Luego de que un grupo de indígenas Misak que participaron en las marchas del 27 de septiembre, intentaran entrar a la fuerza a la Casa de Nariño, fuentes de la Presidencia de la República aseguraron que la situación ya fue resuelta, inicialmente estas personas fueron atendidas por funcionarios de Diálogo Social del Ministerio del Interior y la Vicepresidencia.
A cambio de que se calmaran los ánimos, el Gobierno prometió que, este viernes, los atenderán para escuchar sus peticiones. Según estas fuentes, el Ministerio del interior llegó a un acuerdo con ellos para escuchar las exigencias.
Los indígenas estaban molestos con el Ejecutivo y exigían hablar con funcionarios del Estado para que se cumplan “con los compromisos adquiridos”. Sin embargo, no hay detalles de dichos compromisos.
Durante la turba de este jueves en la noche, los indígenas tumbaron las vallas que están instaladas en la esquina de la Alcaldía de Bogotá, en la carrera octava, y que conducen directamente a la Casa de Nariño.
Así quedó registrado el intento de toma de la Presidencia
La Pola Prensa reveló unos videos donde queda en evidencia la molestia de los indígenas y el momento exacto en que tumban las vallas para continuar por la carrera octava hacia el Palacio Presidencial.
“Es para denunciar las irregularidades porque es increíble que no tengan tiempo para atendernos 10 minutos. La viceministra del Interior, Lilia Solano, no quiere atender a los paisanos y ya hay unos compromisos adquiridos con ella y delega funcionarios que no tienen capacidad de decisión”, dijo uno de los indígenas.
Señaló que hacen parte de la comunidad Misak, pero no aclaró cuáles con esos compromisos que adquirió la viceministra Solano.
Los indígenas permanecieron varios minutos en la plaza de Bolívar esperando que los atendieran, pero nadie del Gobierno Petro habló con ellos, por lo que tomaron la decisión de tumbar las vallas para intentar llegar a la Casa de Nariño.
Indígenas pagos del Cauca
En Vicky en Semana hablaron los senadores Paloma Valencia, del Centro Democrático; Jota Pe Hernández, de Alianza Verde; Enrique Gómez, excandidato presidencial, y el abogado Daniel Briceño, sobre la reciente jornada de movilizaciones en el país.
Para la senadora Paloma Valencia, las marchas del miércoles 27 de septiembre fueron algo grotesco, dado que, según la congresista, el presidente Petro está gastando dinero público para llevar a cabo estas movilizaciones a su favor.
“Esta es una reacción al evidente desprestigio que está teniendo el presidente, donde las encuestas lo muestran cada vez más bajo, donde en las regiones le reclaman cada vez más fiereza por todas las promesas incumplidas. (…) Entonces, como se ve desmejorado (Petro), ha decidido utilizar los recursos públicos para hacerse un canto de alabanza, trayendo a ciudadanos del departamento del Cauca, indígenas que han recibido más de 40 mil millones de pesos, como lo ha denunciado nuestro candidato al Concejo Daniel Briceño”, señaló la congresista del uribismo.
Así mismo, Valencia dijo no haber visto un Gobierno que usara el Presupuesto Nacional para rendir “homenaje al presidente, cuando la ciudadanía no lo quiere”.
Por su parte, Enrique Gómez calificó de “vergüenza” la marcha del 27 de septiembre. Para el excandidato presidencial, se trata de unas movilizaciones en las que participan “milicias y burócratas”.
“Ya los indígenas se están emborrachando con la chicha que traen, vamos a ver si esto también termina en desmanes. Yo creo que es la primera vez en la historia en donde hay un mal uso, un peculado notorio, ostensible con el Presupuesto Nacional para generar dos efectos políticos inmediatos. Yo considero que empujar, darle algo de aire, oxígeno, a la campaña de Gustavo Bolívar en Bogotá; lo segundo, es una gran cortina de humo para distraernos a todos de los escándalos terribles de corrupción en la campaña presidencial”, señaló Gómez.