El nombramiento de César Ferrari en el Departamento Nacional de Planeación pende de un hilo y en los pasillos de la Casa de Nariño está claro que él no será quien ocupe dicha cartera, pese a que el presidente Gustavo Petro anunció su designación con bombos y platillos a través de Twitter.
“César Ferrari será el director de planeación nacional, DNP, ingeniero civil de la Universidad Católica del Perú, máster en planificación regional y urbana de la New York University, y doctor en Economía de Boston University, actual profesor de economía de la Javeriana”, informó el mandatario durante el fin de semana.
Sin embargo, Ferrari es peruano por nacimiento, italiano por sangre y colombiano por adopción, una condición que legalmente le impide hacer parte del gabinete presidencial
Algunos expertos en derecho constitucional indican que, según la ley, ese nombramiento no podría efectuarse, pues en el Artículo 29 de Ley 43 de 1993 se especifica que en algunos cargos como el de presidente, vicepresidente, senadores, magistrados, fiscal general, contralor, procurador, ministros y directores de departamentos administrativos, tendrán que fijarse muy bien en la doble nacionalidad, pues generaría una limitante.
“Limitaciones a los nacionales colombianos por adopción que tengan doble nacionalidad. Los nacionales colombianos por adopción que tengan doble nacionalidad, no podrán acceder al desempeño de las siguientes funciones o cargos públicos: Los referentes en el artículo anterior. Los Congresistas (artículo 179, numeral 7 C.N.) Los ministros y directores de Departamentos Administrativos”, dice textualmente la ley.
SEMANA conoció que el equipo de asesores de Petro buscó salidas jurídicas para enderezar la designación de César Ferrari, pero no fue posible. De hecho, hay quienes estiman que el designado director de Planeación Nacional debería renunciar a sus ciudadanías para ingresar al cargo, tal como ocurrió con el embajador de Colombia en Estados Unidos quien tiene que renunciar a su ciudadanía gringa.
En la Casa de Nariño se estima que lo más probable es que Petro contemple otro nombre para dicha cartera, una movida que, sin duda, le significará un desgaste porque varios de sus ministros designados han resultado con líos jurídicos.
Entre ellos, está el ministro designado de Ciencia y Tecnología, Arturo Luis Luna, quien fue demandado por el propio Ministerio ante el Consejo de Estado en 2020 porque ocupó una asesoría en dicho ministerio sin cumplir, presuntamente, con el lleno de los requisitos legales.
Aunque la Sección Segunda del Consejo de Estado no ha decidido frente al tema, Petro apoyó al nuevo funcionario.
Es más, la posesión de Luna estaba prevista para las 3:00 de la tarde de este martes, pero el presidente debió asumir compromisos en la sede del Ejército con la nueva cúpula militar y postergó los actos protocolarios para este miércoles.
Mientras tanto, por los lados de la MinTic, Petro no está seguro de nombrar a Mery Castañeda, salpicada en escándalos por una demanda por 45.000 millones que instauró en su momento contra la Nación. La abogada ya renunció a sus pretensiones económicas, pero otros asuntos que han surgido del mismo tema y que dejan mal parada a la jurista, tienen pensando al recién posesionado presidente.