Tras el fallo reciente de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, el canciller Álvaro Leyva se reunió en esa ciudad de Países Bajos con el agente nicaragüense ante el tribunal internacional Carlos Argüello, para conversar sobre la implementación de las sentencias que profirió el tribunal internacional en los últimos años.

Uno de los puntos que anunció la Cancillería colombiana que se discutió entre ambos fueron las necesidades de las comunidades que habitan en esa región del Caribe y que han manifestado en distintas ocasiones que se han visto afectadas por las disputas diplomáticas.

Tras el encuentro, ambos líderes acordaron avanzar de manera conjunta y pronta en reuniones posteriores que se irán dando entre ambos países para seguir el trámite en ese sentido. “El Canciller manifestó su disposición de convocar un nuevo encuentro que podría tener lugar en Bogotá, Managua o en La Haya”, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia.

El canciller se mostró abierto a dialogar con el régimen de Daniel Ortega. | Foto: Leon Dario Pelaez - Publicaciones Semana

A eso se le suma que en los últimos días el canciller Álvaro Leyva le entregó a nombre del Gobierno la Orden de Boyacá a Eduardo Valencia-Ospina, quien fue el agente de Colombia ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya. “Eduardo ha encarnado los valores de integridad, justicia y sabiduría que la orden representa”, afirmó el canciller Leyva. El encuentro ocurrió en La Haya, en Países Bajos, donde se encuentra el ministro en esta corrida.

La conversación se da luego de que los presidentes de ambos países, Gustavo Petro (Colombia) y Daniel Ortega (Nicaragua) anunciaran que prontamente hablarían sobre lo decidido por la Corte Internacional de Justicia.

“Solicitaremos el diálogo con Nicaragua para negociar las condiciones de pesca del pueblo raizal del Caribe, hablaremos con Ortega, con su Gobierno sobre esos nuevos fallos, podemos hacer prevalecer con los pueblos para que tengan derecho a la pesca sin ser molestados, puedan comunicarse entre sí sin barreras”, aseguró Petro.

El canciller Álvaro Leyva se reunió con representantes de Nicaragua y anunció una nueva reunión en algunos de los dos países. | Foto: Cancillería

Por su parte, Ortega contestó que los problemas entre ambos países han sido limítrofes y que no quiere confrontaciones. “Si la Corte ya falló a favor de ellos y la Corte ya falló a favor nuestro, entonces ahí tenemos la salida para que busquemos ya la forma de plasmar esto, en un decreto, acuerdo donde quede claro que Nicaragua ya es dueña, como en efecto lo es, y está ejerciendo soberanía en esos 75.000 kilómetros cuadrados que le dio la Corte en el Mar Caribe, y con el mejor espíritu de paz, de entendimiento, le voy a dar este mensaje al presidente Petro”, anunció el dictador nicaragüense.

Algunos han criticado que Colombia converse con el régimen de Nicaragua. Uno de ellos fue el abogado y perito internacional colombiano radicado en La Haya, Juan Roberto Serrano, quien en conversación con SEMANA explicó por qué no es buena idea.

“Considero que Colombia debe abstenerse de hacer cualquier negociación con Nicaragua y seguir ejerciendo su soberanía sobre el archipiélago de San Andrés y Providencia”, afirmó. Uno de los argumentos es que Colombia podría rescatar a futuro su soberanía “si cimenta su petición y sus luchas jurídicas alrededor de la defensa de la biósfera y de la pesca común con Nicaragua”, dijo el abogado experto.

Hay quienes consideran que es preferible una disputa diplomática que perder un pedazo de San Andrés. ARCHIPIELAGO DE SAN ANDRES Y PROVIDENCIA MARZO 28 DE 2011. FOTO: JUAN CARLOS SIERRA-REVISTA SEMANA. | Foto: Semana

Uno de los líderes políticos colombianos que se alineó con esa idea fue el expresidente Álvaro Uribe, quien manifestó que Colombia “debe insistir en una consulta nacional para reafirmar que los límites con Nicaragua, sean de espacio aéreo, nivel del mar o submarinos, están en el Meridiano 82, señalado por el Tratado Esguerra-Bárcenas, de acuerdo con la costumbre de la época”.

Además, el exmandatario considera que no puede aplicarse la sentencia del 2012 en la que Colombia perdió 70.000 metros de límite marítimo con Nicaragua, y que es preferible una tensión diplomática de 50 años que entregar un pedazo de mar del país.