Bogotá es una ciudad compleja, tiene muchos problemas y las peleas políticas de sus alcaldes no dejan que las dificultades se puedan superar fácilmente. La capital del país debe soportar asuntos relacionados con la inseguridad, los eternos trancones, el mal servicio público y ahora temas de basuras.
La concejal Lucía Bastidas alertó sobre una situación que se está presentando en todas las localidades de la capital y podría generar otra complicación grave. Según la cabildante, los datos oficiales indican que la ciudad genera 7.500 toneladas de residuos al día y que “gracias a la consciencia ciudadana y la labor de más de 22.000 recicladores de oficio, se logran aprovechar cerca de 1.200 toneladas, que equivalen al 16 %”.
No obstante, Bastidas dijo que algunas localidades están presentando problemas de salubridad por cuenta de los malos olores y puso como ejemplo a Ciudad Bolívar y Bosa porque la acumulación de basuras es mayoritaria.
“En Bogotá se volvió parte del paisaje ver cómo en cada esquina, en cada puente peatonal o vehicular, cada pared de cada barrio, cada parque, se han convertido en un basurero”, dijo la concejal.
Agregó: “Tenemos 749 puntos críticos a lo largo y ancho de la ciudad. Esto se les está pagando a los operadores, pero no vía tarifa, sino con recursos del distrito para que lo recojan. Le hace falta al distrito hacer el control y la supervisión de los cien mil millones de pesos que se han pagado, pero adicionalmente castigar a quienes están haciendo arrojos clandestinos”.
La concejal asegura que las vías públicas se han convertido en botaderos de residuos a cielo abierto y que las llantas de vehículos adornan los separadores de avenidas y calles, los escombros son dispuestos indiscriminadamente en cualquier esquina, las calles y andenes dejaron de barrerse y los parques se han convertido en puntos de acumulación de residuos, incrementando la percepción de inseguridad.
Para Bastidas, esta situación está generando que en Bogotá haya un gran número de roedores que son atraídos por las basuras que se tiran en las calles y eso podría generar una plaga difícil de controlar.
“La calidad en la prestación del servicio de Recolección, Barrido y Limpieza (RBL) se ha deteriorado, con cierta intensidad desde el último semestre de 2022, debido a una controversia que surgió entre los cinco concesionarios que se encargan de esa actividad desde febrero de 2018, sin que la UAESP ejerza su condición de entidad contratante, garante y supervisora de la prestación de todas las actividades que componen el servicio público de aseo”, afirmó.
La cabildante asegura que Promoambiental Distrito informó que los kilómetros de vías y áreas públicas que estaba barriendo no le estaban siendo adecuadamente remunerados y que, en su lugar, los valores imputables a esa actividad se estaban pagando a otros concesionarios, causándole un detrimento económico.
“Sus voceros alegan que los kilómetros incorporados en el pliego de condiciones de la Licitación Pública 001 de 2017 que dio lugar a su contrato de concesión, eran superiores a aquellos contenidos en el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos (PGIRS), que es el documento de política pública que establece las condiciones generales de prestación del servicio público de aseo en la ciudad de Bogotá”, indicó.
La denuncia de Bastidas indica que Promoambiental Distrito se acogió al Plan de Gestión Integral y solamente está barriendo los kilómetros allí señalados, con lo que muchas zonas de su Área de Servicio Exclusivo (ASE) no están siendo barridas, creando problemas de salubridad y desaseo.
“Hoy es evidente la suciedad generalizada en la ciudad, tanto que los mismos usuarios denuncian que no se cumplen las frecuencias de recolección y transporte, tampoco las de barrido y no hay acciones para contrarrestar el crecimiento y proliferación de estos puntos críticos. La UAESP cometió un error de cálculo en la elaboración del Plan de Gestión Integral y en parte este es el origen del caos actual, tanto que da la sensación de que existe un desgreño administrativo y fiscal al interior de la entidad, que durante los últimos tres años estuvo bajo la dirección de Luz Amanda Camacho, exfuncionaria que hoy está imputada por la Fiscalía General de la Nación”, manifestó Bastidas.
El asunto de fondo para la concejal es que mensualmente millones de usuarios tienen que pagar su factura de aseo y por ello esperan que se les preste un servicio con calidad y oportunidad, pero lo que se evidencia en las calles es un estado de suciedad y abandono cada vez más crecientes.
Por ahora, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, no ha respondido a esta denuncia que se está haciendo y que alerta sobre problemas sanitarios en la capital del país.