La Gobierno de Gustavo Petro está trabajando en un borrador de decreto sobre la estructura del Ministerio de Relaciones Exteriores para modificar el Decreto 869 de 2016, que es la reglamentación más reciente que detalló el organigrama de esa cartera.
El objetivo de esa iniciativa es ampliar la estructura burocrática de la cartera. En la actualidad la Cancillería tiene dos viceministerios (el de Relaciones Exteriores y el de Asuntos Multilaterales) y se está considerando crear un tercer viceministerio que llevaría el nombre de Asuntos Migratorios y Consulares.
Este tendría cuatro direcciones en su organigrama interno y terminaría convirtiéndose en una dependencia más que crearía el Gobierno Petro para tratar este tipo de asuntos, pues con el Ministerio de la Igualdad se creó una Dirección de Asuntos Migratorios que, en todo caso, está en el limbo para después de 2026.
La Cancillería confirmó a SEMANA que ya “se están realizando los estudios pertinentes de viabilidad del proyecto de creación del Viceministerio de Asuntos Migratorios y Consulares teniendo en cuenta el carácter especial de la condición de extranjero y el impacto de tal condición en el ejercicio de los derechos fundamentales de esta población”.
El argumento del Palacio de San Carlos para tener sobre la mesa la creación de esa cartera es que los migrantes son una población vulnerable cuya atención requiere una coordinación interinstitucional. No obstante, esa determinación terminaría convirtiéndose en una nueva ampliación de altos cargos en el gobierno.
“La limitación estructural, la gran cantidad de temas a cargo, la importancia que actualmente tiene lo migratorio y consular, el interés del Gobierno nacional por acercar el Estado a los colombianos en el exterior y las nuevas dinámicas migratorias, motivan a proponer la creación de un Viceministerio de Asuntos Migratorios y Consulares, bajo cuya cubierta, se de una atención apropiada a todo lo migratorio y consular, así como a la política de servicio al ciudadano del Ministerio de Relaciones Exteriores”, argumentó la cartera que dirige Luis Gilberto Murillo en respuesta a un derecho de petición enviado por SEMANA.
Ese no es el único asunto que está en un proceso de cambio dentro de la Cancillería, pues la dirección de asuntos consulares está renovando la política migratoria del Estado colombiano y también se está trabajando en un proyecto de resolución que modifica los requisitos de ingreso a la carrera diplomática.
Este último consiste en un proyecto de resolución para flexibilizar las condiciones de entrada al servicio exterior, dándole un puntaje especial a quienes pertenecen a comunidades tradicionalmente excluidas, y validando como personas bilingües a quienes tengan conocimiento de lenguas indígenas y tradicionales.
Esa iniciativa ya recibió un catálogo de comentarios que quedaron constatados en un documento de 24 páginas con reparos de los sindicatos de la Cancillería y académicos interesados en la carrera diplomática.
Todos esos ajustes, sumados a los procesos de apertura de nuevos consulados y embajadas, están en el catálogo de asuntos del proceso de renovación del Ministerio que está realizando el Gobierno Petro.
Ese despacho le dijo a SEMANA que “Colombia respeta la normativa migratoria de los Estados de destino de connacionales, y espera que el principio de la libre movilidad, bajo una perspectiva de derechos humanos, el cual es parte fundamental de la aplicación de la Política Migratoria dentro del país, sea observado en los procesos migratorios, sin importar el estatus migratorio de dichos migrantes”.