Un día después de finalizado el primer período de sesiones ordinarias del año, en que el gobierno de Gustavo Petro terminó con un sabor agridulce porque el grueso de sus reformas no se aprobaron, el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, convocó al Congreso a sesiones extraordinarias.
Lo hizo a través del Decreto 0999 de junio de 2023, en el que especifica que se convoca a sesiones extraordinarias desde este jueves 22 de junio hasta el sábado 24 de junio.
Y aclara que durante los dos días de extraordinarias, el Legislativo se ocupará de estudiar y aprobar dos proyectos.
Uno de ellos, la Ley orgánica 330 de 2023, por la cual se adiciona un artículo a la Ley 2200 de 2002, estableciendo las reglas para determinar el número de diputados de las asambleas departamentales del país. Cabe recordar que aún se desconoce oficialmente cuántos diputados debe haber en cada región.
Además, se contempla el estudio de la Ley 342 de 2023, por la cual se adiciona y efectúan algunas modificaciones al presupuesto general de la nación de la vigencia fiscal de 2023.
El decreto firmado por el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, descarta el estudio y aprobación de las reformas pensional y de salud, dos de las más importantes iniciativas del Gobierno Petro.
Aunque ambos proyectos podían ser incluidos para ganar tiempo, el Gobierno tiene claro que la relación entre el Congreso y la Casa de Nariño no atraviesa por un buen momento y existe un riesgo alto de que terminen hundidas.
Por eso, ante lo ocurrido recientemente con la reforma laboral, que terminó hundida por falta de quórum, el ministro Velasco prefiere que el estudio se adelante después del 20 de julio, cuando el legislativo empezará el segundo período de ordinarias.
Con eso, el Gobierno tendrá el tiempo de hacer el lobby con los partidos políticos y tratar de reconstruir la coalición de gobierno que Gustavo Petro voló en mil pedazos y que hoy le pasa factura en el Legislativo.
La estrategia del ministro del Interior de ganarse voto a voto a las mayorías en el Congreso y pasar por encima de los directivos de los partidos políticos no arrojó mayores resultados.
Aunque hay optimismo en los pasillos de la Casa de Nariño, el escenario no será tan sencillo después de julio para las reformas.
De entrada, el Gobierno no tendrá mesas directivas de su bolsillo en el Senado y la Cámara porque la Alianza Verde y el Partido Liberal ocuparán las dos presidencias legislativas después del 20 de julio.
El primer partido actualmente es cercano al Gobierno, mientras que el segundo mantiene amplias diferencias con la Casa de Nariño.
Vale anotar que el presidente Gustavo Petro no tiene buena relación con el expresidente César Gaviria. Y mucho más cuando el ministro Luis Fernando Velasco viene buscando, desde el Ejecutivo, mover los hilos para que haya una renovación de las directivas en el trapo rojo.
Además, la Casa de Nariño se enfrentará a las elecciones regionales de octubre, en las que muchos congresistas estarán concentrados en busca de votos. El problema es que esas ausencias llevarán, en ocasiones, a que falte el quórum y se hundan los proyectos.