Tras las declaraciones del presidente Gustavo Petro donde anunció el “cierre del proceso de paz” con el ELN tras el atentado en Arauca que dejó 2 muertos y 25 militares heridos, la delegación de paz del Ejecutivo expidió un comunicado donde fijó su postura frente a ese grupo criminal.

Por primera vez los negociadores aceptaron que las conversaciones de paz con ese grupo criminal son inviables y que sus acciones terroristas no se pueden tolerar en el país.

“Nuestra delegación de paz manifiesta su absoluto rechazo al ataque perpetrado por el ELN a la base militar de Puerto Jordán, Arauca. Durante estos meses el Gobierno ha hecho llegar múltiples propuestas”, dicen. En el comunicado agregan: “Hoy el proceso de diálogos queda suspendido. Su viabilidad está severamente lesionada”.

Sin embargo, dejan abierta una puerta para seguir negociando más adelante. “Su continuidad solo puede ser recuperada con una manifestación inequívoca de la voluntad de paz del ELN”.

El comunicado de los negociadores del Gobierno Petro resulta paradójico porque realmente las negociaciones estaban suspendidas desde hace meses por cuenta de las exigencias del grupo criminal y por esa razón los ciclos estaban congelados. Los guerrilleros lanzaron ultimátums al Ejecutivo y fueron los que pusieron condiciones para seguir en la negociación y dejaron vencer la vigencia del cese al fuego bilateral.

Por esa razón, la comunicación del Ejecutivo sencillamente matiza lo que ya había ocurrido y era una suspensión del diálogo y un aprovechamiento por parte de los criminales para fortalecerse militarmente en todo el territorio nacional y continuar con sus actividades delictivas.

Por ahora no se conoce si la delegación de paz del Gobierno Petro para estos diálogos será desintegrada o si continuará labores a la espera de manifestaciones de paz de dicha guerrilla que asesina a colombianos.

Petro y ELN | Foto: Getty Images y AFP

En un evento que se realizó en la Casa de Nariño, sobre la posesión de una nueva magistrada del Consejo Superior de la Judicatura, el presidente Gustavo Petro tomó una drástica decisión sobre los diálogos de paz con la guerrilla del ELN.

En ese sentido, en su declaración, el mandatario colombiano habló del cierre del proceso de paz con ese grupo terrorista, al condenar de manera enérgica el atentado de este martes, 17 de septiembre, que dejó dos muertos y 25 militares heridos en Arauca.

“Entonces pienso que sí, porque las consecuencias de las acciones y del flujo de la historia hoy nos traen un hecho dramático, repetido en nuestros últimos años: una volqueta cargada de explosivos que hiere a 25 jóvenes y mata a dos, dentro de los datos que tengo, puesta por el ELN con quien estábamos conversando de paz”, expresó Petro.

Y avanzó en su intervención: “Obviamente, como sucedió aquella vez en otro sitio aquí cerca, en la Escuela de la Policía, donde murieron muchísimos agentes de Policía, alféreces, que estaban estudiando allí, pues prácticamente es una acción que cierra un proceso de paz con sangre”.

“Es como un eterno devenir, silenciar una parte del pueblo y seguir en guerras, matándonos entre nosotros una y otra vez, como si esa fuera nuestra historia”, dijo el mandatario colombiano.

También expresó: “A veces queda difícil preguntarnos si es que vamos a seguir por ahí, si es que los que no son de determinada élite no pueden estar aquí y, al mismo tiempo, si entonces la consecuencia es estarnos matando entre nosotros”.

“Creo que el tema no tiene que ver exactamente con tu posesión, sino que tendrá que ser materia también de tus análisis, etcétera, como jurista dentro del Estado que ahora eres. Yo no los conozco a ustedes, no sé su pensamiento político, pero sí estas reflexiones, porque ahora se abren de nuevo en la historia de Colombia”, anotó el mandatario colombiano.

Diferentes sectores políticos habían advertido que el grupo criminal del ELN no tenía verdaderas intenciones de paz y solicitaron al Gobierno Petro levantarse de la mesa de diálogo.