Las elecciones regionales de 2023 mostraron cómo está el termómetro político del país. La contienda dejó profundas reflexiones para todas las colectividades, que deberán ser revisadas en los próximos días, y configura el nuevo panorama para los próximos años. Algo que marcó la jornada es que por primera vez 36 colectividades tenían aval para validar a sus candidatos.
Uno de los partidos que resultó derrotado fue el Pacto Histórico. La alianza de izquierda que llevó a Gustavo Petro a la Presidencia y que alcanzó una de las mayores votaciones al Congreso el año pasado, no obtuvo el resultado esperado. La derrota más contundente sucedió en Bogotá, en donde Gustavo Bolívar, muy cercano a Petro, terminó en el tercer lugar. Lo mismo ocurrió en el Concejo de Bogotá: la colectividad de izquierda resultó detrás de la Alianza Verde y del Nuevo Liberalismo.
“Esta es la implosión del Pacto Histórico, tal y como lo había dicho desde meses atrás; es el rechazo al socialismo, a la ineptitud, a la grosería, a la falta de sentido común y al abuso. Ganamos todos los demócratas”, le dijo a SEMANA la senadora María Fernanda Cabal, del Centro Democrático.
Contrario al panorama de la izquierda, la congresista considera que los partidos de derecha recuperaron la confianza en la ciudadanía. Cabal destacó que en algunas alcaldías y gobernaciones los candidatos de los partidos tradicionales derrotaron a los de izquierda.
Uno de los grandes ganadores de la jornada fue el Nuevo Liberalismo, no solo por la victoria de Carlos Fernando Galán con 1.497.596 votos, arrasando con los demás aspirantes en la primera vuelta, sino porque en el Concejo de Bogotá la colectividad obtuvo 399.018 votos.
El Nuevo Liberalismo estaba cumpliendo este 28 de octubre dos años después de haber recuperado la personería jurídica y venían de sufrir una derrota el año pasado. En el Congreso no alcanzaron el umbral y su lista quedó por fuera. Además, Juan Manuel Galán terminó derrotado en la consulta de la Centro Esperanza.
El uribismo tuvo una jornada agridulce. Aunque logró que algunos de sus candidatos llegaran a importantes cargos, varios de ellos eran coavalados o no tenían el logo de la colectividad. Por ejemplo, en Bogotá, dos de los aspirantes que contaban con el apoyo de las bases del uribismo tuvieron un bajo resultado. Por un lado, el exministro de Defensa Diego Molano marcó el 2,14 % de la votación, y el general (r) Jorge Luis Vargas, respaldado por Cambio Radical y un sector del duquismo, tuvo el 1,02 %.
El mismo expresidente Álvaro Uribe, líder del Centro Democrático, hizo una reflexión sobre los resultados que obtuvieron: “A los compañeros que ganaron con aval directo, coaval o apoyo político, que se pongan a órdenes de todos los ciudadanos, con entrega del alma. A quienes no ganaron, a seguir la lucha. El jardín de la democracia se renueva todos los días”, aseguró el exmandatario y líder de esa colectividad.
El uribismo podría decirse que ganó en Medellín y Antioquia y mantiene su caudal electoral en esta región del país. Federico Gutiérrez, aunque se lanzó como independiente, fue respaldado por este sector. Igualmente, logró la victoria su fórmula en Antioquia, Andrés Julián Rendón. En cambio, en Cundinamarca Nancy Patricia Gutiérrez, la candidata oficial del Centro Democrático y de Salvación Nacional, quedó segunda con 135.049 votos, detrás de Jorge Emilio Rey, quien obtuvo 722.842, el 57,31 % de la votación.
En el caso de Cambio Radical, el panorama parece alentador. Aunque en Bogotá no obtuvieron la victoria, hubo otras regiones que confirman el poder de la colectividad, especialmente en varias de las principales ciudades. Por ejemplo, el logro de Alejandro Char en la Alcaldía de Barranquilla fue el más contundente, con 400.164 votos, el 73,26 %.
“Cambio Radical ganó importantes gobernaciones y alcaldías en el país. Hasta el momento, el respaldo y éxito en Santander y Cundinamarca y las alcaldías de Cali y Barranquilla, demuestran que la oposición que hemos hecho al presidente Petro ha sido contundente y bien recibida por los ciudadanos, que se sienten representados. Los ciudadanos se manifestaron en las urnas”, le dijo a esta revista el senador David Luna, líder de esa bancada.
Otro de los partidos tradicionales que considera que logró una victoria y recuperó la confianza del electorado fue el Conservador. Efraín Cepeda, presidente de esa colectividad, le dijo a SEMANA que está contento por los resultados de la jornada y por el terreno que ganó la centroderecha en general.
“La victoria fue contundente. El Partido Conservador sube en número de alcaldías. Habíamos ganado 202 cuando éramos 16 partidos, y ahora que hay 36, incrementamos nuestra participación hasta 207 alcaldías”, afirmó el líder del Partido Conservador.
En el caso de las gobernaciones, los conservadores pasaron de tener tres propias a cinco, además de otras once en coalición. Cepeda resaltó que la centroderecha ganó en 28 de las 32 gobernaciones de Colombia, lo que demuestra una nueva configuración de las fuerzas políticas en el país.
“Quiere decir que el péndulo giró a la centroderecha nuevamente”, dijo. Y se aventuró a pronosticar lo que puede pasar en 2026: “Corren vientos con respecto a que la próxima Presidencia retorna a la centroderecha porque la izquierda colombiana se llevó una derrota por el número de alcaldías”, afirmó el presidente del Partido Conservador.
Por su parte, el Partido de la U también siente que logró una victoria en las urnas, especialmente con el contundente triunfo de Dilian Francisca Toro para la Gobernación del Valle, con 694.541 votos, el 42,12 %.
El representante Víctor Salcedo, copresidente del Partido de la U, aseguró que están “satisfechos” con el resultado, ya que de los 32 departamentos lograron ocho gobernaciones. “Es un gran resultado”, dijo.
Salcedo agregó que contarán con 16 alcaldías avaladas directamente por la colectividad, más unas cinco en coaval. Donde mayor caudal electoral tienen es en el Valle del Cauca, el fortín político de La U. “El partido demuestra que tiene vocación de poder”, afirmó Salcedo.
El congresista reclamó por los hechos de violencia que se registraron en estas elecciones. Contó que uno de sus candidatos en el departamento no pudo hacer campaña porque resultó amenazado y que eso es un grave precedente en el país.
En el caso del Partido Liberal destacaron que lograron siete gobernaciones.
La configuración del nuevo panorama político en Colombia también tendrá un impacto en el Congreso y en las reformas que tramita el Gobierno y sobre las que volverá su discusión en las próximas semanas.
Sin embargo, el presidente Gustavo Petro sabe que será a otro precio y que podría perder margen de maniobra por la derrota que sufrió su sector y el apoyo que lograron los partidos tradicionales, que parecen haber recuperado terreno, mientras la izquierda perdió varias de las principales capitales y departamentos.