del Consejo de Estado en el que se tomó la determinación de tumbar una sanción de la Procuraduría General de la Nación en contra de Rodolfo Hernández cuando era alcalde de Bucaramanga.
El documento firmado por los magistrados Jorge Iván Duque y Rafael Francisco Suárez determinó revocar la sentencia proferida el 5 de septiembre de 2022 por el Tribunal Administrativo de Santander.
Además, se declaró la nulidad del fallo del 20 de diciembre de 2019, emitido por la a Procuraduría Primera Delegada para la Vigilancia Administrativa, mediante el cual el entonces alcalde de Bucaramanga fue sancionado disciplinariamente con la suspensión en el cargo y una inhabilidad por 8 meses.
En ese sentido, los magistrados declararon que Hernández no está obligado a pagar la suma de 95.662.760 pesos, sino que, en cambio, ese dinero deberá reconocérsele por parte de la Procuraduría si llegó a ser pagado por el exfuncionario.
El caso por el que había sido suspendido por el Ministerio Público fue cuando Hernández era alcalde de Bucaramanga y golpeó con una cachetada al exconcejal John Jairo Claro Arévalo el 22 de julio de 2019, el cual quedó grabado en un video que se volvió viral en redes sociales. “Como consecuencia de este, se inició investigación disciplinaria, la cual culminó con la sanción que hoy se demanda”, dice el fallo del alto tribunal.
Uno de los argumentos del Consejo de Estado para darle la razón a Hernández, a pesar de la evidencia de la agresión, es que la Corte Interamericana de Derechos Humanos sentó un precedente en el caso de Gustavo Petro cuando fue suspendido e inhabilitado cuando era alcalde de Bogotá, en el que se limitaron los alcances del Ministerio Público en ese sentido.
“Atendiendo al deber que tiene toda autoridad judicial y administrativa de realizar el control de convencionalidad ex officio, y a la luz de la jurisprudencia decantada en el caso Petro Urrego vs. Colombia, para esta Sala de subsección es claro que la normativa colombiana (Ley 734 de 2002) que facultaba a la Procuraduría General de la Nación para destituir e inhabilitar a funcionarios de elección popular, estuvo viciada de ilegalidad, desde sus orígenes, por ser contraria a los postulados consagrados en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, toda vez que es manifiesta la falta de competencia de una autoridad administrativa para restringir los derechos políticos de aquellos funcionarios que fueron elegidos democráticamente, y a su vez se incumplió el deber de adoptar las disposiciones de derecho interno por parte del Estado colombiano”, dice la sentencia.
Y agregó que: “Por consiguiente, como el marco normativo con el que fue sancionado el señor Rodolfo Hernández Suárez fue el mismo que la Corte Interamericana de Derechos Humanos censuró o reprobó en el precedente convencional del caso Petro Urrego vs. Colombia, es palmaria la ilegalidad de los actos administrativos acá demandados”.
No se trata de la única suspensión que reposa sobre Hernández. El exalcalde y excandidato presidencial también fue sancionado por la Procuraduría por tratar en términos irrespetuosos y desobligantes a un veedor ciudadano, durante una actividad pública realizada en el parque Solón Wilches, en la capital santandereana.
Igualmente, la Procuraduría sancionó con la suspensión del cargo al exalcalde por palabras ofensivas en contra de servidor público por comentarios injuriosos y peyorativos en contra de un servidor público contra Héctor Mantilla, quien para entonces era alcalde de Floridablanca.
Otro de los casos más sonados fue el de Vitalogic, por recolección de basuras en la ciudad, en el que supuestamente se le habrían dado beneficios económicos a su hijo Luis Carlos Hernández. En la sanción se dice que en un encuentro en Bogotá “se acordó designar la persona que elaboraría los términos que permitieran que la citada firma contratista fuera la seleccionada”, dijo la Procuraduría.
Recientemente, tras varios meses de silencio, Hernández apareció de nuevo en un panel de la Liga de Gobernantes Anticorrupción en el que dijo que hay que “derrumbar el sistema corrupto”.