El canciller suspendido Álvaro Leyva terminó siendo víctima de una extorsión en medio de la millonaria licitación de pasaportes.

Minutos después de que SEMANA revelara cómo un extraño hombre lo contactó y le prometió información sensible y confidencial de la firma Thomas Greg, que demandó al Estado porque Leyva se atravesó a la licitación de pasaportes, el jefe de la diplomacia colombiana le reconoció a SEMANA que había recibido comunicación de una persona. Y él, de inmediato, les reportó a las autoridades con las que buscó esclarecer quién estaba detrás del chantaje.

“Me contactó una gente que no he podido identificar aún, con la historia de que tenían una valiosísima información con la licitación y a propósito de los pasaportes. Obviamente, a mí me suscitó curiosidad y comenzaron a mandarme como una especie de pruebas de cómo gente de Thomas Greg aproximaba a personalidades y a otros funcionarios. Inmediatamente, yo dije que no estaba en condiciones de suministrar ninguna información al respecto y mucho menos pagar, porque no estaba dentro de mi forma de ser comprar información, que nunca lo había hecho”, dijo.

Canciller Álvaro Leyva | Foto: SEMANA

Inmediatamente, según Leyva, dio traslado de lo ocurrido a la Fiscalía y al Gobierno.

“Llega un momento en el que participa inteligencia del Estado y comienzo yo, naturalmente, a desarrollar todo lo que se me va insinuando la propia Fiscalía, con el ánimo de establecer quién era el que estaba haciendo este chantaje”, manifestó.

Leyva reconoció que lo quisieron extorsionar. “Se trató de una extorsión hasta el final. Estuve hablando con esa persona hasta hace 24 horas. La persona que se comunica de forma permanente y durante todos estos días me dice que tengo que pagar una suma y que si no se la doy entonces recurrirá a unos medios de comunicación”, expresó.

Mensaje al canciller Álvaro Leyva. | Foto: SEMANA

El ministro, hoy suspendido temporalmente por la Procuraduría por el escándalo de los pasaportes, reconoció que se hizo un pago, “pero conjuntamente con el Estado, no son dineros míos, y de esto tienen conocimiento las más altas figuras del Estado. Esto no es algo que yo me hubiera inventado, sino tratando de conseguir la información que se consideró que era de seguridad nacional. Asimismo, la calificó la Fiscalía, porque todo lo que tiene que ver con pasaportes tiene que ver con seguridad nacional”.

El canciller, además, se reafirmó en que se trató de una operación “de interés del Estado colombiano por razones de seguridad nacional. No ha habido un solo paso que yo haya podido dar sin el conocimiento de la Fiscalía y las autoridades nacionales correspondientes”.

Álvaro Leyva, canciller de Colombia. | Foto: Juan Carlos Sierra

Leyva reconoció que ha sido “una experiencia mortificante, porque es algo de lo que nunca había tenido conocimiento en la larga historia de mi vida”.

Aseguró que le impactó “el amplio conocimiento” que esta persona que lo abordó tenía sobre el Estado.

El alto funcionario confirmó que su teléfono celular está en poder de la Fiscalía, donde está toda la conversación que sostuvo por más de 30 días con el delincuente.

“Me siento satisfecho de haber cumplido con mi conciencia y los altos intereses del Estado, lo que hay que hacer es aprehender a esos bandidos, capturarlos”, señaló a SEMANA.

Y concluyó: “He sido un servidor del Estado, a las órdenes de mi superior. Sería ingenuo que no hubiera puesto esto en conocimiento de la Fiscalía. Se trató de una misión de Estado”.