En el Concejo de Bogotá fue aprobado en primer debate el proyecto de acuerdo de la autoría del concejal Óscar Ramírez Vahos, del Centro Democrático, que establece la realización y publicación periódica de estudios técnicos en materia de movilidad, que evalúen y justifiquen la viabilidad de seguir adoptando en los próximos años medidas relacionadas con la restricción a la circulación de vehículos automotores dentro de la ciudad.
En palabras del concejal Ramírez Vahos, “esta iniciativa es pedida a gritos por la ciudadanía, que siente que desde la creación del pico y placa en el año de 1998 no es claro el criterio técnico aplicado para modificar esta medida, que afecta a 2,5 millones de vehículos día a día en la ciudad”.
Y es que en los últimos 29 años se ha modificado hasta en cinco oportunidades el pico y placa, lo que demuestra que su diseño debe actualizarse cada tanto para atender el crecimiento del parque automotor de la ciudad, la congestión por obras en vía y otras dinámicas técnicas.
“La ciudad pasó de 572.466 carros en el año 1998, a 2.580.586 en el año 2023. El parque automotor creció cinco veces desde el inicio del pico y placa. Este aumento refleja la salida de muchos ciudadanos, que prefieren comprar un segundo vehículo para poder circular. El pico y placa se enfrenta así a retos técnicos constantes y como ciudad no podemos basarnos en datos de años pasados para tomar medidas técnicas hoy”, enfatizó el concejal.
“Buscamos que el pico y placa sea técnico, que ayude de verdad a que Bogotá ya no tenga ese título de ciudad más congestionada del mundo, que sea un seguimiento permanente a la movilidad de la ciudad y que permita, desde la analítica, una mejor toma de decisiones y de futuras alternativas de la movilidad”, finalizó Ramírez Vahos.
Por su parte, el concejal Armando Gutiérrez, ponente del proyecto, puntualizó que con la iniciativa se pretende presentar unas modificaciones al pico y placa en el marco de las competencias conferidas a la Corporación en el Decreto Ley 1421. Indicó que esta decisión ha sido sometida a revisión durante todas las administraciones, pero sin tener en cuenta el incremento del parque automotor, lo que obliga a sostener medidas tendientes a disminuir los tiempos de circulación para mejorar la movilidad, solicitó a la Secretaría de Movilidad pronunciarse al respecto.
Por su parte el concejal Juan Felipe Triana manifestó que este es un proyecto de buenas intenciones. En tiempo, se leen 60 hojas de un libro en un recorrido de TransMilenio, esto significa la pérdida de 122 horas al año. Tenemos una de las ciudades más congestionadas del planeta, no se pueden seguir tomando medidas arbitrarias que afectan a muchos ciudadanos.
Para la concejala Clara Lucía Sandoval, “la movilidad en Bogotá es un caos, estamos en la ciudad más congestionada de América, cuenta con un parque automotor de aproximadamente 3 millones de vehículos”, y considera que la medida implementada ha sido necesaria, por lo que solicitó de la administración ser diligente en sus repuestas, pues según ella es necesario que en estas medidas el concepto técnico sea la base.
Seguidamente, el concejal Marco Acosta expresó que “es deshonroso estar entre las ciudades más congestionadas. El sistema integrado está direccionado para articular a la ciudad, pero esto no sucede, apenas es un proyecto. En la historia, el pico y placa ha sufrido modificaciones, lo que desconoce el principio de movilidad, se debe acabar la persecución al vehículo privado”.
Para la concejala Heidy Lorena Sánchez, la administración debe generar las respuestas a los cuestionarios, pero remitirlas con tiempo para los debates. Consideró que es preocupante saber que hay ciudadanos que requieren usar permanentemente el vehículo y no lo puedan hacer. “No se han conocido estudios técnicos sobre el pico y placa, el transporte público es ineficiente”, precisó.
Igualmente, la concejala Donka Atanassova subrayó que este debate debe convocar a diferentes voces, para quien la medida del pico y placa es un medio de choque. Esta medida es necesario desmontarla, siendo preciso convocar una mesa de trabajo para escuchar a los directos afectados.
En su intervención, el concejal Daniel Briceño afirmó que se requieren estudios técnicos y socializar estos ante la ciudadanía, con el propósito de evitar arbitrariedades; además, se requiere la creación de incentivos económicos que favorezcan a la administración. “Las decisiones arbitrarias no son buenas en los temas técnicos y financieros”, dijo.
Luego de su aprobación en primer debate en el Concejo de Bogotá, este proyecto de acuerdo pasará a discusión en la plenaria de la corporación.