El presidente de la República, Gustavo Petro, elevó el tono y lanzó una fuerte advertencia a las organizaciones criminales que aún siguen generando violencia y zozobra en varias regiones del país, tomando una drástica medida que implicará la acción de la fuerza pública.
De la misma manera, el mandatario colombiano señaló que no es débil ante la puerta que abrió para la política de ‘paz total’ en la cual se avanza en una mesa de paz con la guerrilla del ELN, diálogos que según admitió su Gobierno está en crisis.
En el discurso que dio, este martes 11 de abril, en la ceremonia de condecoraciones a los integrantes de la fuerza pública en la Escuela de Cadetes General Santander, el mandatario colombiano afirmó que en Colombia no existen territorios “vedados” para el control del Estado.
“Háblese lo que se hable, o no se hable, el Estado debe controlar el territorio, y por tanto lo mismo que hemos hecho y se mantendrá en el nordeste antioqueño, ahora pasará a otros terrarios que algunas personas creen vedados para el Estado”, sostuvo Petro.
Y agregó el jefe de Estado: “Eso implicará sacrificios, e implicará una ley de oro, que la fuerza pública que se ubique allí, que tendrá que rotarse para descansar, y para evitar incluso los contagios de ese tipo de organizaciones criminales que hoy azotan el país”.
“Debe aplicarse una férrea unidad, entre las gentes humildes y las armas de la nación, como base precisamente de quitarle el terrario a la violencia y de entregárselo a la paz y a la democracia y a la justicia social, el copamiento del territorio por tanto es el inicio no el final”, sentenció el presidente Petro.
También señaló en su intervención: “Las armas son el inicio no el final, porque el final de un proceso adecuado de paz es que la población en esos territorios pueda gozar plenamente de todos sus derechos y libertades y por tanto de sus deberes”.
Urgente: alerta máxima en la fuerza pública tras campaña panfletaria del ELN
El reciente caso ocurrido en Bogotá, en el barrio Amapola de la localidad de San Cristóbal, donde se encontró una bandera del ELN y panfletos haciendo alusión a un grupo armado ilegal, prendió las alarmas en los sistemas de seguridad nacional.
SEMANA conoció con altas fuentes de las agencias del Estado, que se emitió una alerta máxima que le fue enviada a las diferentes unidades de la fuerza pública encargadas de combatir el terrorismo. “Estamos en alerta máxima”, le dijo una alta fuente de inteligencia a este medio de comunicación.
En los barrios San Rafael y La Victoria, en Cúcuta, Norte de Santander, fueron encontrados panfletos del frente de guerra Urbano Nacional. Y un último caso que ocurrió en el sector de la esmeralda, en la vía Mojarras, Popayán, en donde fueron dejados varios cilindros de gas propano abandonados y a su lado panfletos del ELN.
Fuentes de inteligencia indicaron que esta campaña podría ser en respuesta a la muerte en desarrollo de operaciones de la fuerza pública contra alias Tuvia, considerado un objetivo de alto valor.
En su momento, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, confirmó que en un operativo militar ejecutado en Yondó, Antioquia, las Fuerzas Armadas dieron de baja a alias Tuvia, el comandante del Frente de Guerra Darío Ramírez Castro del ELN, que delinquía en el sur de Bolívar, el Bajo Cauca y el nordeste antioqueño.
SEMANA reveló que para poder llegar al sitio donde se encontraba el cabecilla con una fuerte escolta, las tropas élite de las Fuerzas Militares se infiltraron en la zona por un período cercano a las tres semanas. Las unidades especiales tuvieron que sortear toda clase de adversidades en terreno para poder llegar al objetivo.
La zona era agreste y cualquier descuido podía develar la ubicación de los experimentados hombres, quienes tenían como misión propinar un duro golpe a la guerrilla del ELN, que recientemente había masacrado a una patrulla militar en el Catatumbo, asesinando a nueve militares y dejando a otros nueve más heridos.
Como sucede en estas misiones de inteligencia, no era un grupo grande el que estaba en la zona, solamente un número reducido de hombres con una amplia experiencia en misiones de alto impacto, que cuentan con el respectivo conocimiento para llegar a los objetivos que son denominados de alto valor por parte del Ministerio de Defensa Nacional.
Las Fuerzas Militares revelaron que alias Tuvia era encargado de ordenar acciones terroristas, desplazamiento forzado, reclutamiento de menores, asesinato de líderes sociales, entre otros crímenes.
“Esta operación desplegada por las Fuerzas Militares, con apoyo de la Policía y la Fiscalía, permitió ubicar a la estructura en la vereda El Cedro, zona rural del municipio de Yondó, Antioquia, donde este sujeto y su estructura planeaban acciones criminales contra el pueblo colombiano, la infraestructura crítica y el medioambiente”, indicaron las Fuerzas Militares.
Añadieron que “este curtido criminal, con más de 25 años de historial delictivo, era el cabecilla principal del frente de guerra Darío Ramírez Castro y delinquía en las regiones del sur de Bolívar, el Bajo Cauca y el nordeste antioqueño, y por quien las autoridades llegaron a ofrecer una recompensa de hasta 650 millones de pesos”.
La Fuerza Militar informó además que, “en la acción resultó herida alias Camila, operadora del radio de comunicaciones de este cabecilla, quien fue atendida de forma inmediata por parte de los militares y le salvaron la vida en medio del combate”. La mujer fue evacuada en un helicóptero y a esta hora se encuentra en un hospital recibiendo atención especializada.
“En esta operación militar también fueron capturados dos presuntos integrantes del ELN de sexo masculino que hacían parte de la seguridad del cabecilla muerto. En el lugar de los hechos fue incautado material de guerra, intendencia y comunicaciones”, indicaron las Fuerzas Militares a cargo del general Helder Giraldo.
“Alias Tuvia, Tobías o Aureliano, de 50 años de edad, tenía una orden de captura vigente por los delitos de concierto para delinquir agravado y rebelión agravada. Se le señala además de varias acciones criminales en contra de la población civil, líderes sociales, formantes de paz, la fuerza pública y la infraestructura crítica de la región”, señalaron finalmente las Fuerzas Militares.