Altas fuentes de la Casa de Nariño le confirmaron a SEMANA que la exjefe de Despacho del presidente Gustavo Petro, sufrió un cuadro de descompensación desmayándose mientras salía del Palacio Presidencial.
De acuerdo con las fuentes consultadas, Sarabia enfrentó un episodio fuerte de estrés por lo que tuvo que ser atendida por paramédicos que luego de revisarla lograron estabilizarla.
Sarabia, se encuentra en el ojo del huracán por el escándalo de las chuzadas ilegales en contra de su exniñera Marelbys Meza y de un supuesto abuso de poder por llevarla a la sala de polígrafo en el edificio Galán al frente de la Casa de Nariño.
La exjefe de Despacho y quien era la mano derecha del jefe de Estado Gustavo Petro estaba este lunes 5 de junio en las instalaciones del Palacio Presidencial ultimando detalles y trámites correspondientes a la entrega de su cargo, luego de que el presidente la sacó de su Gobierno el viernes de la semana pasada.
En esa ocasión y con respecto a Sarabia, el mandatario defendió a quien figuró como la jefa de su despacho, siendo una de las mujeres más poderosas de Colombia: “No (se han) parado a pensar ni siquiera qué podría pensar una joven mujer recién parida con su primer niño, con su primera experiencia maternal, cuando le sucede un hecho en su vida doméstica que la hace sentir en la zozobra y que reacciona dentro de la ley al punto que se usó el polígrafo que yo ni he logrado saber dónde está”.
“Nos vamos presos”: aquí están los explosivos audios de Armando Benedetti a Laura Sarabia. Le advierte que puede contar toda la verdad sobre la financiación de la campaña de Gustavo Petro
El escándalo que involucra a Armando Benedetti y a Laura Sarabia tocó directamente al presidente Gustavo Petro.
Ante lo que parece ser un plan estratégico para ocultar la verdad, SEMANA revela en exclusiva unos explosivos audios que el entonces embajador en Venezuela le envió a quien era en ese momento la jefe de gabinete del Gobierno. Allí queda la evidencia de que Benedetti es una pieza clave para establecer cómo se financió la campaña presidencial de Petro, en 2022.
Estas pruebas difieren de lo que el exdiplomático le dijo al portal Cambio, en que aseguró que no había “nada irregular” sobre lo que fue la contienda.
“Nos caemos todos, hijueputa”
En lo que se escucha en los audios, Benedetti es consciente de todo lo que sabe y se lo enrostra permanentemente a Sarabia, quien fue su aliada, su subalterna y, al final, terminó convertida en su peor enemiga.
Todo explotó porque Benedetti pidió una cita con el presidente Petro, en la Casa de Nariño, y lo dejaron tres horas plantado, según su relato. Él se sintió humillado y le reclamó con dureza a Sarabia.
“Lo que te estoy diciendo, Laura, es que ese tratamiento (...). Y ayer el presidente: ‘No, no, es que tengo afán’. Ajá, marica, yo hice cien reuniones (...), 15.000 millones de pesos, es más, si no es por mí, no ganan. Entonces, así sea de hipócrita, uno va y recibe a la gente, pero el tratamiento que tú y el presidente me dieron ayer, marica, yo no sé; además, lo que te voy a decir no es una amenaza (...), veo que esto me puede emputar, pateo hijueputa, y ahí nos caemos todos hijueputa”, le dijo Benedetti a Sarabia.
La conversación, rápidamente, se transformó en una cruda pelea. “Perdón, Laura, pero es que uno también explota, es que se pasan de calidad, yo fui el que organicé todos los votos, hijueputa, en la Costa, todos, hijueputa, sin que pusieran un peso y además esa plata se fue para el Pacífico. ¿Quién ve eso ahora? Nada. ¿O es quieren que diga, hijueputa, quién fue el que puso la plata? No me jodan la hijueputa vida, no me jodan la vida, porque lo que pasó ayer y antier [fue] una mierda Laura, de parte tuya y de parte del presidente”.
Benedetti le hizo una advertencia: “Prepárense porque yo en cualquier momento reclamo mi espacio político y no lo hagan para que vean, y si creen que es una amenaza, es una amenaza y si quieres grabarlo, grábalo, exploto porque ayer ustedes me maltrataron como una mierda y eso no se le hace a Benedetti”.
Dolido, el hoy exembajador le dejó claro a Sarabia que no estaba jugando y se preocupó por advertirle que no era una amenaza.
“Era como tratando de enrostrame ‘tú no vales verga’, pero yo no entiendo tú de dónde sacas eso y no es una amenaza (…), no sé. Con tanta mierda que yo sé, pues nos jodemos todos, sí, ustedes me joden a mí, yo los jodo a ustedes, pero se caen las Torres Gemelas. (…) A Osama Bin Laden, cuando tumbó las Torres Gemelas, le importaba una mondá la imagen y si lo iban a matar o no lo iban a matar, pero tumbó las Torres Gemelas”, señala Benedetti, en uno de los apartes más candentes conocidos por SEMANA.
“Al tigre hay que dejarle una salida”
Benedetti estaba cansado en Venezuela y tenía la esperanza de volver a Bogotá luego de las conversaciones que había tenido con el presidente Petro y las promesas que le había hecho para regresar, y mucho más con los cambios en el gabinete.
“Laura, tú me conoces a mí. [Mira] el cuento del tigre, al tigre hay que dejarle una salida porque, si no, se tira encima de las personas. Y tú sabes que yo soy tigre que, sin salida, de pronto me tiro encima de las personas”, le subraya Benedetti a Sarabia.
El entonces embajador contó que salió llorando de la cita en Palacio. “Yo te lo juro que ayer, cuando salí de Palacio, me fui llorando, me fui con el ojo (…), no hay derecho a que tú, tú, tú, olvídate de Petro, Petro puede ser un hijueputa, y es hijueputa y lo conocimos hace un año, que entre otras cosas tú no querías que lo apoyáramos”.
Además, expresó su molestia porque se sentía relegado, mientras Sarabia concentraba todo el poder al ser la sombra del presidente Petro.
“Yo no entiendo, supongamos que [Petro] ya no me quiere, que me odia, eche, hay otras cosas que debe rescatar de mí, jueputa. Yo trabajé en la puta campaña, hice lo demás, hice lo otro, ¿cómo así que no? ¿Tú me has pedido, me has hecho un favor? ¿Yo he nombrado un portero? (…) ¿Tú me has pedido una hoja de vida de algo, de bacán, de amistad? No (...). Nadie me deja tirado tres horas ahí, un man que hizo cien reuniones en una campaña política, un man que consiguió 15.000 millones, y ahora… que busqué toda la plata y tú lo sabes más que nadie, pa’que se fueran a los hoteles, para que se viniera para acá y todo lo demás”.
Benedetti estaba indignado y le decía a Sarabia que el presidente le debía su triunfo en las urnas. Durante la campaña, la sombra del candidato Petro era, sin duda, el exsenador Benedetti. Le organizaba la agenda, le hacía cumplir sus citas en los medios y hasta le administraba su vida con tal de que cumpliera con todos los actos.
“Nadie, ni Petro, trabajó más que yo en esa hijueputa campaña. Si no hubiera sido por mí, no ganan, hijueputa, no gana nunca. Pa’ que me dé ese tratamiento: ‘Tengo que ir a grabar’, no se qué mondá y tú emputada y la gente, nada, ‘¿qué hace usted aquí?’. ¿Qué es eso, Laura?”, le dice Benedetti.
Grave acusación contra Prada y Roy
En los audios se pone de presente una información muy grave. “El señor Prada se robó todo el ministerio con la mujer, el señor Roy (…) todo hijueputa, todo (…)”.
Benedetti, furioso, le hizo una comparación a Sarabia que pareciera premonitoria sobre el escándalo que se desataría si se descubre lo que ocurrió en la Costa con la financiación de la campaña presidencial de Petro.
“En el momento en que yo diga quién dio la plata aquí en la Costa, yo sé que es esa mondá, tú que no sabes un culo de historia, lee cómo empezó el hijueputa [proceso] 8.000 y por qué empezó, ahí está la clave de todo lo que te va a pasar, y si tú crees que es un chantaje, cree que es un chantaje, es una respuesta a una forma de hijueputas de ustedes, es una respuesta a una hijueputada, no es chantaje todavía”, le aseguró Benedetti a la que era la mano derecha de Petro. Y le insistió: “Vamos a ver qué tal que uno diga quién fue el que puso la plata aquí en la Costa… jum…”.
Las conversaciones duraron varios días y allí salta a la vista que el nombre de Benedetti se consideró para varios cargos en el Gobierno, en Bogotá.
Ante lo que parece un incumplimiento, en uno de sus audios, se escucha explotar a Benedetti.
“No te estoy amenazando, pero ahora sí te amenazo, hijueputa, a ti y al presidente, ¿oíste? No te estoy amenazando, pero si tú quieres que te amenace, yo salgo y cuento todo lo que sé. Que sé bastante para acabar con el mundo, ¿oíste? Con el de ustedes y con el mío. Así que no me vengas a hablar en ese tono tan maricón que no te estoy amenazando, te estoy es reconviniendo, por una hijueputa como tú que se ha portado conmigo, como una hijueputa después de todo lo que yo hice por usted también”.
Benedetti desafió a Sarabia. “Tienes huevo al decirme que amenace al presidente. ¿Quieres esa pelea? ¿Quieres esa puta pelea? ¿Dime cuándo la quieres? Hazle, pues, dale. En vez de tratar de reconocer el error y tratar de enmendar las cosas, tú lo que quieres es pelea, hijueputa, ¿me estás usando? Dale, hijueputa, se acaba el mundo tuyo, el mío y el de todo el mundo (...), todo el mundo, hijueputa”.
El entonces embajador trataba de explicarle a Sarabia que su rabia no era por puestos, aunque todo el tiempo reclamaba que no le habían dado ninguno. Por el contrario, volvía y le advertía que los escándalos de los presidentes en el mundo se han desatado a partir de alguien de adentro, dolido, así como estaba él.
“Oye, Laura, tú deja de ser tan imbécil, de verdad crees que esto es de contratos. ¿Estás viendo lo que pasó en la campaña? ¿Qué es lo que te pasa? ¿Me estás amenazando, Laura? ¿Tú me estás amenazando a mí, Laura? Como tú no sabes un culo, revisa cómo son los escándalos en la hijueputa vida aquí y en todas partes del mundo, a alguien como yo se lo culean y creen que lo van a joder (...) ¿Y ahora estás en ese plan? Dale, Laura, dale, mi Laura, dale, mi Laura, dale, es un ciempiés al lado de 20 King Kongs”.