El primer debate por la Presidencia de Brasil se caracterizó por fuertes encontrones entre los dos candidatos, el actual presidente Jair Bolsonaro y el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
De hecho, en más de una ocasión la producción tuvo que hacer un llamado al orden porque ambos candidatos y sus comitivas se insultaban y casi pasan a los puños.
A pesar de que en el debate también participaron los otros candidatos, fueron los momentos de tensión entre Bolsonaro y Lula los que se llevaron toda la atención.
Uno de los momentos en que ambos candidatos tuvieron un roce de opiniones tuvo como protagonista al presidente colombiano, Gustavo Petro.
Casi al final del encuentro, Bolsonaro cuestionó las relaciones con otros gobiernos de izquierda de Latinoamérica, entre ellos, el presidente Gustavo Petro.
Dijo que Lula da Silva mostró su apoyo a Chávez y Maduro y “mira cómo está Venezuela”. También dijo que, en el caso de Petro, el mandatario busca “liberar las drogas en el país”.
Y también mencionó a Gabriel Boric, mandatario chileno, que “le prendía fuego al Metro” y a Daniel Ortega en Nicaragua que “arresta sacerdotes y persigue monjas”.
Lula Da Silva prefirió no referirse al tema.
Lula, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, cuenta con el 47 % de la intención de voto contra 32 % de Bolsonaro, según una encuesta del Instituto Datafolha publicada el pasado 18 de agosto. Otros sondeos también ubican a Lula en la delantera, aunque con una ventaja menor.
Además de Lula y Bolsonaro, el encuentro reunió a otros cuatro candidatos, entre ellos el exministro de Hacienda, Ciro Gomes del Partido Demócrata Laborista, la senadora Simone Tebet del Movimiento de la Democracia Brasileña, Soraya Thronicke, de Unión Brasil y Felipe D’avila, del Partido Novo.
En ese orden de ideas, Bolsonaro en su primera intervención lanzó una fuerte pulla a Da Silva, al asegurar que el gobierno del exmandatario “fue el más corrupto en la historia de Brasil”.
No obstante, Lula, de 76 años, se defendió con los logros obtenidos en su gestión: “El país que dejé es un país que el pueblo echa de menos”, indicó el exmandatario. Acto seguido, el expresidente aseguró que Bolsonaro tiene abandonada a la nación y que la educación ha sido la más perjudicada luego de la pandemia del covid-19.
Razón por la cual, el mandatario afirmó que su administración “atiende a los más necesitados” y tiempo después afirmó que las gestiones realizadas están pensadas en los más pobres. “Es un gobierno que lo está haciendo bien. La economía está en auge”, aseveró Bolsonaro.
Asimismo, otro momento de tensión entre Bolsonaro y Da Silva fue el tema de las ayudas sociales, donde se acusaron de mentir. Sin embargo, los dos se comprometieron a mejorar la ayuda de emergencia, que tiene un costo de 600 reales.
“Hay una mentira en el aire. La bancada del PT votó a favor; al candidato le encanta citar cifras absurdas que ni siquiera él se cree”, indicó el exmandatario, razón por la cual Bolsonaro manifestó que la bancada del PT votó en contra de las ayudas sociales.
“Está en su ADN, mentir e inventar números. ¿Por qué el PT no aumentó la Bolsa Familiar? Pagó una miseria porque solo quería votos”, aseveró el presidente.
Por otra parte, otro momento candente del debate lo protagonizaron el diputado André Janones, uno de los grandes aliados de Lula, y el exministro de Ambiente de Bolsonaro, Ricardo Salles, quienes estuvieron a punto de irse a los puños.
Durante todo el debate, el ultraderechista y presidente de Brasil fue el más criticado por parte de todos los candidatos. Por ejemplo, el candidato laborista Ciro Gomes, manifestó que desde que Bolsonaro está en el poder “Todo en Brasil está fuera de lugar”. Además, aseguró que “escuchar al presidente Bolsonaro decir que la economía está en auge es algo que me choca”.