La historia de Yini Paola Galán ha sido de sufrimiento y tragedias. Hace unos meses decidió irse para Estados Unidos de manera irregular ante la precariedad económica con la que vivía en Girón, Norte de Santander. Además, según han contado sus familiares, su esposo la golpeaba.
Sin embargo, su mayor tragedia la vivió huyendo de las demás. Galán decidió cruzar Centroamérica hasta EE. UU. con el mismo sueño que tienen miles de migrantes: tener mayores oportunidades y dárselas a sus familiares, en este caso, sus dos hijos de 4 y 6 años de edad.
Había logrado pasar el temido Tapón del Darién y cuando se acercaba a la frontera de Estados Unidos, a la altura del río Bravo, ubicado al norte de México, sus dos pequeños se le cayeron al agua y los perdió.
En las últimas horas la Cancillería colombiana informó que uno de ellos fue identificado y que lamentablemente falleció. “Luego de que la autoridad Federal notificara al consulado en Houston del hallazgo de un cuerpo sin vida cuyas características se asemejaba a las de uno de los menores desaparecidos, funcionarios consulares en Nueva York se reunieron con la madre del menor, quien confirmó que la información suministrada por la autoridad correspondía a la de su hijo”, aseguró el Ministerio de Relaciones Exteriores en las últimas horas.
Galán llegó a Nueva York, donde está siendo acompañada por el consulado de Colombia en ese país. Igualmente, se trabaja de forma conjunta con los canales diplomáticos en Houston para seguir con la búsqueda del otro menor de edad que se encuentra desaparecido. Además, a la mujer de 23 años, se le está brindando atención psicosocial y un refugio.
Según dijo su hermana, Yulitza Galán, a RCN Radio, Yini Paola solo buscaba darle “una mejor calidad de vida a sus hijos”. “Aquí no contaba con la ayuda económica del papá de los niños. Estaban pasando muchos problemas, estaban separados. Estaba viviendo en la casa del abuelo paterno de los niños”, afirmó.
Agregó que su hermana se fue del país por un momento de desesperación porque la sacaron de la casa. “El marido la amenazaba, le pegaba mucho”, contó.
A todo eso se le suma que se encontraba sin trabajo en Colombia. “Trabajaba en un restaurante callejero y le daban 20 mil pesos ayudando a pelar papas”, aseguró la hermana de la joven a la cadena radial.
Galán se fue a Estados Unidos con los papeles de los menores de edad, el registro civil, algo de ropa y 130 mil pesos. “Se fue por el Darién, logró cruzar lo más difícil”, señaló.
La tragedia en el río Bravo, según le contó ella a su hermana, habría sucedido porque una persona perdió el control al pasar y se agarró de Galán, quien llevaba a sus hijos menores de edad. “Cuando salimos del agua ya los niños no estaban”, afirmó.
Desde la Cancillería aseguran que siguen trabajando conjuntamente entre los consulados de Nueva York y Houston para dar con el paradero del otro menor y acompañar a Galán en medio de esta tragedia.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores expresa su más profundo sentimiento de dolor y envía a la madre del menor, a su padre y demás familiares y amigos en Colombia, un saludo solidario y fraterno”, dijeron. Y que seguirán haciendo el acompañamiento en este caso.
Igualmente, hicieron un llamado para que los migrantes colombianos utilicen las vías legales dispuestas por los países para llegar a esos territorios y evitar exponer la vida a través de estos pasos fronterizos no permitidos.
Como la de Galán, hay decenas de historias que se repiten a diario de personas de distintas nacionalidades que buscan llegar a Estados Unidos a través de Centroamérica en búsqueda de mejores oportunidades, sin embargo, a veces no resulta lo esperado.