Mientras que el país cuenta con personal capacitado para ocupar los consulados y embajadas, el Gobierno sigue nombrando en estos cargos a personas con cuestionamientos o que no cumplen los requisitos.
Uno de los casos más sonados ha sido el de Álvaro Moisés Ninco, quien fue nombrado para ser embajador de Colombia en México, a pesar de que no cuenta con título profesional y acredita únicamente dos años y cinco meses de experiencia laboral trabajando en la UTL del senador Gustavo Bolívar, lo que no guarda relación con la diplomacia.
El Decreto 1083 de 2015 establece como requisitos para ocupar el cargo de embajador tener título profesional, título de posgrado y experiencia profesional relacionada, y agrega que “los requisitos de que trata el presente decreto no podrán ser disminuidos ni aumentados”.
No obstante, el nombramiento se hizo y Ninco Daza ya está desempeñando funciones en México.
Pero no es el único caso. Según reconoció la Cancillería, en un documento enviado a la Comisión Segunda de la Cámara de Representantes, desde que se instaló este Gobierno, el 7 de agosto del año pasado, se han entregado 20 embajadas a personas que no pertenecen a la carrera diplomática, es decir, nombramientos políticos.
A esto se suman los consulados, algunos de los cuales también han sido dejados en manos de personas que no se prepararon para cumplir sus tareas en el servicio exterior.
Frente a la justificación para hacer estos nombramientos, la Cancillería indica en el documento que el Decreto Ley 274 del año 2000 faculta al presidente de la República a hacer estas designaciones cuando “no sea posible designar a funcionarios inscritos en el escalafón de la carrera diplomática para proveer dichos cargos”.
Según explica el Gobierno, los funcionarios de carrera diplomática deben cumplir con la llamada “alternación”, es decir, deben estar cuatro años en el exterior cumpliendo sus funciones y otros tres años en la planta interna, en Bogotá, lo que indica que no siempre estarían disponibles para ser nombrados en cargos diplomáticos fuera del país y allí es cuando se abre el espacio para las designaciones políticas.
Uno de los planteamientos que se han hecho de parte de diferentes sectores es aumentar el personal de carrera diplomática para evitar esta insuficiencia.
Sin embargo, contrario a lo que se esperaba, la convocatoria que abrió la Cancillería este año para quienes estén interesados en ingresar a la carrera diplomática disminuyó el número de cupos frente a años anteriores.
Normalmente se abrían entre 30 y 40 cupos, pero en esta oportunidad solo hay espacio para 15 profesionales.
“Este es un número históricamente bajo que no se veía desde hace por lo menos dos gobiernos y que nos preocupa. Significa que se va a ralentizar el crecimiento de la carrera diplomática, que es la que permite que haya personal capacitado en la planta de la Cancillería. En los últimos diez años, habíamos visto números consistentes de entre 20 y 40 funcionarios que se integraban a la carrera”, le dijo a SEMANA Miguel Ruiz, vocero de la Unión de Funcionarios de Carrera Diplomática (Unidiplo).
Frente a esta situación, la Cancillería asegura en el documento que en el Decreto Ley 274 del 2000 “no se establece un número mínimo de cupos que deban ofrecerse”.
No obstante, el Ministerio de Relaciones Exteriores explica que, debido a que durante la convocatoria a los cursos de ingreso a la carrera diplomática correspondientes a los años 2020, 2021 y 2022 se habilitaron 118 cupos de los 125 cargos existentes para el rango de tercer secretario de Relaciones Exteriores, la Cancillería cuenta únicamente con siete cupos disponibles para el curso correspondiente al año 2023. No obstante, se habilitaron ocho cupos más para completar los 15 espacios que se abrieron.
En cambio, Unidiplo, el sindicato de trabajadores de la carrera diplomática afirma que hay 615 cargos del escalafón de la carrera diplomática y consular, y solo 481 funcionarios de carrera para ocuparlos. Este año se incorporarán 39 nuevos funcionarios que completaron el curso de formación. Es decir, en 2023 la carrera estará integrada por 520 funcionarios, lo que indica que hay un déficit de más de 90 profesionales que tienen que ser suplidos, la mayoría de las veces, con nombramientos políticos.
María Angélica García, presidenta de Unidiplo, advierte: “Hoy tenemos 53 vacantes en el escalafón y se van a abrir más, pues solo este año 19 terceros secretarios ascienden a segundos secretarios, y en febrero de 2025 otros 23 terceros secretarios ascenderán”.