Un nutrido grupo de indígenas que se quedó en Bogotá, tras participar en las marchas del 27 de septiembre, que fueron promovidas por el gobierno del presidente Gustavo Petro, está bastante molesto con el Ejecutivo y exige que sean recibidos por funcionarios del Estado para que se cumplan “con los compromisos adquiridos”.
Sin embargo, se desconocen cuáles son esos compromisos a los que hacen referencia, pero lo cierto es que tumbaron las vallas que están instaladas en la esquina de la Alcaldía de Bogotá, en la carrera octava y que conducen directamente a la Casa de Nariño.
La Pola Prensa reveló unos videos donde queda en evidencia la molestia de los indígenas y el momento exacto en que tumban las vallas para continuar por la carrera octava hacia el Palacio Presidencial.
“Es para denunciar las irregularidades porque es increíble que no tengan tiempo para atendernos 10 minutos. La viceministra del Interior, Lilia Solano, no quiere atender a los paisanos y ya hay unos compromisos adquiridos con ella y delega funcionarios que no tienen capacidad de decisión”, dijo uno de los indígenas.
Señaló que hacen parte de la comunidad misak, pero no aclaró cuáles con esos compromisos que adquirió la viceministra Solano. Aunque estuvieron durante varios minutos en la plaza de Bolívar esperando que los atendieran, nadie del Gobierno Petro habló con ellos, por lo que tomaron la decisión de tumbar las vallas para intentar llegar a la Casa de Nariño.
Otro de los líderes presentes manifestó que el Gobierno nacional está incumpliéndoles y que por eso piden que los reciban para dialogar. “Pedimos que nos dé la cara (Lilia Solano) porque estamos acá desde hace rato”, dijo.
Ante la decisión que tomaron los indígenas, el esquema de seguridad de la Casa de Nariño tuvo que actuar rápidamente para evitar que llegaran a la Casa de Nariño, que está a dos cuadras de donde tumbaron las vallas.
En el video se observa cómo los indígenas ingresaron y manifestaron estar dispuestos a enfrentarse con la Fuerza Pública porque no se irán del lugar hasta que la funcionaria del Ministerio del Interior se reúna con ellos.
La comunidad misak aseguró que durante todo el día les manifestaron que serían atendidos, pero que eso no ocurrió y que por esa razón tomaron la decisión de tumbar las vallas. “Venimos desde muy lejos y como en todos los gobiernos, nunca cumplen”, manifestó otro de los líderes.
La situación fue controlada rápidamente por los organismos de seguridad, pero llama la atención que estas comunidades llegaron a Bogotá para participar de la marcha que convocó el propio Gobierno Petro y se tenía previsto que en la mañana de este jueves –28 de septiembre– todos retornaran a sus lugares de origen, pero muchos de ellos se quedaron en la capital.
Por ahora, nadie del Gobierno nacional se ha pronunciado sobre estos hechos y se desconoce si habrá ese diálogo que están pidiendo los indígenas que manifestaron la intención de quedarse en la capital hasta que sean recibidos por funcionarios del Gobierno Petro.