A diario se conocen casos de personas a las que las aerolíneas no les responden por lo que pagaron para viajar o les incumplen alguno de los servicios inicialmente pactados. También hay malestar en algunos usuarios de transporte aéreo por el aumento en los precios de tiquetes de avión en este año.
Si bien las quejas son constantes en redes sociales, hasta el momento las aerolíneas se habían rehusado a referirse directamente a este tema.
Sin embargo, con motivo de un debate de control político que se llevará a cabo en el Congreso por las múltiples quejas en la prestación del servicio aéreo, dos de las aerolíneas más reconocidas, Avianca y Latam, elaboraron un documento, conocido por SEMANA, en el que se destapan y hablan de frente.
El primer elemento que llama la atención es que, según Avianca, contrario a lo que perciben muchos usuarios, los precios de los tiquetes en los últimos años sí han bajado “dramáticamente”.
“El resultado de esta liberalización (en los precios) ha sido una caída de la tarifa promedio doméstica de más de 48 % en los últimos 10 años y de la tarifa promedio internacional de más del 36 % en el mismo periodo. Estos datos, además, son medidos en dólares nominales, por lo que ajustados por la inflación del dólar de 29,8 % acumulada entre 2012 y 2022, la caída impulsada por la libre competencia es aún más dramática”, señala el documento enviado por Avianca al Congreso.
No obstante, la aerolínea reconoce que los precios pagados por los pasajeros en Colombia son más altos de lo que podrían ser, pero no por responsabilidad de las empresas de transporte aéreo, sino por los impuestos que cobra el Gobierno.
“Así, en Colombia tenemos diferentes rubros que por norma las aerolíneas debemos recaudar en el tiquete y, por tanto, estos inciden en el precio final al consumidor, como lo son los impuestos, tasas, tarifa administrativa, así como el mantenimiento de sistemas anticompetitivos que garantizan paridad tarifaria entre los canales de distribución. Por supuesto, entre más impuestos y carga impositiva exista sobre los tiquetes aéreos, mayor será el precio final al consumidor, en este caso por factores diferentes al libre mercado (interacción entre la oferta y demanda)”, argumenta Avianca.
La aerolínea, además, responsabiliza al Gobierno por este aumento en el precio que pagan los pasajeros e insiste en “la necesidad de revisar la carga impositiva y los costos desmedidos para el desarrollo de la actividad en el país que por norma o decisiones de las autoridades terminan impactando el precio final del servicio de transporte aéreo”.
Esta posición frente a la carga impositiva que tienen los tiquetes también es apoyada por Latam, que explicó en su informe que las tarifas que pagan los colombianos están compuestas no solo por el precio establecido por la aerolínea, también por factores como las tasas aeroportuarias y los impuestos.
“Los impuestos son recaudados por la aerolínea y luego traspasados a las correspondientes autoridades. Entre estos están: el IVA, el impuesto de timbre, el impuesto de salida”, indica el documento de Latam.
En este punto, hay que tener en cuenta que, efectivamente, como lo anunció el Gobierno, los tiquetes aéreos dejaron de tener el beneficio de pagar solo 5 % de impuesto con el que venían desde la pandemia y a partir de 2023 se está pagando un IVA del 19 %.
Uno de los puntos que más llama la atención del documento allegado al Congreso es que, contrario a lo que se piensa, Avianca asegura que esta empresa y “varios de sus competidores” han perdido dinero “casi todos los años” con algunas de las operaciones aéreas.
“Los tiquetes comprados con anticipación reducen el riesgo que toma la empresa de no llenar el avión y por ende se pueden vender a menor precio que los tiquetes de último minuto. Y todo esto, con el objetivo que la empresa, en promedio recaude suficiente con la venta de tiquetes para cubrir sus costos en la ruta. Cabe mencionar que este objetivo muchas veces no se cumple: los estados financieros históricos no solo de Avianca, sino de varios competidores (disponibles en la ST), dejan en evidencia que estas operaciones han perdido dinero, en casi todos los años, durante la última década”, revela Avianca.
Lo que está claro en medio de este debate es que los usuarios están cada vez más inconformes. Por lo menos así lo demuestran las cifras enviadas por la Superintendencia de Transporte al Congreso, que señalan que las quejas contra las aerolíneas han aumentado 400 % en los últimos cuatro años, al pasar de 4.128 en 2019 a 16.405 en 2022.