Calles desoladas, comercios cerrados y habitantes llenos de temor. Así amaneció este sábado el municipio de Nariño, en Antioquia, por cuenta de un presunto paro armado anunciado por el grupo criminal Clan del Oriente.
El Clan del Oriente, que opera en esta localidad y en Argelia, habría ordenado un paro desde este viernes, que duraría todo el fin de semana.
El temor se apoderó de la población luego de que se difundiera un mensaje amenazante, al parecer, firmado por Carlos Alberto Herrera Arcila, alias Camilo, el cabecilla del Clan del Oriente, quien advierte que todo aquel que decida salir será declarado “objetivo militar”.
“Buenas tardes para todos en general. Desde hoy a las 6 p.m. empieza un paro. No queremos ver a nadie en las vías ni en la calle, no nos aremos responsables de todo aquel que no cumpla será declarado adjetivo milita todo estará cerrado cualquier tipo de negocio (sic)”, indica el mensaje que fue difundido especialmente por WhatsApp
A esta hora, las autoridades adelantan un consejo de seguridad para analizar la situación y tomar acciones al respecto.
La violencia en este municipio se ha recrudecido en los últimos meses y ha intimidado a diferentes sectores, como es el caso del transportador que el pasado 19 de diciembre adelantó un paro debido a las amenazas que los conductores de los buses de la Sociedad Transportadora Sonsón Dorada (Sotransoda) recibieron por el Clan de Oriente.
Este hecho se suma a las aterradoras imágenes que se han conocido de miembros de grupos criminales patrullando, en medio de niños, por diferentes zonas de Antioquia.
En uno de estos casos, se ve a los integrantes del frente 36 de las disidencias de las Farc reparten útiles escolares y se pasean por las aulas de clase con el fusil en el hombro. Mientras que el Clan del Golfo y el ELN buscan en los recreos a los mayores de 12 años para sumarlos a sus filas.
Al menos diez instituciones públicas han recibido a los sujetos fuertemente armados, ubicadas en las zonas rurales de las tres subregiones más violentas del departamento, donde el silencio es la ley y la muerte la condena: norte, nordeste y Bajo Cauca.
Cientos de alumnos de Campamento, Angostura y Yarumal fueron convocados por los guerrilleros del bloque 36 para recibir cuadernos y colores. También les pintaron el rostro con dibujos e hicieron juegos sin soltar el material de guerra que los acompañaba.
Los adolescentes que reciben clases en las veredas de Vegachí, Segovia y Remedios recibieron la invitación del ELN y el Clan del Golfo para cumplir con “trabajos comunitarios” bajo la coordinación de los delincuentes. La condición es que tengan entre 12 y 14 años.
En los colegios que están alejados de la zona urbana de San Pedro de los Milagros apareció una pareja exigiendo los datos de directivos, profesores y estudiantes para cumplir objetivos que están siendo investigados por las autoridades judiciales regionales.
Finalmente, disidentes tomaron una silla de una sede educativa de El Bagre para asesinar a un hombre que habría trabajado con alias Otoniel. Frente a este escenario, más de mil menores dejaron de recibir clases por el temor de quedar en medio de las balas.
Todo esto estaría enmarcado en una estrategia de los grupos armados ilegales para ganar el respaldo social en las zonas donde delinquen, según explicó la Gobernación de Antioquia. Al parecer, los cuadernos donados a los niños los estarían comprando con el dinero de extorsiones.
Es decir, las autoridades sospechan que, mientras el Ejército y la Policía tienen un freno para no atacarlos por orden del presidente Gustavo Petro, estarían ganando tiempo, reconocimiento y espacio. Por eso empezarían con los más pequeños.