En un evento que se desarrolló en la Plaza de Armas, en la Casa de Nariño, en donde el presidente de la República, Gustavo Petro, compartió un almuerzo de Navidad con exhabitantes de calle, realizó una llamativa declaración.
Dijo de manera directa y sin sonrojarse que aún es revolucionario de corazón, al condenar nuevamente el bombardeo a Palestina, en donde, según él, se han “matado 8.000 niños y niñas, bebés, aplastados en sus casas por la codicia, por el poder”.
“En el mismo sitio del planeta Tierra donde nació Jesús, caen bombas, han matado 8.000 niños y niñas, bebés, aplastados en sus casas por la codicia, por el poder. No puedo yo hoy como revolucionario que soy, porque lo sigo siendo en mi corazón, más que expresar mi condolencia a todo ese pueblo que sufre, allá donde nació Jesús”, sostuvo Petro.
Y avanzó en su intervención este 24 de diciembre: “E indudablemente aquí también pensar que Colombia se merece la paz, que aquí no puede ser que bombardeen nunca más un niño o una niña o un joven muera por ahí inocentemente, que llegó el momento de construir un escenario de la vida de la humanidad”.
“Una Colombia que sea potencia mundial de la vida. No los retardo más porque el ajiaco se enfría. Entonces, una feliz Navidad para todas y todos ustedes”, insistió el mandatario colombiano.
De la misma manera, indicó que el evento en el Palacio Presidencial permitirá “yo creo que en cierta forma, para reconfortarnos mutuamente, para no dejarnos vencer, para al juntarnos, tener las fuerzas, para transformar estas cosas”.
También dijo: “Las cosas que han llevado a un ser humano a la tristeza, a la soledad, a habitar la calle a veces, las cosas que también llevan al ser humano a la alegría, a estrechar una mano, a hablar, aquí en cierta forma está viva, Bogotá humana, allí nos planteamos un objetivo, si una gran ciudad como esta tan dura, tan enorme, de las más grandes del mundo, pudiera humanizarse”.
Sin embargo, a pocas horas de la llegada de la noche de Navidad con el nacimiento del Niño Dios, el presidente de la República, Gustavo Petro, insistió en su particular postura sobre el estallido del Medio Oriente.
A través de su cuenta personal de X, el mandatario colombiano señaló que en la zona de los bombarderos de Israel contra Palestina “está el pesebre”.
Y fue más allá, en su comentario sobre el conflicto internacional, asegurando que han muerto más de 8.000 niños en los bombardeos, según él, “son el niño Dios”.
“Donde estaba el pesebre cayeron bombas. A los 8.000 niños palestinos muertos bombardeados que son el Niño Dios. Porque en Colombia no se vuelva a bombardear niños. La paz es la lucha más difícil, pero siempre será el objetivo”, posteó Petro.
Hace tan solo dos días, el jefe de Estado, en una agenda regional que cumplió en Ibagué, alertó de manera directa y sin sonrojarse que en Gaza se está “bombardeando al Niño Dios”, hecho que, según él, se presenta ante los ojos de una sociedad indolente.