Minutos después de que SEMANA revelara en exclusiva unos audios comprometedores donde el secretario general de la Dirección de Prosperidad Social, Jonathan Ramírez Nieves, se confabula con un empresario para, presuntamente, manipular licitaciones, la directora de la entidad, Cielo Rusinque, convocó con urgencia a una reunión en su despacho al equipo jurídico y el personal de su confianza.
La funcionaria rechazó internamente lo acontecido y anunció medidas especiales. Una de ellas tiene que ver con la permanencia del funcionario en el cargo. Al fin y al cabo, él es ordenador del gasto en dicho despacho y maneja, en parte, algunos procesos contractuales.
Rusinque ―quien dijo internamente que lo más importante es la imagen y el normal funcionamiento del DPS y el gobierno de Gustavo Petro― no ha hablado oficialmente con la prensa, pero esta revista estableció que la entidad prepara un comunicado de prensa que publicará en los próximos minutos, donde se confirmaría la salida del cargo de Ramírez Nieves. Lo que se desconoce, al menos de momento, es si renunciará o lo declararán insubsistente.
Según la hoja de vida de Ramírez Nieves, es abogado y en los últimos 10 años trabajó en diferentes entidades de Bogotá, como las secretarías de Gobierno, Ambiente, Integración Social, el Instituto de Protección y Bienestar Animal. En el 2016 aspiró a ser alcalde local de Teusaquillo. Igualmente, entre enero y marzo del 2021, estuvo vinculado a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales. Antes de llegar al DPS, era abogado de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
SEMANA reveló que la conversación se desarrolla con un empresario identificado como Eduard Sosa. En el diálogo, el funcionario y el particular planean cómo manipular presuntamente las licitaciones del DPS, dándoles una cara de aparente legalidad y pluralidad de oferentes.
Aunque en el audio que conoció esta revista se escuchan solo las voces de los dos protagonistas mencionados, la forma en que se conversa sugiere que hay más asistentes en la reunión.
En la primera parte de la grabación, hablan de un computador con un IP que permite que los particulares modifiquen los pliegos de las licitaciones como si los cambios fueran realizados por el propio Ramírez Nieves, secretario general del DPS.
EDUARD SOSA: Un IP, un IP diferente (…) Entonces (te) toca comprar un IP a ti.
JONATHAN RAMÍREZ: No, no, no, no es pa’ mí, sería un computador para que ustedes manejen (…).
La instrucción de Ramírez Nieves es clara: “Que no esté registrado a mi nombre (…), que cuando hagan (sic) los cambios diga Jonathan Ramírez, no aparezca Eduard Sosa…”. El empresario le responde: “Entonces (te) toca comprar un IP a ti”.
La trampa consiste en que los empresarios accedan de manera directa a las condiciones de las licitaciones, sin que nadie lo sospeche, porque el nombre que aparece del IP en el computador será el de Ramírez como secretario general del DPS.
El empresario le pedía que la información de la IP no saliera a su nombre. Por eso, el funcionario es insistente: “No es pa’ mí, es para tu equipo, es pa’ ́tu equipo marica, que me cojan y me hagan la proyección, que cojan la licitación (confuso)…”.
Pero la estrategia es redonda. El secretario general del DPS les pide a sus interlocutores que entren a la licitación con varias de sus empresas de tal suerte que, al final, la elegida sea de ellos, y todo se vea como si fuera un proceso transparente y con múltiples oferentes.
“Yo qué necesito, y esta petición no sé cómo cerrarla, necesito que en la licitación haya harta gente, harta gente, varias compañías, que sean tuyas, que las metamos y qué…”, les pide Ramírez Nieves.
Sosa responde de inmediato y deja ver todo su arsenal y hasta dónde estaría dispuesto a llegar, presuntamente, para ganarse los contratos. Al parecer, el funcionario pedía cambiar la dirección IP.
EDUARD SOSA: Somos 14 empresas, yo te zampo 7 de las cuales…
JONATHAN RAMÍREZ: Y de las 5, las 5 cumplen, entonces ahí ya hay pluralidad de oferentes.
Al final de la grabación se escucha que el secretario general del DPS está preocupado por algo en particular y le lanza una pregunta directa a Sosa y, aparentemente, a las otras personas que están allí.
JONATHAN RAMÍREZ: ¿Quién de ustedes está manejando Iraca?
EDUARD SOSA: Mi hermano, yo le dije que tenemos toda la experiencia en la Unidad...
JONATHAN RAMÍREZ: Porque lo que pasa es que hay una mierda con una unión temporal, sobrecostos del 50 %...
En ese momento, la grabación se interrumpe, y queda clara la estrategia que planean para amañar, supuestamente, las licitaciones del DPS de manera corrupta.
El Iraca al que se refieren en la grabación es un programa de seguridad alimentaria dirigido a hogares y comunidades étnicas indígenas y afrocolombianas, según el propio DPS.