La política del cambio es el eslogan que ha implementado el presidente Gustavo Petro, y esa frase encaja perfectamente con la drástica transformación que ha sufrido en menos de un mes la Casa de Nariño. SEMANA buscó cuáles son las modificaciones que se le han hecho al recinto.

El primer cambio extremo que ha tenido el Palacio Presidencial se derivó de la orden que impartió el presidente Petro el pasado 7 de agosto, día de la posesión, para que se trasladara la espada de Simón Bolívar a la ceremonia.

El elemento se trasladó de manera definitiva del lugar donde se encontraba, sin acceso al público, a la entrada principal de la Casa de Nariño, para que todas las personas que entren al recinto puedan observarla.

Espada de Bolívar | Foto: Foto redes sociales

Pero las modificaciones no pararon ahí, ya que recientemente armó maletas la “paloma de la paz” alzando vuelo desde el Museo Nacional para aterrizar en el Palacio Presidencial; ese símbolo que elaboró el artista Fernando Botero ahora está en el salón Gobelinos.

Paloma de la paz en la Casa de Nariño | Foto: Semana

Cabe recordar que esa escultura Botero se la entregó al expresidente Juan Manuel Santos en homenaje al acuerdo con la guerrilla de las Farc, que se firmó en La Habana (Cuba).

“Otra vez en su lugar”, publicó el mandatario en su cuenta de Twitter, junto a una foto suya al lado de la escultura.

Revolcón en la Casa de Nariño y “nóminas paralelas”

Pero los cambios también se han ejecutado en el área administrativa, en el marco de la estrategia de austeridad que está implementando el Gobierno nacional del Pacto Histórico se empezaron a tomar las primeras decisiones, una de estas enfocada en el ajuste de las vacantes que existían en la Casa de Nariño.

Mauricio Lizcano, director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, reveló que se congelaron 100 vacantes que tenían sueldos altos en la Casa de Nariño.

Lizcano, a su vez, afirmó que en el proceso de reestructuración de la Presidencia de la República no se eliminaron los cargos o puestos de trabajo de bajos salarios, con el objetivo de no afectar la estabilidad laboral de un amplio personal del Palacio de Nariño.

“Los 120 cargos eran vacantes y están congelados, esos 100 son realmente congelados, es decir, cargos que no proveímos y que vamos a eliminar”, sostuvo Lizcano.

Y añadió el alto funcionario del Gobierno nacional: “20 son de personas que renunciaron o que ya no están con nosotros en razón de que son de altos salarios, para que la gente lo tenga claro, aquí no estamos tocando de bajos ingresos, o de personal administrativo, ni secretarías, ni conductores, ni auxiliares de servicio”.

Director del Departamento de la Presidencia Mauricio Lizcano | Foto: Semana

“Acá lo que estamos tocando son los altos salarios, de las personas que eran asesores de los altos consejeros, los que se ganaban $18 millones, $20 millones, etcétera”, puntualizó Lizcano.

Sin embargo, el gobierno de Gustavo Petro alista un proyecto de ley con el que pedirá facultades legales al Congreso para reestructurar su planta administrativa. Aun así, ya se conocen las primeras movidas internas con las que la nueva administración promete cumplir con su promesa de austeridad en el gasto.