El ministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva, confía en que una nueva Comisión de la Verdad se reviva en los diferentes procesos de paz que se puedan consolidar con organizaciones armadas al margen de la ley, las cuales se integran a la ‘paz total’, especialmente con la que se reactivaría con el ELN.
Leyva, en la declaración que dio en un evento adelantado en Bogotá con las familias de víctimas de desapariciones forzadas, señaló que la Comisión de la Verdad es vital para procesos de paz, con el objetivo de que se construya la verdad.
“Terminó el período de la Comisión de la Verdad y estoy haciendo fuerza para que en la nueva negociación se reviva una Comisión de la Verdad, porque no puede haber paz completa sin Comisión de la Verdad”, sostuvo.
De la misma manera, indicó el alto funcionario: “Hay una unidad que es la de búsqueda de desaparecidos. Eso no significa que tenga yo la capacidad de estar al tanto de todo lo que ocurre y no me da pena decirles que no sabía que eso estaba por darle el último manotazo y si yo hubiera sabido, me hubiera unido a todas las marchas de ustedes”.
Comisión de la Verdad llega a su fin
El pasado 28 de junio, en el teatro Jorge Eliécer Gaitán, en Bogotá, el padre Francisco de Roux presentó junto a su equipo el primer avance del Informe Final de la Comisión de la Verdad.
El documento titulado Hay futuro si hay verdad da un contexto del conflicto armado colombiano, presenta sus principales protagonistas y hace varias recomendaciones para ser aplicadas a corto, mediano y largo plazo por el Gobierno.
Tras su presentación, existió un profundo debate sobre la forma como se había realizado el informe, la no inclusión de todas las víctimas, una parcialización de las cifras y la falta de espacio para hablar de las acciones ejecutadas en todo el territorio nacional por parte de la guerrilla de las Farc.
Incluso, un grupo de militares víctimas de secuestro y desaparición forzada cuestionó, en un evento realizado en la Universidad Militar Nueva Granada, la visión parcializada del conflicto armado. Frente a esto, el padre De Roux atinó a decir que “son diez millones de víctimas, (…) Si le diéramos un minuto a cada víctima de militares, víctima de todo el país, nos demoraríamos 18 años”.
La más reciente polémica se presentó la semana pasada con el capítulo que hizo referencia al proceso de paz que se adelantó con las Farc en La Habana (Cuba), la posterior firma del Acuerdo Final de Paz y el riesgo que representó la captura del excomandante guerrillero Seuxis Paucías Hernández Solarte, conocido como Jesús Santrich, por cargos relacionados con el tráfico de drogas.
En ese documento se recolectaban y citaban versiones de informes periodísticos que señalaban que se había tratado de un “entrampamiento” por parte de agentes de la DEA de los Estados Unidos y la Fiscalía General de la Nación. En este sentido, se indicaba que se le había puesto un cebo al excomandante guerrillero para que se reuniera con supuestos emisarios de los carteles mexicanos que querían traficar cocaína a los Estados Unidos.
Las críticas no se hicieron esperar. El exfiscal general Néstor Humberto Martínez aseguró que jamás se realizó un entrampamiento y todo el operativo contó con fuentes humanas y pruebas documentales que reseñaban que, en efecto, Santrich se había asociado con un grupo de narcotraficantes para seguir delinquiendo. Esto, pese a que había hecho parte del Acuerdo Final y, por si fuera poco, tenía una curul en la Cámara de Representantes.
Finalmente, invitó al padre De Roux a crear un Tribunal de Honor para evaluar lo que realmente ocurrió y establecer si existió alguna irregularidad en el proceso contra Santrich. Para Martínez Neira, es falsa la versión que se plantó cocaína con el fin de adelantar la negociación con el exjefe guerrillero.
La Comisión de la Verdad terminó su labor el 27 de agosto.