El presidente de la República, Gustavo Petro, desde Inírida sancionó el Plan Nacional de Desarrollo, luego de que hace varios días fue aprobado el proyecto en la Cámara y Senado, y el cual plantea un completo revolcón de las políticas públicas en Colombia.
De acuerdo con información del Gobierno nacional, tras varios meses de debate, análisis y votaciones, las plenarias de Senado y Cámara de Representantes “aprobaron el pasado 5 de mayo el documento que define las metas a cumplir en el corto, mediano y largo plazo, así como los instrumentos financieros y presupuestales”.
Se explicó desde la Casa de Nariño que el Plan Nacional de Desarrollo está enfocado en cinco ejes de transformación: el primero sobre el ordenamiento del territorio alrededor del agua, el segundo tiene que ver con seguridad humana y justicia social, el tercero destinado al derecho humano a la alimentación, el cuarto tiene que ver con la transformación productiva y el quinto elemento consiste en una convergencia regional.
Según explicó el Gobierno, desde que se radicó el Plan Nacional de Desarrollo, acción que se realizó el pasado 6 de febrero en el Congreso de la República, se recibieron más de 6.500 proposiciones.
Advierten que el Plan Nacional de Desarrollo puede encarecer la vida de los colombianos
Carlos Camargo Assis, como cabeza de la Defensoría del Pueblo, tomó en su momento la vocería de miles de colombianos que temen que el Plan Nacional de Desarrollo genere mayores incrementos en el costo de vida. “Las comunidades deben tener un goce efectivo y pleno de sus derechos”, dijo Camargo.
El defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis, expresó en su momento su preocupación sobre algunos de los temas del articulado del Plan Nacional de Desarrollo (PND), sobre todo porque tienen un impacto directo en poblaciones vulnerables y son estas las que deberían ser las más beneficiadas.
“La mejor forma de proteger los derechos de los ciudadanos es la correcta y eficiente asignación de los recursos públicos, motivo por el cual es conveniente revisar con cuidado lo concerniente a una nueva modalidad de contratación pública, que consiste en alianzas público-populares”, dijo Camargo.
Camargo Assis considera que si bien pretenden mayor participación de las comunidades en el desarrollo de los proyectos, no garantizan la idoneidad de quienes realizan las obras; esto pone en riesgo la ejecución de los proyectos y puede atentar contra los principios de transparencia y competencia de la contratación pública, además de no garantizar que existan menores costos para el Estado.
Para el defensor del Pueblo, se deben tener en cuenta las modificaciones que quieren hacer con la contratación directa en el territorio: “De manera especial, porque esto generaría riesgos de corrupción y manejo político de los recursos estatales, además de crear fondos y patrimonios autónomos que dan el manejo de los recursos públicos sin cumplimiento de las leyes de contratación (Ley 80)”, insistió.
El líder de la entidad defensora de derechos humanos alertó que la aprobación del texto del Plan Nacional de Desarrollo se dio al poner por encima a los colombianos y su bolsillo, “toda vez que es necesario mirar la formalización de empleo, la transición y el derecho al trabajo de los ciudadanos que ofrecen su mano de obra en el sector público”, señaló.
Y detalló la Casa de Nariño: “Así mismo, el documento incluyó los resultados de 33 audiencias públicas del Plan Plurianual de Inversiones que finalizaron en enero pasado y en las que participaron 13.000 ciudadanos. La ley aprobada en el Congreso de la República fue sancionada este viernes por el presidente. El documento incluyó los principales resultados de las 33 audiencias públicas del Plan Plurianual de Inversiones, que finalizaron en enero pasado, y en las que participaron 13.000 ciudadanos y ciudadanas. Vale recordar que, en los últimos 61 años, en Colombia se han construido 14 planes nacionales de desarrollo”.
Sumado a ello, el Gobierno nacional reveló las principales metas del Plan Nacional de Desarrollo:
El Plan Nacional de Desarrollo busca hacer de Colombia una Potencia Mundial de la Vida. Para cumplir con uno de los pilares del Plan de Desarrollo, el ordenamiento del territorio, una de las metas es el avance en el Catastro Multipropósito a un 70 % del territorio nacional, lo cual permitirá consolidar la Reforma Rural Integral (primer punto del Acuerdo de Paz de 2016).
También, le apuesta a la Justicia Social con la entrega masiva de tierras en este cuatrienio y en la que se busca que 2,9 millones de hectáreas de terrenos que se estima entregar a los campesinos contribuya en la restitución y titulación de tierras como instrumentos esenciales para alcanzar la ‘paz total’ y también potenciar la producción agrícola nacional.
Otro eje es el quiebre de la pobreza extrema y la pobreza multidimensional a un solo dígito y en el que el Gobierno del Cambio apunta a que el país baje esta situación de vulnerabilidad extrema a 9,6 % y multidimensional a 7,4 % en 2026. El Plan Nacional de Desarrollo contempla llegar a 88.000 kilómetros de vías campesinas intervenidas.
La economía para la vida estará enfocada en la ampliación de las áreas en proceso de restauración, recuperación y rehabilitación de ecosistemas a 1,7 millones de hectáreas.
En materia de transición energética, el país seguirá en el proceso escalonado y responsable y le apuesta agregar en el cuatrienio 2.000 MW de capacidad en operación comercial de la generación de electricidad a partir de fuentes no convencionales de energía renovable.
Dicho tránsito estará en la diversificación de la canasta exportadora de Colombia, en el que el Gobierno del Cambio fijó incrementar 56,3 % la participación de las exportaciones de bienes no minero-energéticos.