El Banco de Alimentos de Colombia informó que la situación nutricional en el país empeoró en el último año, según el mapa del hambre del Programa Mundial de Alimentos. De acuerdo con la información suministrada por la organización, el país incrementó el riesgo, que pasó de moderado a alto.
La medición tiene en cuenta datos sobre seguridad alimentaria, clima, tamaño de población, conflicto, peligros, nutrición e indicadores macroeconómicos. Principalmente, el mapa divide niveles de riesgo basados en prevalencia del consumo insuficiente de alimentos y la prevalencia de estrategias para afrontar el hambre.
En este sentido, en julio de 2022, Colombia se encontraba en nivel cuatro, que significa riesgo moderado y estable. Un año después, en el mismo mes de 2023, el país asciende a nivel 2, con riesgo alto y estable.
El indicador de insuficiencia alimentaria, que muestra a las personas que no pueden consumir alimentos ricos en nutrientes todos los días, también subió. Para julio de 2022, había 9,8 millones de personas en dicha condición, cifra que aumentó hasta 16,3 millones para este año.
El número de personas que aplican estrategias para afrontar el hambre también se redujo, si se le compara con los primeros meses del año pasado. En julio del año pasado, 18,9 millones de personas intentaron ayudar para resolver dichos problemas, mientras que en 2023 la cifra se mantuvo con 18,8 millones.
En otra gráfica, se muestra cómo el país pasó de 15 departamentos en riesgo moderado y en deterioro a 11 departamentos en riesgo alto y moderado o superior.
En el momento, los territorios más golpeados por la falta de acceso a la comida son Nariño, Cauca, Valle del Cauca, Atlántico, Chocó, Córdoba, Sucre, Magdalena, Cesar y La Guajira. De ellos, los cinco primeros “exhiben una tendencia alarmante hacia el deterioro de su situación alimentaria”.
“Es relevante mencionar que, en julio de 2022, estos municipios se hallaban en un nivel de riesgo moderado, nivel 3. Desde entonces, han experimentado un aumento significativo en su población con insuficiencia alimentaria. Cabe anotar que estos cinco departamentos tienen más del doble de su población en inseguridad alimentaria, con respecto a julio de 2022″, se lee en el informe.
Por ejemplo, en el Atlántico, se pasó de 400 mil personas en insuficiencia alimentaria a 950 mil personas en 2023. En el Cauca, el cambio fue de 240 mil personas a 550 mil. En el departamento del Chocó, se pasó de 90 mil personas a aproximadamente de 210 mil.
Nariño pasó de 290 mil personas a 660 mil personas. El más dramático fue el cambio en Valle del Cauca, que pasó de 730 mil personas en esa situación a más de 1,6 millones.
En entrevista con SEMANA, Juan Manuel Buitrago, director ejecutivo del Banco de Alimentos de Colombia, explicó que la situación se debe a varias razones, tanto internas como del contexto internacional.
“El hambre en Colombia y en el mundo viene empeorando. En primer lugar, es el cuarto país con más personas desplazadas por grupos armados ilegales, más de 5,2 millones de personas. Esto incide en la seguridad alimentaria”, dijo Buitrago.
En segundo lugar, el director de la organización mencionó la migración venezolana a Colombia como otro factor que incide en los problemas de seguridad alimentaria. Tercero, influye la inflación de los alimentos, que el año pasado estuvo por encima del 27 %. Incluso, Buitrago mencionó la guerra entre Rusia y Ucrania como uno de los factores internacionales que llevan a esta crisis global.
“En Colombia, más de 19,6 millones de personas viven por debajo de la línea de pobreza, con ingresos per cápita promedio de 354 mil pesos mensuales. La pregunta es: ¿cuánto le cuesta a un colombiano alimentarse de manera óptima? Y el dato, en promedio, es que un colombiano se tiene que gastar 643 mil pesos al mes para comer el plato óptimo. Todo esto para decir que cerca de 19,6 millones de colombianos, que viven por debajo de la línea de pobreza, no pueden comer el plato óptimo”, contó el director del Banco de Alimentos de Colombia.
El director de la organización también llamó la atención del Gobierno nacional, que si bien ha hablado de erradicar el hambre en Colombia, poco se ha hecho hasta el momento para lograr ese objetivo. Buitrago aseguró que ha habido reuniones, pero que falta unir esfuerzos en torno a la lucha contra la inseguridad alimentaria.
“Entonces, la invitación que hacemos siempre muy respetuosamente al Gobierno es a que nos juntemos, porque hoy eso no está pasando. Tenemos que ser capaces de juntar las capacidades del Gobierno nacional, de los gobiernos territoriales, del sector privado y de las organizaciones que han inmovilizado la cooperación internacional, incluso en los medios de comunicación, para poder ser capaces de acabar el hambre en Colombia. Cada uno por su lado no vamos a lograr lo que quisiéramos”, agregó.