Sus simpatizantes esperaban que abriera camino y se posicionara como un modelo a seguir para la comunidad afrodescendiente y creara una mayor igualdad favoreciendo a aquellos más marginados. Pero su mandato ha estado marcado por contradicciones, un uso cuestionable de los fondos públicos y ataques directos contra los medios de comunicación.
Al posesionarse el 7 de agosto de 2022, Francia Márquez, como primera vicepresidenta afro de Colombia, prometía ser una voz en el poder para las comunidades afro más olvidadas. Su elección representaba un voto de confianza y esperanza para las colectividades deprimidas y vulnerables. Sus promesas políticas de austeridad e igualdad eran una voz de aliento para esta población.
Para la senadora Paloma Valencia, del Centro Democrático, “Francia Márquez representa una ilusión de muchos colombianos afrodescendientes que se han sentido marginados en la política nacional, su papel es fundamental, porque reivindica, pero además le abre la posibilidad a muchos niños y niñas de sentirse con alas para llegar también ellos.”
Su llegada a la vicepresidencia es un hito en la política colombiana por ser la primera vicepresidenta afrodescendiente. “Es uno de los grandes logros que debiera entender la señora vicepresidente. Ella tiene que estar a la altura de las circunstancias, dar ejemplo y volverse una portadora de esa transformación, no sirve simplemente salidas en falso, que hacen daño a lo que ella puede representar”, dice la senadora Valencia.
Pero a punto de cumplir un año en el poder, la verdad es que Francia Márquez tiene pocos logros por mostrar y ella misma así lo ha reconocido. En entrevista con el medio alternativo Cofradía para el cambio, al ser interrogada sobre su mayor logro en el Gobierno hasta ahora, admitió: “No, todavía no hemos logrado mucho, no hemos tenido avances”.
Uno de los actos más cuestionados de la vicepresidenta fue el viaje a África, en mayo de este año. La visita a territorio africano se extendió por tres países entre el 10 y el 18 de mayo del año en curso.
Entre los logros establecidos con Sudáfrica, Etiopía y Kenia, sobresalen la creación de embajadas colombianas, el restablecimiento de cooperación entre África y Sudamérica, la puesta en marcha de vuelos directos desde y hacia Colombia, el intercambio estudiantil, la creación de oportunidades comerciales, la lucha contra el racismo y el apoyo a las mujeres a través del Fondo Mujer Emprende.
No obstante, el viaje de la vicepresidenta también fue objeto de críticas y produjo una ola de ataques debido al alto costo y a la comitiva que la acompañó. Hubo funcionarios del Gobierno, congresistas, empresarios, artistas y representantes de la sociedad civil. En total fueron más de 50 personas las que acompañaron a la vicepresidenta en su recorrido. Esto parecería ir en contradicción con la austeridad del Estado que propende el mismo presidente Petro.
Los costos del viaje fueron denunciados por el representante de la Cámara Hernán Cadavid, quien interpuso un derecho de petición para conocer los detalle. Solamente el valor la gasolina ascendió a casi 1.700 millones de pesos. El representante Cadavid calificó el gasto como un “derroche vergonzoso” y recordó la elevada inflación que enfrentan los colombianos y el alto precio de la gasolina en Colombia.
En los últimos días se creó el Ministerio de la Igualdad, cartera que fue una promesa insignia durante la campaña. La vicepresidenta estará también al frente de este ministerio. El fin de esta nueva cartera será cerrar la brecha de inequidad y trabajar por las comunidades más olvidadas. Pero el costo de ello será aumentar la burocracia que tanto criticaban durante la campaña. La altísima cuota burocrática no es trivial. El Ministerio de la Igualdad contará con más de 700 funcionarios, 5 viceministerios y 32 directores departamentales. Este Ministerio tendrá casi el doble de viceministerios que cualquier otra cartera.
El exministro de Hacienda José Antonio Ocampo criticó radicalmente la conformación de este ministerio: “La estructura propuesta para el Ministerio de la Igualdad no tiene precedentes y debe ser simplificada radicalmente: no cinco, sino máximo dos viceministerios, como ocurre en otros ministerios; no 20 direcciones generales, sino unas cinco; y ningún delegado en los departamentos”.
La evidente inequidad es una realidad que viven muchos colombianos. La senadora Paloma Valencia dice que “el problema no se soluciona creando más burocracia y gastándose los recursos que se necesitan en la inversión social”.
Otro escándalo protagonizado por Francia Márquez fue por el uso dado a los helicópteros del Estado para su transporte personal, teniendo en cuenta que ella reside en el exclusivo sector de Dapa, a las afueras de Cali.
Lo que causó más revuelo fue la respuesta que le dio a las críticas, en una entrevista con la directora de SEMANA, Vicky Dávila: “Si fuera blanca y de élite, no estuvieran haciendo escándalo porque es normal. Es normal que, a una persona de élite, que nació en cuna de oro, la trasporten en esos equipamientos y esas aeronaves, pero no es normal que una mujer que trabajó en una casa de familia y que ahora es la vicepresidenta de Colombia se transporte en eso. Pues de malas y lo siento”.
Márquez aseguró que el transporte en helicóptero se debe a temas de seguridad y que el Estado le debe proveer el transporte. “Soy la vicepresidenta de este país y mientras lo sea, el Estado tiene la responsabilidad de brindarme todas las garantías de seguridad necesarias para cumplir con mi tarea como vicepresidenta. Las veces que vaya, voy a ir en helicóptero”.
Una de las principales opositoras de la vicepresidenta ha sido la senadora María Fernanda Cabal, del Centro Democrático. Tras interponer un derecho de petición, conoció que la vicepresidenta, desde el 7 de agosto de 2022 hasta el 6 de marzo de 2023, ha utilizado 130 veces aviones de la fuerza aérea y en cuatro ocasiones aviones del Ejército, con un costo de $2.869.972.464 pesos.
Allí también hay un costo ambiental, aunque el Gobierno dice estar comprometido con la lucha contra el cambio climático. Claramente el uso de las aeronaves, por parte la vicepresidenta, contradice ese discurso ambientalista. De hecho, los vuelos realizados por la vicepresidenta a cargo de la Fuerza Aérea han producido 345.600 kilogramos en emisiones de dióxido de carbono, mientras que los del Ejército produjeron 6.602 kg. de CO2, en el periodo entre su posesión el 7 de agosto de 2022 y el 6 de marzo del año en curso.
Tras conocerse esta información, Cabal, en entrevista con Vicky Dávila en SEMANA, aseguró: “A Francia Márquez no le importa lo que cuesten los vuelos, pudiendo usar vuelos comerciales. Pudiendo incluso contratar vuelos a mucho menor valor que el uso que les está dando a este tipo de aeronaves”. En defensa de la vicepresidenta, el exsenador Gustavo Bolívar le respondió a la senadora Cabal: “La señora Cabal y el uribismo callaron cuando Guaidó y ‘Ñeñe Hernández’ usaron aviones y helicópteros de la Fuerza Aérea. Hoy ponen el grito en el cielo porque Francia Márquez, vicepresidenta constitucional de Colombia, usa helicópteros para trasladarse. ¿Quieren que ande en bus?”, replicó vía Twitter.
El discurso de Francia Márquez apela constantemente a sus raíces étnicas y a su condición social. Justifica su proceder a partir de su color de piel y por su proveniencia socioeconómica y asegura que sus opositores no la aceptan por estos mismos aspectos.
Ejemplo de ello fue su respuesta durante el escándalo del helicóptero cuando apuntaló a su condición socioeconómica: “¿Por qué la vicepresidenta pobre, que viene de abajo, humilde, entonces no lo puede usar?” y subrayó: “Le guste a la élite colombiana o no”. Así mismo aseguro que si no tuviera su color de piel y viniera de donde viene no la criticarían por el uso de estas aeronaves: “Si fuera blanca y de elite, no estuvieran haciendo escándalo porque es normal”.
El polémico discurso del presidente Petro en contra de la prensa, durante las marchas del 7 de junio, ha sido fuertemente criticado por diversos sectores. Por su parte, la vicepresidenta se presentó en Cali y pronunció un discurso donde atacó a SEMANA. Las declaraciones de los mandatarios fueron consideradas como ataques al derecho de libertad expresión, tutelado por la Constitución y que garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones.
El mandato de Francia Márquez cumplirá un año y de momento ha sido sujeto de gran controversia: el viaje a África y sus elevados costos; la creación del Ministerio de la Igualdad y la gran cuota burocrática; la utilización cuestionada de las aeronaves del Gobierno; los ataques contra medios de comunicación y la vulneración a la libertad de expresión. Le quedan tres años para rectificar el rumbo empezando por cumplirle a sus propios electores. De su propia boca han salido las palabras: “No, todavía no hemos logrado mucho, no hemos tenido avances”.
La vicepresidenta podría empezar por materializar sus promesas electorales en su propio departamento, el Cauca, una región azotada por el asesinato de lideres sociales y la ausencia del Estado. Allí, como en el país, esperan más de la vicepresidenta Francia Márquez.