La plenaria de la Cámara de Representantes aprobó este miércoles 20 de marzo, en segundo debate, el proyecto de ley que busca prohibir las terapias de conversión para cambiarle de manera forzada la orientación sexual a una persona.
Se trata de procesos que se vienen haciendo desde hace varios años en Colombia, gracias a un vacío legal, como un intento de ‘curar’ a las personas del colectivo LGTBIQ+ a través de particulares ritos e incluso exorcismos. Con la iniciativa se busca que sean considerados “tortura”.
El proyecto fue aprobado con 97 votos a favor y 18 en contra. Una de sus impulsoras, la senadora Angélica Lozano, de la Alianza Verde, destacó el respaldo de la plenaria al proyecto.
“Fue aprobado en Plenaria de Cámara nuestro proyecto de #Inconvertibles, que prohíbe las mal llamadas “terapias de conversión” por orientación sexual, que no son más que tortura. Fueron 97 votos por el SÍ y 18 por el NO. ¡Vamos a mitad de camino! Y lo vamos a lograr porque no hay #NadaQueCurar”, señaló.
La representante Carolina Giraldo, de la Alianza Verde, también autora de la iniciativa, manifestó que busca que se respeten los derechos humanos.
“Este es un proyecto de no violencia, de respeto a los derechos humanos, de respeto a su dignidad humana”, señaló la congresista.
“Esto se trata de erradicar esas mal llamadas terapias de conversión. Eso es cuando a la gente la someten a tratos crueles, degradantes, a tortura para intentar cambiar su orientación sexual o su identidad de género, algo que no debería estar pasando en nuestro país, en pleno siglo XXI, pero que todavía desafortunadamente pasa y pasa en lugares estilo coaching, en centros médicos, en consultorios psiquiátricos y también en algunas iglesias”, subrayó.
“Ojo, aquí no estamos persiguiendo a nadie. Todo ese acompañamiento psicológico, emocional, religioso se puede dar en el marco de los derechos humanos, sin tener que violentar, torturar, discriminar”, agregó Giraldo, quien manifestó que a la iniciativa le restan dos debates en el Senado para convertirse en ley.
“Hoy damos un paso importante, fundamental. Quedan dos debates en el Senado de la República. Quiero agradecer a las bancadas que estuvieron muy presentes, apoyando, pero también a las organizaciones, a los activistas, a toda la gente que desde la sociedad se sumó para acompañar este proyecto”, sostuvo.
Terapias de conversión
Lo que han denunciado las organizaciones de derechos humanos es que las terapias consisten en realidad en violaciones correctivas, exorcismos, ‘retiros espirituales’, ritos y otras prácticas similares, agresivas en mayor o menor medida, para lograr un cambio de orientación sexual, identidad de género o de expresión de género (Ecosieg), la forma adecuada de referirse a las popularmente conocidas como ‘terapias de conversión’.
En estos ‘retiros’ o ‘talleres’ –explican las víctimas– los obligaban a rezar bajo la premisa de que con fe se podrían ‘curar’ o los dejaban sin comida o sin dormir si no admitían que ser homosexual estaba mal, entre otras vejaciones y violaciones.
Uno de los pocos estudios hechos sobre la materia en Colombia arroja cifras preocupantes: una de cada cinco personas de la comunidad LGBTIQ han sufrido algún intento de conversión.