SEMANA estableció que en el Partido Conservador hay una crisis que generaría la salida de Carlos Andrés Trujillo de la dirección de la colectividad por varios problemas que han tenido en las últimas horas.
Integrantes del conservatismo confirmaron que el directorio nacional tiene en su poder una carta donde se pide sacar a Trujillo de la dirección y para tal fin se han reunido nueve de 10 firmas requeridas.
El asunto de fondo es que Carlos Andrés Trujillo fue quien acercó a los conservadores a la campaña presidencial de Gustavo Petro y en el partido hay bastante inconformismo por el trato del Ejecutivo. Por esa razón, algunos congresistas consideran que Trujillo tiene una responsabilidad política.
La molestia de los conservadores con el Gobierno Petro viene de meses atrás, pero ya estalló la crisis y quieren revocar la presidencia de Trujillo.
Un sector del partido cree que la burocracia se está tramitando directamente con la presidencia del partido y otro dice que no hay representación institucional sino personal.
De hecho en las toldas azules aseguran que quien estaría promoviendo la revocatoria de Trujillo en la presidencia es el senador Efraín Cepeda, aunque no se han dado detalles del por qué.
Voces del conservatismo aseguran que Trujillo no ha sido un interlocutor con el Gobierno Petro para que el partido tenga representación real y por eso, se cansaron de él.
Según le confirmaron a SEMANA varios miembros de la bancada azul, no están tranquilos con la participación que les ha dado el presidente Petro en el Gobierno y se habla de incumplimiento en varios compromisos, como el de darles el Invías, la Aeronáutica e incluso Coljuegos. Además, consideran que el Ministerio de Transporte no ha sido suficiente porque el ministro Guillermo Reyes, dice que no es de esa colectividad.
Según los congresistas, el ministro ha dicho que no es cuota del Partido Conservador y él, supuestamente, cree que llegó a la cartera por su cercanía con el mandatario y su esposa, Verónica Alcocer. El asunto de fondo es que Reyes no atiende las llamadas ni las citas que le piden los congresistas azules y eso ha hecho que cada día estén más molestos con el Gobierno Petro.
Además, en una reunión que se hizo a princios de 2023, se habló de que, supuestamente, Mauricio Lizcano, director del Departamento Administrativo de la Presidencia, recibe a algunos congresistas conservadores para tener una interlocución directa y no institucional, lo que ha generado molestia en la dirección conservadora.
“Lizcano estuvo en el Congreso, él tiene unos amigos y eso es normal. El problema es que los rumores por esos encuentros y llamadas es que hay ayudas individuales y ahí fragmentan al partido. No sé si el presidente Petro sepa sobre esas actuaciones de Lizcano pero es preocupante”, dijo un congresista conservador.
Por esa razón, parte de la dirigencia conservadora no está conforme con la relación actual con el Gobierno Petro y se tomarían medidas drásticas como, por ejemplo, no apoyar las reformas sociales del mandatario.
Según un representante a la Cámara se estaría contemplando la posibilidad de votar en contra de la reforma a la salud que presentará el Ejecutivo al Congreso para manifestar, a través del voto, el malestar existente.
Sin embargo, como hay una información de los supuestos encuentros con Mauricio Lizcano, tienen la certeza de que habrá algunos senadores que pedirán apoyar al Gobierno y allí solicitarán que se tome una decisión en bancada para votar en contra y quien no lo haga se le aplicará la ‘ley de bancadas’.
El directorio nacional de reunirá en los próximos días y se conocerá cómo terminará esta división en el Partido Conservador.