La administración de la alcaldesa Claudia López, en cabeza del Instituto Distrital de Turismo (IDT), construyó la política pública de turismo de Bogotá para los próximos 10 años con el acompañamiento de 13 de los 15 sectores administrativos de la ciudad, resaltando la participación de la Secretaría de Desarrollo Económico y la Secretaría de Planeación.

Este documento, que es un instrumento de largo plazo y que será la hoja de ruta para los próximos 10 años, tendrá como principal finalidad mejorar y potencializar las características del destino y contribuir coordinadamente al fortalecimiento del Sistema Distrital de Turismo de Bogotá.

El objetivo de la política pública es potencializar las características de Bogotá como destino turístico. | Foto: Instituto Distrital de Turismo

La Política Pública Distrital de Turismo se rige bajo tres fundamentos esenciales:

  • Destino Turístico Inteligente: orienta la acción de actores públicos y privados en torno a los ejes de gobernanza, innovación, tecnología, sostenibilidad y accesibilidad.
  • Sistema Distrital de Turismo: forma parte del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y se basa en la articulación de siete subsistemas inmersos en la actividad turística: ambiental, social, inteligencia, gobernanza, cultural, industria, recursos e infraestructura necesarios para el desarrollo del turismo.

La construcción de esta política pública contó con participación ciudadana, a través 41 eventos en 20 localidades, que en el 2021 y 2022 permitió llegar a diversos grupos poblacionales como mujeres, personas LGBTI, jóvenes, adultos mayores, personas en condición de discapacidad, víctimas, afros e indígenas. Así mismo, participaron diferentes grupos sectoriales, entre ellos: prestadores de servicios turísticos, académicos, gremios, expertos en turismo, entre otros.

“Esperamos que, con esta política, Bogotá - Región se consolide como un destino turístico sostenible, inteligente, responsable e incluyente, que permita un mejoramiento integral de los productos y servicios turísticos, impactando positivamente la calidad de vida de las comunidades que la componen y fortaleciendo la cadena de valor del sector. Con esta política queremos contribuir a que la Región Metropolitana se convierta en un Destino Turístico Inteligente. Así mismo, creemos que es fundamental apoyar la consolidación de un Sistema de Información Turístico Metropolitano, que se convierta en el principal instrumento para la toma de decisiones en la región”, aseguró Andrés Clavijo, director del IDT.

Andrés Clavijo, director del Instituto Distrital de Turismo. | Foto: Instituto Distrital de Turismo

Algunas de las metas que tiene la política pública para avanzar en la democratización del turismo son: creación de 23 redes de prevención de delitos conformados por prestadores de servicios turísticos, certificación de 880 prestadores de servicios en calidad turística, conformación de 20 Consejos Locales de Turismo, capacitación de 3.000 estudiantes de colegios distritales formados en apropiación de destino, entrega de 110 estímulos a procesos de turismo comunitario.

Además de la creación de ocho estrategias para el desarrollo de productos turísticos implementados con alcance metropolitano con enfoque cultural, gastronómico, naturaleza, rural, salud y bienestar, eventos y reuniones, turismo de paz y reconciliación y biciturismo, entre otras.

Panorámica de Bogotá de noche. | Foto: derechos de autor no

En cuanto al componente social, se buscará aumentar los procesos turísticos de base comunitaria, promoviendo la preservación de organizaciones, el aumento de su vinculación laboral en la cadena de valor del sector y la formación en gestión de turismo a mujeres cuidadoras, así como el fortalecimiento de las organizaciones sociales y la entrega de estímulos económicos a procesos de turismo comunitarios a través de Fondetur, entre otras.

De acuerdo con el Instituto Distrital de Turismo, con la implementación de esta política se busca la adecuación en infraestructura que beneficie la accesibilidad, la inclusión laboral de sectores y poblaciones minoritarias o en situación de vulnerabilidad; y con esto reafirmar al turismo como motor del desarrollo económico y social de las comunidades.