Bogotá tiene nueva política pública de acción climática, una hoja de ruta para el cumplimiento de las metas de adaptación y mitigación al cambio climático, en articulación con los compromisos internacionales del país. Así lo anunció la alcaldesa Claudia López en el marco de la II Convención Internacional de Emergencia Climática ‘Bogotá 2023′.
En la apertura del evento, que se realiza en Bogotá entre hoy y mañana, la alcaldesa López expresó: “mil gracias por unir sus voces, su conocimiento, por dedicarnos parte de su tiempo para actuar juntos, para aprender juntos, para hacer más, para acelerar la inversión y la acción climática, de manera tal que alcancemos los Objetivos de Desarrollo Sostenible y también las metas del Acuerdo de París”.
Este evento se realiza en momentos en que se vive la Semana ‘Bogotá Reverdece’, donde la ciudad reconoce la urgencia de hacerle frente al cambio climático de manera integral, y basada en el esfuerzo colectivo. En ese sentido, hay que recordar que en 2020 fue declarada la emergencia climática en la ciudad, y a partir de allí, las entidades del Distrito, lideradas por la Secretaría de Ambiente, comenzaron a formular un plan para enfrentar este fenómeno.
Dicho plan se convirtió en el documento de soporte para la formulación de la Política Pública de Acción Climática política, que el pasado 13 de septiembre fue aprobada en el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes). Uno de sus objetivos es que perdure en las siguientes administraciones, y se convierta en un compromiso de ciudad.
La política está pensada como un organismo vivo, que debe actualizarse de manera periódica, en plazos de no más de cinco años, pues busca lograr impulsar a 2050 la neutralidad en carbono, la resiliencia y la adaptación climática en Bogotá. También tiene iniciativas para reducir la vulnerabilidad de la ciudad ante las amenazas climáticas, mejorar la gobernanza y la gestión del conocimiento y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
En el evento, la mandataria de los bogotanos agregó que “Esperamos que esta semana los presidentes del mundo, que se congregan en Naciones Unidas, liberen la financiación para el desarrollo sostenible, la liberen para financiar el Metro de Bogotá, el tren del río en Antioquia, el Distrito del maíz, el Distrito de la educación, el Distrito minero. Las soluciones están en los territorios”.
La Política Pública de Acción Climática beneficiará a todos los habitantes de Bogotá. Esta estrategia, para ser formulada y aprobada, contó con la participación de 974 personas pertenecientes a gremios, ONG, academia, grupos etarios y étnicos; entidades públicas y ciudadanía en general. Todos ayudaron a definir los aspectos claves y urgentes que debía abordar dicha política.
La estrategia contiene iniciativas a largo plazo (2050), y se articula con las acciones de otras políticas públicas existentes, como la Política Pública de Movilidad de Cero y Bajas Emisiones. Además, aporta al cumplimiento del Acuerdo 790 de 2020, que reconoce la emergencia climática como un asunto prioritario de gestión pública.
El costo total estimado para la implementación de la Política Pública de Acción Climática es de 58,6 billones de pesos a 2050. De esos, la mayoría son los costos de Metro (63 % del total), nuevas troncales de TransMilenio (18 % del total) y las PTAR (9 % del total). Es importante señalar que, Metro y TransMilenio ya están financiados por acuerdos Nación-Distrito.
Bogotá redujo emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)
Otro de los anuncios importantes que se emitieron durante la Convención es que Bogotá se encuentra en una trayectoria de emisiones que le permitirá cumplir, con holgura, su primer objetivo de mitigación fijado para 2024: la reducción del 15 % de sus emisiones con respecto a la línea base.
Según los datos preliminares del Inventario Distrital de Emisiones 2022, el año pasado Bogotá redujo 19,8 % sus emisiones con respecto a la proyección del escenario base. Cabe resaltar que, a partir de 2019, las emisiones de la ciudad comenzaron a disminuir, tocando un mínimo en 2020, influenciado principalmente por los efectos de la pandemia.
“La primera meta, quiero decirlo con todo orgullo, del Plan de Acción Climática era reducir en 15 % las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de Bogotá para 2024. Quiero anunciar que Bogotá cumplió su meta en 2023, y que el próximo año podrá llegar casi al 20 % de esa reducción. Es con acciones y con resultados” explicó la alcaldesa López.
Esto gracias a que, a partir de 2021, una vez superada la pandemia, el teletrabajo, la incorporación de flota eléctrica en el sistema de transporte público de pasajeros, el aumento de la cicloinfraestructura, la implementación del programa de bicicletas compartidas y de gestión de residuos y las acciones de reverdecimiento, entre otras estrategias, ayudaron a que las emisiones de GEI fueran menores que las alcanzadas en 2019.