Luego de que el Senado eliminara la propuesta del voto obligatorio en las elecciones que se desarrollan en el país, varios representantes a la Cámara revivirán la idea en los dos debates de la reforma política en esta corporación.
El proyecto de enmienda constitucional se alista para sus dos votaciones en esta corporación, las cuales deberán surtirse antes del próximo 16 de diciembre, cuando concluyen legalmente las sesiones ordinarias del Congreso. En caso de que las supere, la iniciativa deberá pasar por cuatro debates más el próximo año, para terminar su trámite, a más tardar, el 20 de junio del 2023.
Una de las principales modificaciones que se propondrán en la reforma política en la Cámara será que el sufragio, un derecho constitucional de los ciudadanos, sea obligatorio en las jornadas electorales que hay en el país. Este año hubo elecciones legislativas y presidenciales y en octubre del próximo año serán los comicios para elegir alcaldes, gobernadores, concejales, diputados a las asambleas departamentales y ediles de las juntas administradoras locales.
SEMANA conoció que varios representantes, especialmente afines a la coalición de gobierno del presidente Gustavo Petro, ya tienen lista la propuesta para que el voto sea obligatorio, argumentando que el Senado lo hundió, pero que en la Cámara no ha habido una posición sobre este tema.
La propuesta original, la que fue archivada en el Senado, indicaba la obligatoriedad del sufragio por dos procesos electorales únicamente. Según los senadores impulsores de esta propuesta, la idea era vincular a los ciudadanos -especialmente los votantes nuevos- con los procesos electorales.
Sin embargo, voces como la del senador por Cambio Radical Carlos Fernando Motoa y el liberal Alejandro Vega, entre otros, se opusieron a esta propuesta y lograron los votos necesarios para que se hundiera. Ahora, la idea es revivirla en la Cámara de Representantes.
El voto obligatorio siempre ha sido una propuesta polémica en el Congreso. Por un lado, hay voces que ven en esta figura una de las maneras de combatir el abstencionismo, el cual puede estar entre el 50 y el 60 por ciento de los ciudadanos dependiendo del proceso electoral que se cumpla.
No obstante, en la otra orilla, hay quienes piensan que abstenerse de votar también es una posición política válida y que el elector tiene el derecho a acudir a ella si no está conforme con los candidatos que se presentan en las elecciones, ya sean legislativas, presidenciales o locales.
Por ello, en varios proyectos de reforma política que se han tramitado en los últimos años en el Capitolio esta idea ha circulado y ha estado en diferentes ponencias que se han debatido en Senado y Cámara. Pero, la controversia que esta propuesta genera entre las diversas fuerzas políticas, ha impedido que quede consignada en estas iniciativas y siempre termina naufragando.
La reforma política también llegará a la Cámara de Representantes con otras propuestas que, seguramente, generarán intensas discusiones en el Capitolio. Una de ellas es la posibilidad de que los congresistas puedan renunciar y saltar a ser, por ejemplo, ministros del despacho, una propuesta que ha sido rechazada por diferentes sectores en el Congreso.
De igual forma, está la idea de que las listas a corporaciones públicas -como el Congreso, por ejemplo- sean cerradas, la cual revivió la antigua polémica de que sean los directivos de los partidos políticos los que determinen qué candidato y en qué lugar de la plancha puede participar, algo que no les cuadra a varios sectores políticos.
También sigue vivo el llamado “transfuguismo”, es decir la posibilidad de que los congresistas se cambien de partido político, durante un tiempo específico, sin tener sanciones por doble militancia. Algunas fuerzas políticas en el Capitolio han dicho que esta idea busca reforzar el Pacto Histórico, la plataforma política que acompaña al presidente Petro, y debilitar a otras colectividades.
Con estas y otras propuestas, la Cámara de Representantes se alista para darle los dos debates correspondientes a la reforma política, la cual, seguramente, sacará chispas entre varios sectores políticos en el Congreso.