La Comisión Primera de la Cámara de Representantes hundió el proyecto de ley que buscaba reducir el salario de los congresistas en Colombia. El texto ya había sido aprobado por la plenaria del Senado y estaba en su tercer debate en la Cámara, pero no consiguió la mayoría calificada que necesitaba para seguir su curso legislativo.

La ponencia de ese texto solo consiguió 15 votos a favor de los 29 asientos que asistieron a ese recinto para la discusión. El problema es que este necesitaba una mayoría absoluta (21 votos a favor) para seguir su trámite.

Los legisladores no se pusieron de acuerdo sobre el contenido de ese articulado: una parte de ese recinto alegó que un proyecto de esa naturaleza debe ser de iniciativa del Ejecutivo, por lo que podría ser tumbado por la Corte Constitucional si se convertía en ley, mientras otros aseguraron que una iniciativa de carácter legislativo sí puede aplicar cambios al salario de los legisladores.

El debate venía dándose desde el Senado y en en medio su trámite por ese recinto le agregaron un “mico” que permitía que los congresistas puedan ejercer otras actividades de carácter público o privado, lo que les habilitaría a tener ingresos superiores a los del salario que les da el Congreso.

“Reducir nuestro salario es apenas justo con un pueblo que clama mayor equidad, este Congreso debe comprometerse con la justicia social y económica. Se lo debemos a los ciudadanos y a nuestros electores, el ejemplo inicia desde acá”, sostuvo el ponente del articulado, el representante Duvalier Sánchez.

No obstante, durante la discusión hubo congresistas como David Racero (del Pacto Histórico) y Hernán Cadavid (del Centro Democrático) que llamaron la atención sobre cuál es el monto real que terminan devengando los legisladores con las deducciones que les aplica el Estado.

Las cuentas que hace el representante Racero indican que a los legisladores solo les ingresan entre 30 millones y 32 millones de un salario de 48 millones de pesos, una vez se aplican las deducciones de este. “Es alto, sigue siendo alto (...) Pero podríamos hacer ese ajuste en nuestros bolsillos, es un acto profundo de justicia económica, un acto ético”, llamó la atención el representante Racero.

“Aunque altos que son los salarios del Congreso, hay que explicar cuál es el efecto que tiene un congresista en Colombia, qué es lo que realmente ingresa. Es mucho menos que lo que le están diciendo a la ciudadanía”, sostuvo el representante Cadavid.

Con el hundimiento del proyecto de ley que buscaba reducir el salario de los congresistas, vuelve a quedar en el aire el intento de reducir los salarios de los congresistas quienes cada año tienen un incremento salarial que se calcula según los datos macroeconómicos del país.

“Hay que reconocer que en este país la vida es muy dura como para que los congresistas nos vengamos a creer que no ganamos lo suficiente”, llamó la atención el representante Duvalier.

Ante los debates sobre si el salario de los congresistas puede reducirse mediante un articulado de origen legislativo, el representante Miguel Polo Polo afirmó que “el balón está en la cancha del Gobierno nacional de Gustavo Petro quien tiene que dar el aval a este proyecto para que no sea inconstitucional. Acá tienen que está el ministro de Hacienda y el ministro del Interior para darnos un aval positivo”.

Ahora, las bancadas interesadas en que se reduzca el salario de los congresistas tendrán que presentar un nuevo proyecto de ley que persiga ese mismo fin. El Gobierno también podría radicar un articulado que intente dar ese paso que implicaría, además, la reducción de otros salarios en el sector público.

“Se cae otra iniciativa de este tipo, como en el pasado, y ojalá el Gobierno nacional pueda liderarla y que sea el presidente de la República y su gabinete quien lo presente en la nueva legislatura porque ese fue uno de los grandes interrogantes”, concluyó el representante Sánchez.