La carrera por la Procuraduría era hace una semana una de las más intensas contiendas del poder en Colombia. Pero durante este puente festivo, las fuerzas políticas comenzaron a apuntarle a un ganador casi seguro en esta competencia. Llegar a la elección en el Senado con una fuerza como la que hoy podría congregar Margarita Cabello no tiene antecedentes recientes en el país, en especial porque el candidato de la Casa de Nariño casi nunca logra la victoria para ser el jefe del Ministerio Público. 

El presidente Iván Duque fue el último en anunciar su carta para este importante cargo del Estado. No fue ninguna sorpresa. Se trata de Margarita Cabello Blanco, quien hasta este martes en la mañana se desempeñaba como ministra de Justicia. "Quiero destacar su gestión para avanzar en la política carcelaria, acercar la justicia al ciudadano e impulsar la cadena perpetua contra violadores de menores", escribió el presidente en un mensaje durante la mañana del martes. 

Durante el fin de semana festivo, las diferentes bancadas de los partidos políticos comenzaron a dejar en firme, con una intensidad pocas veces vista, su apoyo a la ministra para ocupar ese cargo. Eso tampoco se esperaba. Cuando se anunció la casa por cárcel para el expresidente Uribe, los analistas políticos anticiparon que el presidente había perdido fuerza, en especial en el Congreso, pues su principal senador y el líder de la fuerza del partido de gobierno estaría privado de la libertad.  Pero no fue así. Cambio Radical, el Centro Democrático, el Partido Conservador y el Partido de la U, anunciaron en apenas pocas horas su respaldo a la candidata de Duque. 

El senador Armando Benedetti del Partido de la U fue el primero en anunciar que esa colectividad definió respaldar a Cabello. “Apoyamos a Margarita Cabello para que sea la primera mujer procuradora general de la nación. Después de 6 horas de deliberación, 12 de los 14 senadores del Partido de La U decidimos respaldarla. Su profesionalismo y experiencia son una carta de garantía para todo el país”, dijo Benedetti.  En La U, esa decisión no cayó bien en todo el partido. Por ejemplo, el senador Roy Barreras aseguró en sus redes sociales que se enteró por "un comunicado espurio" sobre la decisión del partido. No obstante, el partido mantiene su decisión de respaldar a la ministra de Justicia y tanto Barreras como Germán Hoyos son los únicos dos de los 14 senadores que conforman la bancada en estar inconformes con apoyarla. La bancada de Cambio Radical también se lanzó por esa candidata. El anuncio sorprendió a muchos pues hasta ese momento se creía que el candidato del partido de Germán Vargas Lleras era el exmagistrado Wilson Ruiz, quen fue parte del equipo programático de la campaña del exvicepresidente.  “Este lunes, 17 de agosto, los Senadores del Partido Cambio Radical se reunieron virtualmente con los tres candidatos a Procurador General de la Nación. Estos encuentros se realizaron con la finalidad de conocer los proyectos, programas y metas de cada uno de los candidatos que aspiran lideran esta importante entidad de control”, dice el texto del comunicado del partido.

El Partido Conservador hizo lo propio. “La doctora Margarita Cabello Blanco, quien ha ocupado posiciones como: integrante de la Sala Civil de Casación, Presidenta de la Corte Suprema de Justicia y Ministra de Justicia y del Derecho, cuenta con lujo de competencias ocupar la Procuraduría General de La Nación, y ser la primera mujer después de 1830 hasta la era presente”, señaló el comunicado de los azules.

Y por supuesto, el Centro Democrático, partido de gobierno. El senador Gabriel Velasco fue quien hizo público el respaldo de la colectividad. "Estamos convencidos que la doctora Margarita Cabello, con su experiencia y honorabilidad demostradas, brindará las garantías institucionales a todos los sectores de la sociedad colombiana, combatirá la corrupción en los distintos niveles del Estado, y contribuirá al fortalecimiento de las instituciones y la democracia", dijo Velasco. 

Así, las sumas de esta contienda le dan la mayoría a la carta de la Casa de Nariño. Margarita Cabello tendría asegurados 59 votos. Y si se da el caso, como se especula, de que el liberalismo también le dé su aval, alcanzaría 73 de un total de 106 senadores. Para ganar, Cabello necesita 54 votos. 

Lograr esa mayoría en tan poco tiempo ha generado sorpresa en un sector y estupor en otro. La Constitución de 1991 había generado un sistema de equilibrio de poderes en el que los organismos que tienen un poder de vigilancia, investigación y control no compartieran el mismo periodo con la Casa de Nariño, cuando esta tenía la posibilidad de ternarlos. Garantizar esos pesos y contrapesos fue una de las principales razones para que en el año 2010, la Corte Constitucional no aceptara una segunda reelección de Álvaro Uribe Vélez.  Si la exministra de Justicia es elegida procuradora, se podría decir que Duque tendría de su lado a tres entidades clave: la Fiscalía con Francisco Barbosa, la Defensoría con Carlos Camargo y ahora la cabeza del Ministerio Público con Margarita Cabello Blanco.

En el caso de la Fiscalía, el sistema se desconfiguró por una serie de renuncias, nulidad y extensos periodos de vacancia en ese organismo. La tradición en Colombia siempre había sido que los mandatarios buscaban que quedara en la Fiscalía alguien que les cubriera la espalda para cuando dejaran la Casa de Nariño. Después del retiro, no solo la opinión pública sino también el sucesor comienzan a verle lunares al Gobierno anterior. La Constitución de 1991, en busca de equilibrar los poderes, contempló que el presidente ternara al fiscal no para su periodo, sino para el del mandatario siguiente. Varias circunstancias rompieron esta práctica.  Vea la respuesta de Duque sobre si Francisco Barbosa debería declararse impedido para juzgar

La primera llegó con la reelección de Álvaro Uribe, quien por durar ocho años alcanzó a ternar un fiscal para su segundo mandato. La segunda, cuando el Consejo de Estado declaró nula la elección de Viviane Morales. Su reemplazo, Eduardo Montealegre, para quedarse cuatro años y no el tiempo que le faltaba a Viviane, logró que ese tribunal cambiara el periodo de institucional a personal. Desde entonces los tiempos se desajustaron, y la renuncia de Néstor Humberto Martínez dos años antes de terminar su cuatrienio le dio a Duque la posibilidad de poner su propio fiscal. En el caso de la Procuraduría, esta podría ser la primera vez que un gobierno alcanza en sus primeros años la posibilidad de tener en ese cargo a un funcionario tan cercano. En la historia reciente lo que ha pasado es justamente lo contrario. Por ejemplo, Álvaro Uribe tuvo como procurador a Edgardo Maya, quien en su momento fue una de las voces más críticas de sus intentos reeleccionistas. Y en la época de Juan Manuel Santos, el procurador fue Alejandro Ordóñez, quien era uno de sus principales opositores en todos los temas clave de su gobierno, principalmente en el proceso de paz.  En el caso de la Defensoría, Carlos Camargo comparte con el presidente el hecho de ser de la casa de la Sergio Arboleda, además de ser un alto funcionario que llegará con la cercanía y el apoyo de los partidos que están con el gobierno, como el Centro Democrático y el Partido Conservador. El organismo al que llegará Camargo, junto con la Procuraduría, hace parte del Ministerio Público, que constitucionalmente tiene la obligación de hacer un control al Gobierno nacional.  

Y a eso se suma un factor político muy relevante: Margarita Cabello Blanco es quizás una de las personas más cercanas al uribismo que hayan pasado por la justicia. Barranquillera e hija del abogado y dirigente liberal de origen guajiro Leandro Cabello, se ha destacado por su gestión en la rama judicial y el Ministerio Público a lo largo de su vida profesional. Tras realizar sus estudios universitarios en Derecho y desempeñarse en algunas funciones laboradas en su ciudad natal, de la mano del exprocurador Alejandro Ordóñez llegó a la capital para convertirse en procuradora delegada para la vigilancia disciplinaria.  Cabello postulada por Uribe para ser fiscal general de la nación, en ese momento en que la Corte Suprema y la Casa de Nariño vivían una de las peores disputas de la historia. En esa elección sacó el mismo número de votos que luego obtuvo Viviane Morales, pero esta última sí pudo ser fiscal luego de una interpretación hecha por la sala plena de la Corte Suprema de Justicia sobre esas mayorías. Por cuenta de ese cambio de reglas fue que el Consejo de Estado declaró la nulidad de la elección de Morales. Después de eso, la hoy candidata de Duque permaneció durante dos años en su cargo como presidenta de la Corte Suprema de Justicia hasta que renunció en mayo de 2019 para asumir el Ministerio de Justicia del actual mandatario.