SEMANA: ¿Qué ocurre con la Alianza Verde en la coalición de Gobierno?
Catherine Juvinao (C.J.): Nosotros como bancada verde apoyamos al presidente desde la campaña, hemos estado ahí desde el principio en una lógica muy distinta a la otros partidos. En la coalición de Gobierno hay partidos tradicionales que entran con otros métodos. Nosotros no. Siempre hemos mantenido una relación absolutamente programática con el presidente. El Partido Verde es un partido fundamentalmente de opinión, la mayoría de los integrantes de la bancada somos congresistas de opinión y hemos construido un camino con nuestras ideas y nuestras propuestas. Lo que le hemos venido pidiendo al Gobierno nacional es que se les dé un mayor espacio a nuestras propuestas en cuanto a las reformas para mejorarlas, complementarlas e inclusive para concebirlas desde un principio. También unos temas que nosotros queremos promover en el Congreso, para los que pedimos el apoyo del Gobierno. Temas medioambientales, por ejemplo, que es un tema central de nuestra agenda.
SEMANA: ¿De qué forma se cierran las puertas a las propuestas del partido?
C.J.: Por ejemplo, en el proyecto de paz total y de reforma tributaria fue realmente difícil hacer que nuestras propuestas e ideas fueran avaladas por los ministros. Estamos encontrando muchas trabas que, por un lado, puede que obedezcan al trámite legislativo. En este tipo de proyectos, el trámite legislativo es complejo. Son proyectos con decenas y decenas de artículos, a veces un solo artículo puede tener 80 o 90 proposiciones. Por supuesto, nosotros entendemos las complejidades de este trámite y yo sí que las entiendo, porque fui veedora del Congreso. Sin embargo, tampoco se puede llegar al punto de que, con el argumento de que el trámite legislativo es tedioso y hay que hacer la cosa más eficiente, se cercenen las garantías de debatir propuestas, que es lo que creemos que pasó.
SEMANA: Precisamente en el debate de reforma tributaria, tanto usted como la representante Carolina Giraldo denunciaron mal trato por parte del Gobierno hacia el partido. ¿Qué pasó?
C.J.: Nosotros teníamos dos propuestas que para nosotros eran muy importantes. Uno, el impuesto a vapeadores, que eso es una propuesta para la que el Gobierno había sido receptivo. Es una propuesta que cuenta además con una alta legitimidad en la opinión pública, entonces nosotros esperábamos que el Gobierno nos apoyara en el momento que tocara discutir ese artículo nuevo. La segunda era una proposición de artículo nuevo que tenía yo, era de eliminar un beneficio que tienen hoy las apuestas y juegos de azar online y es el no pago de IVA. Este es un beneficio que no tienen las apuestas y juegos de azar presenciales. Fue un beneficio que se les dio en 2016 y con argumentos razonables, ya que ese sector apenas estaba creciendo, entrando y consolidándose en el país. Hoy por hoy, sabemos que es un sector pero altísimamente rentable. Llevábamos cerca de dos semanas tratando de explicarle esta propuesta a los ponentes de las comisiones terceras y al mismo ministro Ocampo, quien nos había dicho que le parecía una propuesta absolutamente razonable.
Entonces, ya con ese ambiente y las conversaciones previas que hemos tenido con el Gobierno, esperábamos y estábamos convencidos que se nos iba a permitir discutir esos dos artículos nuevos y votarlos no en el bloque de los 90 artículos que había. Sucede en la práctica que meten en una sola votación los 90 artículos, que pueden ser artículos absolutamente distintos. Cuando se toman esas decisiones desde la mesa directiva, efectivamente se cercena el debate. Aquí creemos que no hay ninguna justificación para votar todos esos artículos en bloque porque no había términos para aprobar la tributaria No es que se nos venciera el cuerpo ayer. Si la mesa directiva decide llamar a una plenaria el viernes o continuar el martes, lo pudo haber hecho. Claramente, el Gobierno no lo quiso hacer, querían terminar ayer sí o sí.
Previendo esa situación, porque ya veíamos venir que todo eso se iba a votar en bloque, nosotros pedimos a viva voz en la plenaria, justo antes de que se entrara en el debate de esos artículos, que a la representante Carolina Giraldo y a mí se nos permitiera votar esas dos proposiciones por aparte. Cuando nos dimos cuenta, el presidente llamó a votar todo en bloque. En ese momento fue cuando nosotras, obviamente absolutamente molestas, pedimos la palabra e hicimos la intervención en el sentido en la que la hicimos.
SEMANA: ¿Eso representa al resto de la Alianza Verde?
C.J.: Yo hablé en nombre de mi bancada porque mi bancada me lo pidió. Ya es una incomodidad en varios integrantes del Partido Verde, no se nos está dando el espacio para que nuestras propuestas se incorporen a los proyectos del Gobierno. Eso no tiene ningún sentido si nosotros somos coalición de Gobierno. Si los congresistas del Verde empezamos a sentir que no se nos da el espacio con nuestras propuestas, entonces empieza a hacer carrera una molestia en la bancada. Eso fue lo que pasó ayer. Ratificamos que apoyamos las propuestas del presidente, esta queja o inconformidad no significa de ninguna manera que nosotros no vayamos a apoyar el proyecto de cambio con el que estamos comprometidos. Vamos a seguir apoyando los proyectos del Gobierno, al punto, incluso, que cuando quizás en un año no tengamos las mismas mayorías que hoy, que eso es muy probable que pase, estoy segura que el Partido Verde va a seguir al pie del cañón. El mensaje al presidente Petro, que le di ayer en ese momento de frustración e impotencia que sentimos en el partido, es que no permita que se nos trate como un partido de segunda categoría. Que el presidente no permita que se nos trate como si fuéramos un partido con menor importancia que los otros partidos de la coalición que llegaron cuando el presidente ya era presidente, con otras lógicas y con otros intereses.
SEMANA: ¿De qué se trata esa desconexión con los ministros del Gobierno? ¿Es cierto que se privilegia a partidos que tal vez son más lejanos ideológicamente?
C.J.: Si el presidente Petro quiere gobernar en un país para todos, en donde todos los intereses legítimamente se vean representados, pues tiene que invitar a otros partidos. Eso yo no lo condeno, es natural en una democracia. Lo que pasa es que hay partidos que estamos percibiendo un desbalance, una actitud para complacer a ciertos partidos, para llegar a acuerdos con ellos. Mientras a otros se nos trata con mayor lejanía, incluso a veces con desdén. Algunos ministros, no todos, simplemente nos dicen que no, que la propuesta no va y que eso ya se acordó con los ponentes. Se acabó. ¿Entonces para qué es la plenaria? Esa no puede ser una respuesta a los partidos que somos coalición de Gobierno. Sería absolutamente ilógico pensar que en la plenaria ya no se puede proponer o no hay espacio para discutir artículos y proposiciones nuevas. Lo que estamos diciendo es que en la plenaria, legítimamente, se nos tiene que escuchar. Si hay propuestas nuevas, el Gobierno, por lo menos, las debe estudiar. Lo que no puede pasar es que nos hagan sentir que a la plenaria llegamos básicamente a notariar los proyectos y que no tenemos la oportunidad de enriquecerlos o modificarlos.
SEMANA: ¿Han hablado de esta situación con el presidente Petro?
C.J.: No creo que sea un problema que está generando el presidente. Creo que el presidente valora nuestra bancada y partido. Sabe que hay integrantes valiosos que tienen mucho por aportar y enriquecer. Creo que ha sido más un teléfono roto por la intermediación de los ministros. Ahí se comienza a trabar la cosa. A veces ni siquiera con el ministro, sino con el asesor del ministro. A veces no es con el viceministro, sino con el asesor del asesor del asesor del viceministro. Ahí es donde nosotros decimos que ese no es el tratamiento que se merece el Partido Verde. Lo que esperamos es que los ministros sean absolutamente diligentes con nuestras propuestas y se las hagan llegar al presidente. Si los ministros definitivamente se convierten en una talanquera para los partidos, inevitablemente nos toca hablarle al presidente. Después del incidente de ayer, hablé con asesores del primer anillo del presidente y está dispuesto a sentarse con nosotros y con nuestra bancada. Será un espacio que tendremos apenas él vuelva del COP27.
SEMANA: ¿Es cierto que el Partido Conservador tiene un acceso más directo al Gobierno?
C.J.: Es absolutamente evidente, no solamente para el Partido Verde, sino para otros partidos de la coalición, es que el Partido Conservador levanta la mano, dicen que no están de acuerdo con algo y que no lo van a apoyar, piden un espacio con el presidente, y lo resuelven en dos horas. En dos horas aparece el Partido Conservador, sonriente y feliz, diciendo que cambiaron de opinión, que hablaron con el presidente y todo perfecto. Mientras que nosotros duramos semanas y semanas tratando de gestionar nuestras propuestas sin ninguna respuesta. Muchas veces con respuesta negativa. Son más las veces en las que nos dicen que no que aquellas que nos dan el espacio de proponer. Parece absolutamente evidente que hay una proactividad de solucionar y acordar las cosas con el Partido Conservador que con los demás.
No estoy condenando que el presidente tenga relaciones con el Partido Conservador, pero tampoco puede ser que a los demás partidos se nos trate como unos aparecidos cuando a los que realmente son aparecidos se les trate como partidos de su primer anillo cuando no es así.
SEMANA: Les tocó menos que al resto en términos burocráticos ¿Cómo se sienten con eso?
C.J.: No creo que eso haga parte de las preocupaciones del Verde. En nuestras reuniones de bancada, la conversación no es sobre ministerios. Lo digo de verdad, nunca han girado en torno a eso. La queja es por el poco espacio que se le da a nuestros proyectos y propuestas. Habiendo dicho esto, el SENA y el ICETEX tienen relación con el sector educación, que es importante para el Verde, y nos sentimos bien representados ahí. No somos un partido hambriento de entidades o puestos. Lo que realmente nos tiene incómodos es que, tras de que nosotros no le pedimos un tinto al presidente, en términos del juego de los otros partidos, tampoco se tengan en cuenta nuestras propuestas. Ni lo uno ni lo otro.