Este sábado 6 de agosto, el presidente electo Gustavo Petro recibió su segunda investidura presidencial, una posesión espiritual llevada a cabo en el Parque Tercer Milenio de Bogotá, organizada por las comunidades indígenas, campesinas, afro y líderes sociales.
De esta manera, esperan simbolizar el comienzo de un gobierno distinto, que de acuerdo con los organizadores es el primero que los representa.
La posesión estuvo marcada por rituales indígenas que les otorgan “limpieza del poder” y “transformación en la casa de Nariño”.
Petro está acompañado de Francia Márquez, quien también es partícipe de los rituales.
El primer discurso de Petro en la “posesión espiritual”
“Les quiero agradecer su presencia a este acto ceremonial, ya veníamos desde la sierra nevada en una actividad que tiene que ver con la posesión de un presidente por parte de su propio pueblo. Aquí va a comenzar un gobierno que esperamos sea de la paz en primer lugar, que pueda traerle a Colombia lo que no ha tenido durante siglos, que es la tranquilidad de la paz”, dijo Petro en un primer momento.
Seguido a esto, habló sobre las prioridades que manejará en cuanto a las comunidades afro, indígenas, campesinas y a los líderes sociales y señaló que luchará por la justicia ambiental y social.
“Aquí inicia un gobierno que luchara por la justicia ambiental, podernos equilibrar con la naturaleza. En tercer lugar, luchar por la justicia social en una de las sociedades más desiguales sobre la tierra. Debemos construir justicia entre los seres humanos. Para que el país pueda ser un país de paz, de justicia ambiental y justicia social”, explicó asegurando que son los tres objetivos que se proponen como gobierno.
“¡Que viva Colombia, potencia mundial de la vida!”, exclamó.
Entrega de la posesión espiritual y popular
Tras el discurso, Petro recibió el mandato espiritual y el mandato político y popular. En él se señalan una serie de peticiones que, de acuerdo con ellos, ayudará a construir un país diferente.
“La investidura espiritual lleva consigo la memoria y la dignidad de los pueblos y dignidades rurales y urbanas, nunca debe olvidarse de ello porque ahí está la fuerza para llevar los cambios que Colombia necesita”, se lee.
De igual manera, la vocería señaló que están dispuestos a juntar fuerzas para avanzar en la transformación que permita vivir en paz y en dignidad. “El único camino posible para la transformación en el país se dará con el trabajo articulado y respetuoso entre los poderes gubernamentales, las formas de gobierno propio, desde las autonomías y determinación de los pueblos que hemos construido para lograr las condiciones del vivir sabroso desde nuestros territorios”.
Sobre la misma línea, señalaron que “esto será posible si logramos construir canales permanentes, sistemáticos y decisorios para transformar el país. Esa tarea no es fácil, pero juntos lo vamos a lograr”.
La vocera continuó señalando que “el mandato de este Gobierno es claro, señor presidente, dialogar, conectar, decidir y ejecutar políticas con el pueblo colombiano para la superación de las brechas que no tienen viviendo la más profunda crisis humanitaria, social y ambiental de nuestra historia”.
Así mismo, señalaron que pedían algunos cambios necesarios como la transformación de las condiciones de mujeres y comunidad LGBTI para el pleno goce de sus derechos, acabar el TLC, el narcotráfico, velar por el cuidado del medio ambiente y los patrimonios de la nación para evitar el enriquecimiento de algunos bolsillos y el empobrecimiento de otros.