SEMANA: ¿Qué piensa de lo que ha hecho Petro, desde que llegó a la presidencia, de rendirle un tributo permanente al M-19?
EVERTH BUSTAMANTE: Es un despropósito, un disparate muy grande, hay una equivocación profunda del Gobierno. Quiere transmitir unos mensajes que no se corresponden con los momentos históricos que vive el país. La utilización de ciertos símbolos –representativos del M-19 como la bandera y el sombrero– son importantes para quienes fuimos militantes de ese grupo, pero el M-19 desapareció en 1994, es decir, hace 30 años, eso no le dice nada a la juventud. Y, por el contrario, genera un disenso dentro de la opinión pública porque no son símbolos de la unidad nacional.
SEMANA: ¿Le parece justo exaltar el sombrero de Pizarro?
E.B.: Es una gran equivocación porque lo que hay que resaltar y rescatar de Carlos Pizarro es su pensamiento, no su sombrero, que no dice absolutamente nada. Su pensamiento fue muy importante porque todo su planteamiento en la negociación de paz con el Gobierno de Virgilio Barco desembocó en la Asamblea Nacional Constituyente. Fue un elemento más, no fue el único. Con el sombrero se está estimulando la confrontación, el odio, la división, el enfrentamiento entre colombianos. Eso no corresponde al pensamiento ni del M-19 ni el de Pizarro.
SEMANA: ¿Qué se le vino a la cabeza cuando se enteró de que exaltarían el sombrero?
E.B.: Hay una desubicación, el país está cansado de confrontaciones, de la violencia. Lo fundamental es que se pueda avanzar en un acuerdo nacional que ponga en primer lugar la seguridad de los colombianos para generar tranquilidad y confianza. En segundo lugar, hay que hacer un acuerdo que establezca garantías en 2026. Está en riesgo la democracia colombiana; si queremos que sobreviva, es necesario que se establezca cuáles van a ser las garantías reales para una participación democrática. Hay que asegurar que haya elecciones libres en 2026. Se está confundiendo al país cuando Petro llama a una Constituyente, a un poder constituyente. ¿Cuál es? En mi opinión, somos todos, no las guardias indígenas ni campesinas.
SEMANA: ¿Vale la pena que el sombrero de Pizarro esté expuesto en la Casa de Nariño?
E.B.: No es un símbolo nacional. Para mí, termina siendo un fetiche dada la situación económica y social muy delicada que vivimos en el país. No tiene por qué estar en la Casa de Nariño, allá está la espada de Simón Bolívar y es lo que corresponde por historia, es el símbolo de la libertad de la patria. No es respetuoso con el país, con la historia, la memoria de los colombianos que haya otro tipo de símbolos distintos a los que acogimos como nación.
SEMANA: ¿Por qué lo hace Petro?
E.B.: Petro tiene una forma de pensar que no es la de un partido político, no es la de un grupo social, es una visión muy particular que única y exclusivamente está en la cabeza del presidente. Mire, políticamente hay una confusión, él promovió la Colombia Humana, pero desapareció para las elecciones presidenciales y configuraron un archipiélago de partidos a través del Pacto Histórico. Pero ahora, Petro reivindica los símbolos del M-19 cuando ese grupo desapareció hace 30 años. A él no le corresponde, ni tiene la autoridad, él tuvo una militancia secundaria, anodina, en el M-19, pero no más. Me parece que es una nostalgia tardía que tiene Petro en relación con lo que significó el M-19. El presidente quisiera hacer hoy lo que hizo en su momento el M-19. Tiene nostalgia tardía.
SEMANA: Si Carlos Pizarro estuviera vivo, ¿qué pensaría de la decisión de simbolizar su sombrero?
E.B.: Estaría totalmente en desacuerdo con lo que se está haciendo. Si uno revisa el discurso de Pizarro, mediante el cual aceptó la candidatura presidencial el 19 de abril de 1990, ahí se encontrará que jamás aceptaría un uso desafortunado de un símbolo de lo que fue un movimiento guerrillero.
SEMANA: Pizarro lideró un grupo criminal.
E.B.: No. Él fue un guerrillero. En la guerra hay hechos violentos y una confrontación que produce muertes, dolor, eso es propio de un conflicto. Él fue un guerrillero, no un criminal, hay que hacer una distinción, hay que diferenciar muy bien entre las bandas criminales, narcotráfico, paramilitares y la guerrilla del M-19 que tuvo un propósito político. Petro no vivió el proceso del M-19, no está compenetrado con el pensamiento que, como legado, dejó ese grupo y que quedó contenido en la Constitución del 91.
SEMANA: ¿Petro se desmovilizó moralmente del M-19?
E.B.: Él, realmente, nunca tuvo una militancia de significación. Tardíamente, quiere replicar ciertos episodios del M-19, es una actitud nostálgica frente a lo que fue el grupo armado porque él no vivió a lo largo de los 16 años de existencia de ese grupo, no se compenetró con su pensamiento. Petro está conspirando contra la Constitución del 91 y el M tuvo el 30 por ciento de representación en la Asamblea Nacional Constituyente. Ese es el hecho más importante.
SEMANA: Helena Urán, hija del magistrado Carlos Horacio Urán, una de las víctimas del Palacio de Justicia, rechazó que el sombrero de Pizarro fuera exaltado por el Gobierno Petro.
E.B.: Me merece todo el respeto, creo que ella, como víctima, está diciendo las cosas como son. Esas son equivocaciones por parte del presidente que son imperdonables. Él está faltando a su función de ser factor de unidad nacional. Él hiere la memoria de las víctimas, de los que se sacrificaron. Estoy de acuerdo con el planteamiento de ella, el sombrero de Carlos Pizarro no se puede utilizar como un factor de confrontación entre los colombianos.
SEMANA: Si le pregunto por un verdadero símbolo del M-19, ¿cuál es?
E.B.: Jaime Bateman, fundador del M-19.
SEMANA: ¿Por encima de Carlos Pizarro?
E.B.: Por encima de Pizarro, porque fue el verdadero ideador del diálogo nacional. Después del Frente Nacional, él planteó que el país tenía que ampliar su democracia, llevarla a los sectores sociales que han sido marginados del progreso y toda su lucha giró alrededor de eso, una lucha por la ampliación por la democracia. El verdadero ideólogo, pensador, fue Jaime Bateman, es el verdadero símbolo que le quedó al M-19.
SEMANA: ¿Le produce orgullo haber pertenecido al M-19?
E.B.: En mi caso, sí; más allá de los trágicos errores que se cometieron. Cuando se usan las armas se corre el riesgo de cometer errores y el M-19 cometió unos gravísimos. Tal vez el más grave fue el Palacio de Justicia. Murieron mis profesores, soy abogado de la Universidad Externado, los magistrados Alfonso Reyes Echandía, Carlos Medellín, Mario Calderón, entre otros. Para mí ese hecho fue doblemente trágico, me enteré en el exterior. Si yo hubiera sabido a tiempo me hubiera opuesto a muerte.
SEMANA: Con la bandera, el sombrero, la espada de Bolívar, ¿Petro confirma que es un provocador?
E.B.: Incurre en una provocación con las víctimas, con una parte muy importante de los colombianos que no son del M-19 ni lo fueron. El presidente tiene que rectificar. Es muy difícil que él ofrezca perdón, su formación y su estado mental no le permiten darse cuenta de los graves errores que comete, pero debería hacerlo en un acto de reconciliación con el país, debería abstenerse de realizar actos que indignen a una parte de la población.
SEMANA: ¿Cree que la polémica del sombrero de Pizarro es estrategia para lanzar la candidatura presidencial de María José Pizarro?
E.B.: Respeto la memoria de Carlos Pizarro y respeto, aunque no esté de acuerdo con lo que hacen sus hijas, yo no comparto su postura política. Si María José Pizarro tiene aspiraciones y lo hace dentro del marco de la Constitución, bienvenida. Si ella será candidata, aunque personalmente no la acompañaría, está en todo su derecho.
SEMANA: ¿Por qué no comparte la postura política de María José Pizarro?
E.B.: No tanto con sus ideales políticos, porque puede tener algunos que conserven el pensamiento de su padre, no estoy de acuerdo con el hecho de haberse vinculado al Gobierno de Gustavo Petro porque él no representa el legado del M-19.
SEMANA: Si Carlos Pizarro estuviera vivo, ¿le gustaría el Gobierno Petro?
E.B.: Creo que no. Muy seguramente quien hubiera sido el presidente sería Pizarro.
SEMANA: ¿Dónde debería estar el sombrero de Pizarro y la bandera del M-19?
E.B.: En una ocasión, un empresario colombiano que vivía en Estados Unidos le ofreció a Jaime Bateman, en 1982, comprar una casa en Bogotá para que fuera la sede del M-19. Lamentablemente, eso no se pudo concretar. Si existiera esa vivienda, allá deberían estar estos objetos, no en el Palacio de Nariño.