Este fin de semana, el grueso de los magistrados del Consejo Nacional Electoral (CNE) se puso de acuerdo en el nombre de la nueva presidenta del tribunal electoral: Fabiola Márquez Grisales. Y tal como lo acordaron, así votaron este lunes cuando oficialmente se pusieron cita para escoger el nombre, después de una fuerte puja interna.
El vicepresidente del CNE es el magistrado y excongresista huilense Álvaro Hernán Prada, quien terminó inclinando la balanza a última hora, porque hasta el fin de semana pasado respaldó el nombre del magistrado Benjamín Ortiz, del Partido Liberal, pero posteriormente terminó apoyando a Márquez.
SEMANA conoció que la votación fue 6-3 y la nueva presidenta terminó con el respaldo de magistrados del Partido Conservador y el Centro Democrático. Los únicos togados que no respaldaron el nombre de Fabiola Márquez fueron Maritza Martínez, del Partido de La U, Benjamín Ortíz, del Partido Liberal y César Lorduy, de Cambio Radical.
El gran ganador del pulso político es el presidente Gustavo Petro, ya que Márquez es amiga personal del presidente y laboró a su lado cuando él fue Alcalde de Bogotá. Además de esto fue postulada para el Consejo Electoral por el Pacto Histórico, la plataforma política que apoyó al mandatario en la pasada campaña presidencial.
Mientras tanto, los grandes perdedores son el registrador Alexander Vega, cercano al magistrado Benjamín Ortíz, y el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, amigo del magistrado Altus Baquero, quien estuvo de presidente encargado durante varias semanas.
Aunque históricamente Ortiz no ha sido cercano a Vega, su posición como secretario de la Registraduría Nacional, cargo que desempeñó en la administración del actual registrador, hizo que el jefe de la entidad electoral acompañara su nombre para llegar al Consejo Nacional Electoral.
Hasta el jueves pasado, la presidencia estaba casi asegurada para el magistrado Benjamín Ortíz, el candidato cercano al registrador Alexander Vega, pero las diferencias de él con su compañero Altus Baquero lo llevaron a perder el pulso político. En otras palabras, la puja en ese caso habría sido entre Vega y Camargo, cercanos a cada uno de estos dos magistrados del CNE.
Recordemos que, aunque ambos fueron avalados por el Partido Liberal, Baquero no respaldó la candidatura a la presidencia de Ortíz, porque pensó que él estaba detrás de la campaña mediática en su contra que apuntaba a que no reunía los requisitos para ser magistrado del CNE.
Mientras se daba esta puja dentro de los liberales, Fabiola Márquez fue abonando terreno y al final terminó con el respaldo de las mayorías.
La nueva presidenta es abogada de la Universidad Santo Tomás, administradora pública territorial y municipal de la Escuela Superior de Administración Pública, candidata a magíster en Justicia Constitucional y Derechos Humanos de la Universidad de Bolonia (Italia), especializada en Gestión Pública, Derechos Humanos y Derecho Procesal.
Es antioqueña. Tiene más de dos décadas de experiencia profesional en entidades públicas del orden nacional como la Corte Constitucional, el Congreso de la República, el Consejo Nacional Electoral y el Ministerio del Interior.
En la Alcaldía de Bogotá fue gerente del Fondo de Vigilancia y Seguridad; directora encargada de la UAESP en 2015; jefe jurídica de UAECOB; asesora de la Alcaldía Mayor Bogotá y de la Secretaría de Gobierno 2012 -2014; directora de Defensa Judicial y de Control de Gestión de Aguas de Bogotá, personera local de Chapinero y personera delegada en Derechos Humanos y Asuntos Disciplinarios, entre otros cargos.
Lo que busca el Consejo Nacional Electoral es que las presidencias sean anuales y que las ocupen dos magistrados cercanos al gobierno Petro, un contradictor y un magistrado independiente. Sin embargo, cada año traerá su propio afán.