La divulgación de un panfleto virtual en el que se anunció la refundación del frente 53 de las Farc tiene encendidas las alarmas: Bogotá está bajo la amenaza de las disidencias de Iván Mordisco y la Segunda Marquetalia de Iván Márquez.

”Informamos a la comunidad del páramo de Sumapaz y de Cundinamarca en general; del Meta y el Alto Vichada que después de un largo trasegar por estas pintorescas cordilleras… hemos culminado con éxito la refundación del frente 53 Edinson Romaña de las Farc EP Segunda Marquetalia”, advirtieron las disidencias.

Las disidencias de las Farc tanto de Iván Mordisco como de la Segunda Marquetalia han aumentado su presencia en el Meta. Imagen de refrencia. | Foto: AFP or licensors

Luego de la amenaza, el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García, y la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, negaron la presencia de estos grupos criminales en la región. “Solo se trata de una estrategia digital, no hay presencia física de este grupo en el departamento”, aseguró García, mientras que López fue más tajante: “El frente 53 ni existe ni existió en Sumapaz”.

A pesar de eso, los mandatarios realizaron un consejo de seguridad con el gobernador del Meta, Juan Guillermo Zuluaga, quien advirtió que la situación es más preocupante de lo que se cree. “Ya es una realidad que hay presencia de estos grupos en el Meta. La Segunda Marquetalia se está disputando la tierra con la disidencia de Mordisco. Las extorsiones se están quintuplicando, están carnetizando a la gente, y con esa modalidad se quieren expandir a Bogotá y a Cundinamarca”.

La Defensoría del Pueblo ha señalado, con alertas tempranas, que la verdadera intención de las disidencias de las Farc no es quedarse en el Meta, sino apoderarse del corredor natural del Sumapaz para llegar hasta la zona rural de Bogotá.

Un campesino de Sumapaz camina cerca de frailejones dañados, al parecer, por grupos armados.

En 2020, la Defensoría efectuó la primera notificación: “Las facciones disidentes buscan que Uribe y Mesetas vuelvan a ser el epicentro articulador de los diferentes frentes que quieren reinstalar, tal como en otrora los que tuvo las Farc-EP en esta región. Buscan una estrategia de copamiento y reinstalación y procuran recuperar lo que consideran sus territorios de retaguardia estratégica para conectarse, a través de la cordillera Oriental, hacia el interior del valle interandino del alto Magdalena en Huila y Tolima, y por el Sumapaz hacia Bogotá y Cundinamarca”.

Hoy las disidencias de las Farc están cada vez más cerca del inicio del corredor del Sumapaz y, por ende, de su intención de llegar a Cundinamarca y Bogotá.

De acuerdo con la más reciente alerta de la Defensoría, emitida en febrero de este año, los frentes 40 y 53 de las disidencias de las Farc ya están en las veredas más apartadas de la zona montañosa de la vertiente este de la cordillera Oriental. Este sector forma parte del área protegida del parque del Sumapaz, en jurisdicción de los municipios de Lejanías, El Castillo y Cubarral, en donde se vienen presentando homicidios selectivos, amenazas y extorsiones.

La Defensoría aseguró que en esta zona también es probable la incursión de la Segunda Marquetalia con cabecillas curtidos en la guerra de guerrillas, como alias Aldinever. “De consolidar su presencia en este territorio, eventualmente conllevaría enfrentamientos armados entre uno y otro bando para hacerse hegemónicamente del control territorial del corredor natural hacia el Sumapaz”, afirmó la Defensoría.

Iván Márquez, es el jefe de las disidencias de las Farc de la Segunda Marquetalia. | Foto: AFP or licensors

”Andan como Pedro por su casa, cobran extorsión por cabeza de ganado, por litro de leche, por hectárea de tierra. Hacen lo que quieren. Es una realidad que no se puede desconocer y es el crecimiento de este y otros grupos delincuenciales”, señaló a SEMANA el gobernador Zuluaga.

Y agregó: “El mismo ministro de Defensa, Iván Velásquez, cuando presentó la política de defensa, que, entre otras cosas, tiene un romanticismo excesivo, mostró las cifras. Por darle un dato de lo que expuso: la Segunda Marquetalia, en un año, incrementó en más de 300 hombres su capacidad, y pasó en 2021 de 1.297 integrantes a 1.663 en 2022″.

El gobernador del Meta, Juan Guillermo Zuluaga Cardona, ha presentado graves denuncias sobre las disidencias en esa región.

En cuanto a la intención de las disidencias de llegar a la zona rural de Bogotá, Zuluaga fue contundente: “Este siempre ha sido un propósito, con la diferencia de que ahora han tenido ocho meses para fortalecerse. Por eso, necesitamos que el plan de defensa expuesto recientemente no se quede en el papel, sino que se extienda a todo el territorio nacional, no únicamente en el Nordeste antioqueño”.

El gobernador de Cundinamarca, por su parte, explicó los riesgos de permitir que las disidencias controlen esta zona. “El corredor del Sumapaz ha servido históricamente para pasar secuestrados de un lado a otro y, por eso, la alerta en este corredor cobra importancia. Al estar teniendo presencia en los municipios vecinos de la localidad del Sumapaz, en Bogotá, dan muestra de que ese es el camino para llegar al Distrito Capital y a Cundinamarca, a través de Cabrera, Pandi y Venecia”, dijo el mandatario.

La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, y el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García, lideraron un consejo de seguridad tras amenaza de posible presencia de disidencias de las Farc en la región. | Foto: Alcaldía de Bogotá

Sin embargo, García entregó un pequeño parte de tranquilidad. “Hoy las disidencias han llegado hasta Lejanías, El Castillo y Cubarral. El Ejército nos ha dicho que no hay presencia física ni en Bogotá ni en Cundinamarca, pero esta situación nos ha obligado a guiarnos por las alertas de la Defensoría del Pueblo para tomar acciones al respecto. No nos podemos quedar con el mensaje de tranquilidad de que no hay presencia guerrillera en Bogotá y Cundinamarca, cuando en el Meta sí la hay”, precisó el gobernador García.

En consecuencia, habrá recorridos a partir del próximo 10 de mayo y puestos de control a lo largo del corredor del Sumapaz.

Ante la alerta de la refundación del frente 53 de las Farc, la alcaldesa Claudia López estuvo en el Sumapaz con el comandante de la Brigada 13 del Ejército Nacional, general Rodolfo Morales, y acordaron aumentar los puestos de control en lugares estratégicos de la localidad.

Para la alcaldesa Claudia López, lo que está ocurriendo con las disidencias “no es un problema solo de la fuerza pública, sino de servidores públicos en el territorio: las Farc en su momento utilizaban ese corredor no para sembrar coca, sino de paso. Si la guerrilla pretende tomar este corredor a sangre y fuego, es para lo mismo, para que tropas que tengan en el Meta pretendan llegar a Bogotá”.

La alcaldesa le pidió a la SAE que administre los predios ubicados en la zona.

BOGOTÁ YA FUE SITIADA

La alerta de una posible llegada de grupos criminales no es nueva para la capital del país. Desde las épocas de mayor injerencia del bloque oriental de las Farc, el área del Sumapaz sirvió de baluarte para los planes estratégicos de esta guerrilla, como lo fue la toma de Bogotá en la década de los noventa.

En 1993, a partir de la octava conferencia, las Farc establecieron como objetivo prioritario acercarse a los centros de poder, entre ellos Bogotá, y crearon las milicias populares. Así, empezaron a penetrar en cinturones altamente poblados, como Ciudad Bolívar, Altos de Cazucá, Compartir, El Porvenir, Ciudad Kennedy, Fontibón y Soacha, entre otros.

Más de 1.200 guerrilleros de una docena de frentes se asomaron por los cerros capitalinos. Las Farc intensificaron sus acciones en los alrededores de Bogotá. La toma de La Calera en junio de 1994, a pocos kilómetros de la ciudad, fue el campanazo de alerta. El 4 de septiembre de 1996 un frente armado de las Farc llegó con un mortero hasta las inmediaciones de la Escuela de Artillería del Ejército, en la vía a Usme, y hostigó durante varios minutos a los soldados. Todo correspondía a un plan estratégico ideado por las Farc denominado ‘Toma a Santa Fe de Bogotá’.

Por eso, las nuevas alertas de una llegada de las disidencias de las Farc no pueden tomarse a la ligera y las autoridades deben actuar desde ya. De lo contrario, después será demasiado tarde.