La semana pasada, el Gobierno nacional del llamado cambio se desplazó a varias ciudades capitales para adelantar una jornada de la estrategia Gobierno con el Pueblo. El presidente Gustavo Petro y su gabinete en pleno estuvieron en Bogotá, Barranquilla, Cartagena, Manizales, Pereira y Cali.
El discurso del jefe de Estado al término de la jornada estuvo enfocado en ataques, provocaciones y, de cierta manera, amenazas, en medio de un penoso episodio por el que atraviesa su administración tras un nuevo escándalo que estalló en la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo (UNGRD), el cual tiene en el ojo del huracán a varios funcionarios.
Inclusive, ese escándalo –que empezó con las declaraciones que dio en exclusiva a SEMANA Sneyder Pinilla, exsubdirector de la UNGRD– cobró la cabeza en la Casa de Nariño de la hasta entonces consejera presidencial para las Regiones, Sandra Ortiz.
Ortiz fue mencionada por Pinilla, quien la señaló directamente de ser la supuesta “mensajera” en la entrega de $ 3.000 millones al presidente del Senado, Iván Name, con el objetivo –supuestamente– de favorecer las polémicas reformas sociales del Gobierno nacional.
Quizá los discursos más delirantes del presidente Petro se concentraron en Cartagena y Cali. Desde esas regiones del país, el mandatario colombiano se desató, hablando nuevamente de constituyente, de coordinadoras de fuerzas populares, abrió también la puerta para seguir en el poder después de 2026 y hasta calificó al expresidente Iván Duque de terrorista.
Las frases más perturbadoras
En Cartagena, estas fueron las frases más perturbadoras de Petro:
- “Yo seguiré hasta donde el pueblo diga. Si el pueblo dice más adelante, más adelante iré, sin ningún temor, sin ningún miedo. Iremos hacia donde el pueblo colombiano ordene”.
- “El presidente de la República solo tiene un comandante al frente y ese comandante se llama el pueblo de Colombia”.
- “Si se atreven a romper la Constitución y a violar el voto del año 2022, millones de colombianos tienen que salir a las calles”.
- “Rodear pacíficamente los centros del poder en Colombia, hasta que se restablezca el orden constitucional en este país”.
- “Si deciden violar el voto popular en Colombia en el año 2022, se instaura en Colombia el poder constituyente de una vez, a través de la movilización masiva del pueblo colombiano”.
En Cali, la situación se agudizó con las siguientes frases:
- “Me parece que el Gobierno debe reconocer el estatus de víctimas a las personas presas, a las familias de los jóvenes asesinados, a las familias de las jóvenes violadas, a las familias que sufrieron en los barrios populares la brutalidad del Estado, la fuerza bruta, porque eso es brutalidad del Estado, que debe reconocerse”, dijo, sobre beneficios a la peligrosa primera línea.
- También señaló en modo “amenaza”: “Si Colombia no hace las reformas, el estallido social va a volver. Así de simple”.
- “Ya volveremos a ir mostrando los avances, recuerden que en todo el occidente de Colombia hay que configurar las coordinadoras de fuerzas populares en cada municipio del país. Sea el acuerdo, sea resistir el intento de derribar el Gobierno”.
- “Por eso, los invito, señores de la oligarquía colombiana, del establecimiento, o como quieran llamarlos, de la clase política tradicional, a un acuerdo nacional para las reformas sociales de Colombia, para la construcción de una verdadera democracia, acuerdo nacional. Que si lo logramos, debe llevarse a referendo popular a través del referendo constitucional en Colombia”.
- “En esa medida, en cuanto al orden constitucional, es garantizar derechos, los decretos del Gobierno deben buscarlo. No vamos contra la Constitución, como dicen algunos; al contrario, queremos aplicar de manera inmediata la Constitución de Colombia. Así que si la mayoría del Congreso no quiere, la Constitución sí quiere, y el Gobierno sí quiere, y el pueblo de Colombia sí quiere, y vamos a proceder haciendo quizás vericuetos”.
- “¿A quién se le debería calificar de terrorista? Y el presidente de la República hoy tiene que decir que el terrorista no fue la juventud popular, que el terrorista fue el Estado de Colombia y particularmente el gobierno del entonces. Sí, señor Duque, los 60 asesinados en Cali por usted no fueron terroristas, el terrorista fue usted, expresidente Duque”.
Por último, la comunidad de esas zonas del país se quedó esperando soluciones reales a sus necesidades en acueducto, desarrollo, desempleo y demás temas con los que aún está en deuda el Gobierno del cambio.