La Cámara de Representantes fijó para este miércoles 23 de noviembre el debate de moción de censura contra la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, convocado por los partidos de oposición y algunos sectores independientes al gobierno de Gustavo Petro.
Ese día el Centro Democrático, Cambio Radical, además de los congresistas Miguel Polo Polo, Érika Sánchez y Juan Manuel Cortés, los dos últimos del Movimiento Liga de Gobernantes Anticorrupción, le explicarán al país por qué creen que la ministra Vélez debería salir del alto gobierno.
“Daremos el debate con altura y argumentación técnica”, dijo el representante por el Centro Democrático, Juan Espinal, quien anunció a través de las redes sociales la fecha del debate.
Ese día, según está establecido por la ley, hablarán los congresistas que convocaron la moción. También quienes defenderán a la ministra y posteriormente intervendrá ella. Días después se adelantaría la votación que determinará si Vélez se queda o no en el cargo.
Los argumentos de los opositores a la funcionaria han saltado a la vista y los ha llevado a concluir que sus constantes declaraciones donde anunció la no autorización de nuevos contratos de exploración y explotación de petróleo, generaron una alarma en los mercados que llevaron, entre otras, a la disparada del precio del dólar que en Colombia superó la barrera de los 5.000 pesos desde hace dos semanas.
El propio ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, reconoció públicamente que los discursos de algunos funcionarios del gobierno han incidido en el precio de la moneda extranjera. “Es un tema de la percepción de algunas declaraciones de algunos colegas, sobre todo el tema de petróleo, que ha sido de mucha preocupación porque es el principal producto de exportación de Colombia”, dijo en octubre pasado.
Vélez ha dado de qué hablar con sus anuncios y desconocimiento en el sector minero energético del país. Inicialmente, informó que Colombia tendría que pensar en comprarle gas a Venezuela, al menos en los próximos siete años cuando se agoten las existencias, una iniciativa que, en caso de cristalizarse, podría disparar el precio del servicio público en el país, según expertos.
Posteriormente, protagonizó un desplante a la prensa en un evento público en Cartagena porque se molestó con los periodistas que le lanzaron varios interrogantes al tiempo. Horas antes, le había pedido a los demás países que decrecieran en sus economías.
Días después confundió millones y billones en un debate legislativo y hasta el senador de la Alianza Verde, Inti Asprilla, también cercano al gobierno Petro, le pidió que no leyera en su intervención en el Congreso porque no lo permitía la Ley 5.
En menos de tres meses, Vélez se convirtió en el personaje más cuestionado del gobierno Petro y sus palabras han generado incomodidad hasta en los ministros más experimentados del gabinete presidencial que creen que debería existir un solo discurso. Sin embargo, el presidente, contra viento y marea, la ha defendido y hasta comparó en una oportunidad los ataques contra ella a los que soportó cuando fue alcalde de Bogotá y decidió cambiar el modelo de recolección de basuras en la capital.
En la oposición está claro que difícilmente obtendrán un triunfo en la moción de censura contra Irene Vélez porque Petro aún amasa una aplanadora legislativa a su favor. Sin embargo, el descontento contra la ministra proviene desde todos los flancos y cualquier cosa puede ocurrir.